Primera Hora

MÁS FUETE PA’ LA ISLA

Las erosionada­s costas volvieron a recibir el castigo implacable de las olas

- OSMAN PÉREZ MÉNDEZ osman.perez@gfrmedia.com

LOÍZA. Tal como se esperaba, la intensa marejada que azota al país desde el domingo causó estragos a lo largo de la costa norte y la zona de Piñones fue de las más afectadas.

La carretera que conecta a Loíza con Isla Verde, la PR-187, quedó intransita­ble, con varios tramos bastante extensos cubiertos por completo por gran cantidad de arena, escombros y agua del mar que, a horas del mediodía de ayer, continuaba entrando por varios puntos de la conocida playa.

No obstante, a las reiteradas advertenci­as de las autoridade­s, varios vehículos se habían quedado varados en la ruta.

Durante un recorrido a bordo de un camión militar en compañía del vicealcald­e de Loíza, Luis Rafael Ortiz, y la directora de la Oficina Municipal de Manejo de Emergencia­s, Arline Alvira, Primera Hora pudo ver al menos dos vehículos que permanecía­n enterrados en la arena, y que probableme­nte tengan que esperar allí hasta que las autoridade­s avancen en la limpieza.

De acuerdo con oficiales de la Policía que vigilaban los accesos a la carretera, al menos seis vehículos y dos motoras habían tenido que ser auxiliados, luego que se adentraran por la ruta costera, ignorando las advertenci­as al respecto.

“Desde anoche (domingo en la noche) se cerró la carretera (187). Las olas estaban rompiendo hasta la carretera, había agua, arena y escombros”, dijo el teniente Josué Polanco, del precinto de la Policía en Piñones. “La gente no está escuchando. Están viniendo hasta con menores. No están haciendo caso a las advertenci­as. Hemos tenido problemas con eso. Se exponen al peligro y, además, están obstaculiz­ando las labores de limpieza”.

Mientras el teniente hablaba, y dos retroexcav­adoras, de los municipios de Loíza y Carolina, luchaban por sacar arena de la carretera, más curiosos continuaba­n llegando al lugar, ignorando las advertenci­as de seguridad.

Según había anticipado el Servicio Nacional de Meteorolog­ía, se espera que las marejadas continúen por lo menos hasta mañana.

En otras áreas de Loíza también se reportó la entrada del mar, llegando a afectar residencia­s, pero sin daños sustancial­es. Cuatro personas se habían refugiado como medida de precaución ante la amenaza de las aguas a sus residencia­s.

La gente no está escuchando. Están viniendo hasta con menores. No están haciendo caso a las advertenci­as... Se exponen al peligro y además están obstaculiz­ando las labores de limpieza”

JOSUÉ POLANCO

TENIENTE DE LA POLICÍA

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LA NATURALEZA Hilda Clemente Vizcarrond­o camina por la carretera PR-187 en Piñones, que fue cerrada al tránsito por los daños en la zona. Arriba, el frente marítimo de Cataño. A la izquierda, Piñones quedó bajo arena.
OTRO GOLPE DE LA NATURALEZA Hilda Clemente Vizcarrond­o camina por la carretera PR-187 en Piñones, que fue cerrada al tránsito por los daños en la zona. Arriba, el frente marítimo de Cataño. A la izquierda, Piñones quedó bajo arena.

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