Los pequeñines tienen su fiesta
El Parque de las Palomas recibió ayer a decenas de niños con talleres, teatro, música y hasta una comparsa infantil de zanqueros
De menor estatura, pero con un entusiasmo de grandes proporciones. Así fue la comparsa de zanqueros que invadió varias calles del Viejo San Juan para cerrar con mucha diversión la Fiesta de los Niños, celebrada ayer en el Parque de las Palomas como parte del cierre de las Fiestas de la Calle San Sebastián.
“¡Qué lindos!”, “¡Me encanta!”, se escuchó decir entre la gente que caminaba alrededor de los chicos y no perdieron la oportunidad de grabar con sus celulares la caminata.
A la cabeza del grupo dos hombres cargaban un pequeño Cristo que sostenía una estrella blanca. Detrás estaba Gabriel Santos, de 7 años, uno de los más pequeños de los zanqueros, cuyas edades rondaban entre los 13 a 15 años.
La música de la comparsa estuvo a cargo de varios exmiembros del Bread and Puppet Theater que están de visita en la isla para participar de las fiestas y llevar ayuda y entretenimiento a los pueblos de Aibonito y Adjuntas.
Por segundo año consecutivo, Leslie Van Zandt, maestra de teatro de la escuela José Fidalgo Díaz, también acompañó a sus alumnos a las tradicionales fiestas. “Ellos siempre me pedían que les enseñara”, explicó la educadora, quien aceptó el reto de entrenarlos en su tiempo libre.
Ariana Ramírez dijo que lo que le llamó la atención de los zancos es que, “es una experiencia totalmente diferente que no todo el mundo hace”.
La joven aprendió a los 12 años a pararse y bailar sobre zancos. Al principio le daba temor caerse, pero luego dominó esa emoción. “Sólo me caí dos veces”, contó.
Para Sameily García, de 13 años, aprender no fue muy difícil. Lo que más le gusta de practicar esta actividad es compartir con los niños y asistir a eventos como estos.
El desfile de zanqueros fue parte de la actividad infantil, celebrada durante el último día de la SanSe. Se trató de una jornada familiar que empezó temprano en la mañana e incluyó talleres de arte, presentaciones musicales y obras de teatro con mensajes educativos y entretenidos.
“Cogimos el dominguito de familia. No estamos metiéndonos en el revolú de la calle, pero la estamos pasando bien”, sostuvo Emma Hernández, quien viajó a San Juan desde Vega Alta junto a sus hijos de dos y seis años.
Durante el día, los niños crearon máscaras, banderas y antifaces alusivos a las fiestas, escucharon la presentación de Los Mocosos y disfrutaron de la obra de teatro de Agua, Sol y Sereno titulada Comer, entre otras actividades.
“Esta es una tradición que hay que seguir, porque le da espacio a los niños de hacer sus dibujos y sus máscaras. Se sienten parte de la celebración”, destacó Pedro Adorno, director de Agua, Sol y Sereno.