LO TILDABAN DE ESPÍA RUSO
Comienzan a aflorar detalles en demanda de exagente federal por discrimen en el empleo
Una investigación por presunta colaboración con espías rusos de la que acabó exonerado y un comentario de mal gusto en su contra en medio de una reunión ante todo el personal de la oficina de la fiscalía federal en la Isla, fueron algunos de los elementos más sobresalientes en la jornada de ayer en el juicio de la demanda por discrimen y acoso laboral que sometió un exespecialista de inteligencia contra la oficina local de la fiscalía federal.
El exespecialista Francisco J. Reyes Caparrós, quien es un veterano con discapacidad parcial ahora convertido en abogado, alega en la demanda que sometió en el 2015 haber sido víctima de un patrón de hostilidad mientras trabajaba en la oficina local de la fiscalía federal, que incluyó entre otras cosas que se le impidiera hacer las funciones para las que había sido contratado, le desacreditaran, fuera objeto una campaña infundada de que podía ser un espía ruso, implementaran acciones disciplinarias en su contra, le amenazaran con evaluaciones negativas, le aislaran de otros colegas, y eventualmente lo relevaran.
Durante la jornada de ayer ofrecieron sus testimonios el fiscal José Capó y Jaqueline Novas, asistente ejecutiva de la jefa de la fiscalía federal, Rosa Emilia Rodríguez Vélez.
Tanto Capó como Novas admitieron que en una reunión en septiembre de 2013 para anunciar que enviarían al personal a sus casas por el cierre del gobierno federal, la fiscal Rodríguez Vélez emitió un comentario en el que se refirió a Reyes Caparrós como alguien al que no querían. El comende tario se produjo poco después de otro incidente en el que, según declararon ambos testigos, la fiscal Rodríguez Vélez se había mostrado molesta por una decisión que había tomado Reyes con relación a una preocupación de seguridad de unos miembros de la oficina.
“Dijo algo como que Francisco (Reyes) no nos gusta más que otros pero se quedará trabajando”, explicó Novas ante preguntas de la abogada del demandante, la licenciada Bamily López.
En cuanto a la situación creada luego que se presentaran dos agentes del FBI a indagar sobre el posible contacto de Reyes Caparrós con espías rusos cuando pidió participar de un programa de intercambio en Rusia, Novas explicó que fue una situación que se vivió por primera vez en la fiscalía, y que ante una solicitud del FBI se optó por eliminarle a Reyes Caparrós todos sus accesos de seguridad y ponerlo a trabajar en otros asuntos.
La investigación se extendió de octubre de 2013 a diciembre de 2015. En su notificación final, según se presentó en el juicio, el FBI determinó que no había ocurrido actividad criminal alguna.