ELLAS SÍ SON DURAS
Lo superaron todo por su amor al deporte
Pese a haber sufrido graves lesiones de rodilla y en la columna vertebral que pudieron dejarla inválida, y algún serio revés personal, como la muerte de su padre, la judoca puertorriqueña Melissa Mojica se ha sobrepuesto a las circunstancias de cara a su cuarto ciclo olímpico seguido.
“Uno empieza a vivir la vida sin saber lo que hay mañana. He estado en tres ciclos olímpicos, y he aprendido a ser paciente y a conocer el mundo”, destacó Mojica al repasar su vida.
Aunque tras los Juegos Olímpicos de Río 2016 pensó nuevamente en retirarse, la judoca, que compite en la categoría de +78 kilos, actualmente se prepara para su participación en el Abierto de Madrid, para luego ir a Italia a entrenar.
Los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018 será su primera cita importante de su nuevo ciclo.
Desde joven se destacó en el lanzamiento de la bala y del martillo, y también probó con la halterofilia. Pero el exjudoca y entrenador Luis Martínez la aconsejó que practicara judo. Fue entonces que meses después debutó a nivel internacional en el Campeonato Panamericano de 2005 que se celebró en Caguas. Pronto tuvo que viajar para prepararse para otras competencias.
“Fue difícil porque no estaba acostumbrada a dejar mi casa y alejarme de mi familia”, dijo.
En esa época, al padre de la atleta le diagnosticaron cáncer de colon, enfermedad que lo venció.
“Fue un año bien agotador”, admitió la judoca, que debido a todo lo que vivió y sufrió, decidió retirarse. “Culpé al judo. Pero después de un tiempo mi entrenador, José Pérez, me convenció para continuar”.
En su primera participación olímpica, en los Juegos de Londres 2012, no logró alcanzar el podio, pero fue coprotagonista de uno de los momentos históricos del olimpismo cuando se enfrentó y venció a Wojdan Shaherkani, la primera mujer saudí que competía en unas Olimpiadas.
El deporte también le ha causado a Mojica serios problemas en forma de lesiones. La más grave ocurrió durante un entrenamiento cuando un judoca la alzó para tirarla. Su cabeza chocó contra el tatami, mientras su rival le cayó encima.
“Estuve como 30 segundos inconsciente, no sentía las piernas, no sabía dónde estaba, ni podía decir mi nombre. La columna se comprimió un poco. Estuve un año y medio fuera”, dijo.
Los Juegos de Barranquilla son su objetivo inminente. Los Panamericanos de Lima 2019 podría ser el siguiente. Los Olímpicos de Tokio 2020, quién sabe. Ella prefiere ir año a año. No en vano la paciencia es una de sus virtudes.
He estado en tres ciclos olímpicos, y he aprendido a ser paciente y a conocer el mundo” MELISSA MOJICA JUDOCA