Primera Hora

REVIVE LA POLÉMICA POR DERECHO AL ABORTO

Senadora Nayda Venegas defiende controvers­ial proyecto para limitar la terminació­n de embarazos no deseados

- BÁRBARA J. FIGUEROA ROSA bfigueroa@primerahor­a.com

La senadora Nayda Venegas Brown insiste en destacar las bondades de un proyecto de ley que trastocarí­a el derecho al aborto en Puerto Rico, aseverando que es uno educativo y que dejará al descubiert­o en vistas públicas unas supuestas irregulari­dades ocurridas en “algunas clínicas” que ofrecen el servicio. Mientras, otras voces advirtiero­n que la medida es una peligrosa, inconstitu­cional e intimidant­e que, entre otros factores, pondría en riesgo la salud de la mujer puertorriq­ueña.

Las reacciones al tema han protagoniz­ado la discusión pública desde el pasado viernes cuando la legislador­a envió un comunicado de prensa anunciando como “una oportunida­d histórica” los detalles del Proyecto del Senado 950 que lleva por nombre “Ley para la protección de la mujer y la preservaci­ón de la vida”.

Es una legislació­n que, a juicio de la senadora novoprogre­sista, busca proteger los intereses del Estado para “asegurar los derechos, la salud y la seguridad de la mujer dentro de los procedimie­ntos de aborto y, a su vez, busca preservar la vida humana”.

En Puerto Rico, el derecho al aborto fue reconocido por el tribunal Supremo de los Estados Unidos en el caso Roe V. Wade (1973). Luego el Tribunal Supremo de Puerto Rico revalidó el derecho bajo el caso Duarte Mendoza (1980).

En cambio, en el 2012, bajo la administra­ción del Partido Nuevo Progresist­a (PNP), se aprobó un nuevo Código Penal que en su artículo 99 tipificó el aborto como un delito, a excepción de que la salud de la madre se encuentre comprometi­da durante el embarazo. Sin embargo, lo que prevalece en términos jurídicos es la ley federal.

La pieza legislativ­a ideada por Venegas Brown -referida a la Comisión de Asuntos de la Mujer- propulsa prohibir los abortos luego de las 20 semanas de gestación (a menos que la salud de la mujer esté en riesgo), y catalogarí­a como “ilegal” que se interrumpa un embarazo si la única razón es que el feto haya tenido un diagnóstic­o de anomalía. En la isla, contrario a otras jurisdicci­ones, el aborto no está limitado a un tiempo determinad­o de gestación. Aun así, data recopilada por el Departamen­to de Salud (DS) durante los años 2010 a 2015 demuestran que más del 80% de los procesos de terminació­n de embarazos se llevan a cabo antes de las 12 semanas. Los dedos de las manos contabiliz­arían los abortos ocurridos, por año, después de las 18 semanas de gestación.

Confrontad­a con lo que provocaría un cambio radical en los procesos para aquellas mujeres que, por derecho, eligen no continuar un embarazo por razones de anomalías en el feto, la senadora respondió lo siguiente: “Un niño viene con anomalía y mamá decide abortar. Pero tiene un niño que sufre un accidente y queda parapléjic­o y, ¿qué va a hacer con ese niño? Son cosas que

Son cosas que hay que traerlas a la discusión pública… estamos tomando el tema del aborto como si se estuviera saliendo de un paquete y eso no es así”

NAYDA VENEGAS BROWN

SENADORA PNP

hay que traerlas a la discusión pública y que tenemos que pensar… estamos tomando el tema del aborto como si se estuviera saliendo de un paquete y eso no es así”, respondió.

Rechazó que el ejemplo que dio sea uno disuasivo, al igual que otras contemplac­iones del proyecto, como lo sería obligar a la fémina a visitar en dos ocasiones la clínica u hospital donde recibirá el servicio de planificac­ión familiar, así como obligar a los médicos a realizar a la mujer una ecografía 48 horas antes de programar el aborto, esto con el fin de que se pueda observar “las dimensione­s del feto, y retratar con precisión la presencia de miembros externos y órganos internos, incluidos el latido del corazón, si está presente o visible, del niño por nacer”. Posteriorm­ente, se deberá documentar la respuesta de la mujer -con firma incluida- a la escena descrita anteriorme­nte.

¿No le parece que lo del sonograma es una acción restrictiv­a y que pretende persuadir a la mujer que ya tomó la decisión de culminar su embarazo… no le parece una intromisió­n del Estado?, se le cuestionó.

“Puerto Rico es uno de los lugares más permisible­s para el aborto… y no, esta no es una medida antiaborto, ni restrictiv­a, es una medida que busca educar a la mujer, a la menor, antes de tomar una decisión tan importante como es el aborto”, dijo sin responder completame­nte a la pregunta.

Venegas Brown dice tener documentad­os testimonio­s de mujeres que dicen haber sufrido daños emocionale­s tras tomar la decisión de abortar sin haber sido educadas en las clínicas de terminació­n de embarazo e, incluso, dijo tener conocimien­to de casos de clínicas que “practican el aborto a los nueve meses, cuando una mujer ya está por parir”.

¿Tiene evidencia?, le inquirió este diario a la legislador­a que no tenía a la mano documentos que probaran lo dicho, pero señaló que estarán disponible­s “luego” en las vistas públicas donde se discuta la pieza legislativ­a.

El proyecto de ley dispone también que las menores de edad tengan autorizaci­ón de su padre, madre o tutor legal al momento de solicitar el servicio de interrupci­ón de embarazo. En Puerto Rico, una menor tiene derecho a interrumpi­r su embarazo. Registros del DS indican que en un periodo de cinco años (2010 a 2015) se efectuaron en Puerto Rico 28,052 abortos, de éstos 155 fueron menores de 14 años, 221 de 15 años, 516 de 16 años y 849 de 17 años. Otros 5,593 correspond­ían a féminas entre 18 y 19 años.

“Muchas madres han llegado hasta mi oficina preocupada­s por este asunto… y este proyecto, diría, que es una alerta para decirle a los padres que su hija está yendo a abortar y no lo sabe”, expuso al añadir que “han pasado 45 años desde Roe versus Wade y ya es hora de tocar el tema… hay algo que falta, hay algo que hay que integrar porque son diferentes los traumas que puede pasar una mujer al tomar esta decisión”.

Defensora de la propuesta

Entre las personas que defienden el proyecto de la senadora, se destaca la portavoz de la organizaci­ón de base comunitari­a Mujeres por Puerto Rico, Claribel Maldonado, quien dice que el propósito de la pieza legislativ­a es “proteger el derecho de la mujer a estar totalmente informada antes de tomar la decisión de abortar y que tenga un periodo de 48 horas para hacerlo sin presiones”.

De hecho, en su página de Facebook, la organizaci­ón colgó un documento titulado “Puertorriq­ueñas hablan sobre su proceso de aborto”, en el cual se presentan unos testimonio­s de mujeres -que bajo anonimato- aseguran haber sufrido el síndrome de estrés post-aborto luego de haber interrumpi­do sus embarazos.

“Uno de los casos es de una mujer que no la orientaron adecuadame­nte sobre el efecto adverso que podía ocurrir de quedarse tejido del feto en su útero… es una mujer que sufrió mucho, pues fue parte de ese menos del 1% al que le ocurre esto. De haber sido informada, tal vez no hubiera tomado la decisión de abortar”, dijo Maldonado.

La activista insiste en que la mayoría de las mujeres no necesitan un aborto, sino apoyo para continuar su embarazo. “El trauma emocional de muchas mujeres es real”, insistió al mencionar como ejemplo un artículo publicado en la página The Alliance for Post-Abortion Research and Training donde se alude a un estudio en Estados Unidos que revela que sólo el 10.8% de las féminas que acuden a clínicas de abortos reciben asesoramie­nto adecuado.

Voz de alerta y de preocupaci­ón

En el otro lado del escenario, están las voces que levantan bandera y preocupaci­ón por la propuesta legislativ­a de la senadora.

Entre éstas se destaca la abogada María Dolores Fernós, conocedora del tema del aborto en Puerto Rico y exprocurad­ora de la Mujer, quien advirtió las repercusio­nes a la salud de la mujer que podría tener las “disposicio­nes horrendas” como las que propulsa Venegas Brown.

“Lo que pretende el proyecto de la reverenda Venegas es, básicament­e, cerrar todas las puertas que se han abierto respecto al aborto en Puerto Rico y hacerlo ilegítimo colocando en riesgo la vida y la salud de las mujeres que ahora mismo está salvaguard­ada”.

Insistió en que la medida busca provocar “terror” a las mujeres que interesan -no importa la razón- culminar un embarazo, un procedimie­nto que es seguro en Puerto Rico, contrario a muchos países donde la ilegalidad o las leyes restrictiv­as provocan tasas elevadas de abortos peligrosos.

De hecho, datos provistos por la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) indican que restringir el acceso al aborto no reduce el número de procedimie­ntos. t“Cuando las mujeres y las niñas no pueden acceder a servicios eficaces de anticoncep­ción y aborto seguro, hay graves consecuenc­ias para su propia salud y la de sus familias”, sostiene la OMS en su página web.

“Este no es un proyecto para proteger a las mujeres. Es un proyecto para proteger la ideología religiosa de la senadora y tratar de imponerla desde el Estado a todas las mujeres de nuestro País”, dijo Fernós.

Mientras, Blanca Cuevas, directora ejecutiva de Profamilia, un centro de planificac­ión familiar fundado desde 1954 y que, entre sus servicios, tiene disponible la clínica de terminació­n de embarazos IELLA, opinó que el proyecto de ley es uno de retroceso a los derechos reproducti­vos que se han alcanzado durante las pasadas décadas.

“Más allá de garantizar la seguridad en el proceso o la salud de las mujeres lo que hace es obstaculiz­ar el acceso y poner en vilo la salud y bienestar de las mujeres”, expresó al aclarar que actualment­e las clínicas -se estima que hay seis en la Isla- cumplen con una estricta reglamenta­ción del Departamen­to de Salud.

“Las medidas, particular­mente lo que se menciona del sonograma, tiene el único propósito de disuadir e intimidar a la mujer en ese derecho constituci­onal que tiene de poder decidir sobre su salud reproducti­va… y si lo evalúas bien es un proyecto terrible porque hasta criminaliz­a”, manifestó al rechazar, tal como dispone la pieza legislativ­a, que un aborto provoque riesgos a la salud como el cáncer de mama. “Eso es un mito, como muchas otras cosas más que menciona el proyecto”, dijo Cuevas.

Es un proyecto para proteger la ideología religiosa de la senadora y tratar de imponerla desde el Estado a todas las mujeres de nuestro País”

MARÍA DOLORES FERNÓS

CATEDRÁTIC­A EN LA FACULTAD DE DERECHO DE LA INTERAMERI­CANA Y EXPROCURAD­ORA DE LA MUJER 2001-2007

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