DESDE MÉXICO A TU TAZA
El 80% del grano de café que termina colao en nuestros hogares proviene de suelo azteca, pues en Puerto Rico la cosecha no satisface la demanda
Las firmas grandes que atienden el 80% del consumo local, esas tienen un gran por ciento de café importado. No podemos hacer otra cosa, o nos tomamos ese café o no tomamos ninguno”
CARLOS FLORES ORTEGA SECRETARIO DEL DEPARTAMENTO DE AGRICULTURA
El cafecito que te tomarás hoy probablemente ya no sea aquel brebaje famoso que salía de nuestras montañas y lo degustaba el Papa, allá en el Vaticano. Ahora, al menos su grano es 80% mexicano.
La semana pasada las empresas mexicanas Exportadora de Café California y Agroindustrias Unidas de México ganaron una subasta para suplementar el café en Puerto Rico. El grano viene semitostado al 10% y aquí se termina de tostar, se muele y se empaca, dijo el Departamento de Agricultura.
La necesidad de traer grano extranjero no es nueva, pero según el secretario del Departamento de Agricultura (DA), Carlos Flores Ortega, desde 1996, tras el azote del huracán Georges y ante la escasez de mano de obra, Puerto Rico ha necesitado esa aromática pepita proveniente de otros países para atender la demanda.
En Puerto Rico, se consume unos 270,000 quintales de café al año, de los cuales -hasta septiembre pasado- eran 100,000 provenían de nuestro suelo y el restante, unos 170,000 quintales, de afuera.
Pero luego de los huracanes Irma y María, la necesidad se disparó y para el periodo 2018 a 2019 podrían requerirse 240,000 quintales extranjeros, un alza de 41%, aunque esto dependerá de cuánto café local finalmente se obtenga.
“El daño que sufrimos en el café fue en toda la región. En todos los municipios encontramos áreas muy afectadas”, dijo Flores Ortega.
“Las firmas grandes que atienden el 80% del consumo local, esas tienen un gran porciento de café importado. No podemos hacer otra cosa, o nos tomamos ese café o no tomamos ninguno”, agregó.
Explicó, sin embargo, que no se compra café cualquiera.
Catadores del DA visitan a las empresas que participan en la subasta, de países como Costa Rica, México y República Dominicana, para evaluar el café arábico al que estamos acostumbrados en la Isla.
En Puerto Rico, sí sobrevive café 100% boricua, pero se trata de marcas más pequeñas, dijo.
La industria del café representa unos $20 millones anuales al Producto Nacional Bruto y es una de las primeras 10 industrias agrícolas aquí.
No todo se perdió
Una buena noticia es que no toda la cosecha se perdió.
Flores Ortega aclaró que tras los huracanes en septiembre pasado, el 20% de la siembra de café y el 75% de los arbustos sobrevivieron en las 36,000 cuerdas dedicadas a este fruto.
Incluso, tuvo la oportunidad de visitar recientemente una finca en Adjuntas, donde observó que “estos árboles que se renovaron después del huracán, están floreciendo”.
“La florecida del café es preciosa. Aquellos que dicen que no va a haber café, que no va a haber cosecha, eso no es cierto”, agregó.
Sobre las 9,000 cuerdas perdidas, Flores Ortega dijo que ya hay contratados viveristas que llevarán tres millones de nuevos árboles de café al año para sustituir los destruidos.
También exhortó a los agricultores a aplicar las técnicas que recomienda su departamento para cuidar los árboles que sobrevivieron.
Oportunidades florecen de la destrucción
Asimismo, el funcionario expresó optimismo de que tras el azote huracanado se pueda obtener una nueva forma de vender el café a través de mercados especializados.
El también agrónomo explicó que hoy día muchos caficultores mezclan café óptimo con el regular, que venden a $300 el quintal, pero la intención del Gobierno es llegar a los mercados especializados, logrando separar el grano de calidad, que se vende casi en el triple, a unos $800 el quintal, y es lo que da fortaleza al café en lugares como Hawai, donde hay condiciones laborales similares a las de Puerto Rico.
Argumentó que, cónsono con el Plan para Puerto Rico del gobernador Ricardo Rosselló, la próxima semana el Departamento de Estado aprobaría un Registro de Cafés especiales que permitirá a Agricultura ponerle un sello de calidad a ese producto y llegar a esos mercados.
“Es el mejor momento para hacer esto, porque estamos casi en base cero. Esa producción que va subiendo se puede dedicar a café de mejor calidad. Esta es una buena oportunidad. Los huracanes no todo lo que traen es malo”, añadió.
No es solo una forma de buscar más ganancia al empresario, que puede permitir que se mejoren las condiciones de trabajo al obrero del café y así aumentar el grano local en el mercado boricua, sino que se trata de un paso en dirección a las nuevas tendencias en el mercado de café, añadió.
“Hay indicadores que dicen que la gente está buscando cada día un mejor café. Hace 10 años en Puerto Rico no conocíamos los ‘coffee shops’ y mucho menos los baristas. Lo que ha pasado en los pasados 10 años es que un grupo de jóvenes se ha adiestrado en este mundo, como baristas, dando mayor valor y calidad a ese café, el consumidor lo paga a buen precio y eso revierte a ese agricultor. Y tenemos que estar pendientes a estas tendencias. Que siempre habrá café más barato: sí, pero tenemos que estar pendiente a esas tendencias”, sostuvo.
Asimismo, la Corporación de Seguros Agrícolas ha pagado $14 millones correspondientes al 33% de las 5,500 pólizas de este seguro, y para este mes esperan haber saldado el 90% de todas las reclamaciones.