CONCENTRADA EN LA FAMILIA
Vilmarie Mojica no ha tomado una decisión sobre su futuro deportivo
Vilmarie Mojica aún no tiene claro cuál será el giro que tomará su profesión como voleibolista.
Poco después de hacer una donación especial de su cabello a la Sociedad Americana contra el Cáncer, capítulo de Puerto Rico, la acomodadora de las Valencianas de Juncos discutió los planes en cuanto a su carrera deportiva.
Ayer, Mojica donó dos moños de cabello de nueve pulgadas como parte de la campaña que impulsa la empresa de productos Pantene. El pelo colectado será utilizado en la confección de pelucas para pacientes de cáncer.
Mojica indicó que, por el momento, está comprometida con atender a su familia compuesta por el exgimnasta Tommy Ramos y Valeria, hija de la pareja.
“El año pasado no hubo liga superior debido al huracán (María). Si el próximo año hay liga, tendría que evaluar”, reconoció Mojica. “Todavía no he tomado la decisión por completo”.
La joven de 32 años explicó que está latente la posibilidad de expandir el núcleo familiar.
“Estoy formando mi familia, mi esposo (Ramos) y yo estamos pensando en tener un segundo (hijo), aunque no sabemos cuando”, recalcó.
Mojica confirmó su retiro de la Selección Nacional femenina después de los Juegos Olímpicos Río 2016.
“Me gustaría quedarme jugando localmente, pero con la nena todo cambia, las prioridades cambian y por ello no he tomado una decisión”, sostuvo. “Siento que me queda para jugar, pero queremos darle un hermanito o hermanita a la nena (Valeria) y no deseo esperar mucho. En Superior todavía puedo seguir”, agregó Mojica.
Un acto de caridad
Mojica conoce los dilemas que aquejan a las mujeres que padecen de cáncer. Dos integrantes de su familia son sobrevivientes y para ella donar cabello es la manera de crear conciencia.
“Se siente bien poder hacer algo así. Ojalá y lo hubiese hecho antes”, admitió.
Durante los pasados nueve años, la iniciativa Beautiful
Lengths ha recaudado sobre 17,000 moños de melena para la confección de 850 pelucas naturales.
María Inés Aponte, de Caguas, ha sido una de tantas sobrevivientes de cáncer que se han beneficiado por la generosidad de personas como Mojica.
“Sentí emoción cuando le estaban cortando el cabello a Vilmarie. Ella seguramente sintió un poco lo que pasamos las personas cuando se nos cae el pelo. Volvieron esos recuerdos de cuando perdí el cabello y tuve que usar una peluca”, compartió Aponte.