Los que tú elegiste se vendieron por par de pesos
La Junta empuja su visión de cumplir con un plan que le endulce el oído a los republicanos para decirle que están implantando su ideología de darle más al patrono para que “creen riqueza”. Ellos juran que los patronos van a crear un montón de eficiencia cuando empleados no tengan la protección de una mesada en caso de despido sin justificación.
Ahora, según Natalie Jaresko y Ricardo Rosselló, tanto Johnny Méndez como Thomas Rivera Schatz sabían de esta agenda y lo que pidieron a cambio de aprobar la eliminación de esa protección fue que en el presupuesto le soltaran billetes.
La Legislatura pidió $50 millones anuales para repartir, que no le cortaran $24 millones que le iban a quitar y respetar los $78 millones legislados para los alcaldes tras el huracán. El Gobernador pidió no eliminar otros derechos como vacaciones, días de enfermedad y bono de navidad, pero también pidió tener millones de dólares para La Fortaleza gastar.
Lo que hace ahora Rivera Schatz es igualito a lo que hizo Carmen Yulín Cruz cuando en 2015-16 protestó y peleó contra la aprobación de la crudita. Entonces, Yulín pidió públicamente protestar contra el aumento a la gasolina, pero por lo bajo le pidió a sus legisladores que se aseguraran de que le repartieran parte del billete que recaudara. O sea, “no lo aprueben” decía públicamente, en privado pidió que le consiguieran chavos de su aprobación.
Rivera Schatz pelea públicamente contra la eliminación de la Ley 80, pero ya ha dicho claramente que no es que no la va a aprobar, es que está esperando los estudios que demuestran que es bueno eliminarla. Claro, todo el mundo piensa que Rivera Schatz defiende a los trabajadores y con eso logra políticamente que quien cargue la culpa sea el Gobernador. Igual que Yulín quería que la culpa política la cargara García Padilla y no ella quien quería millones largos para su agenda.
El problema real de esto es que, todos los estudios dicen que gran parte de los trabajos desaparecerán por la tecnología y la automatización en los próximos años con o sin Ley 80. Mientras aquí la Legislatura pide dinero para ellos repartir en barriles y alcaldes, no pidieron ese dinero para readiestrar a empleados que podrían ser despedidos por la eliminación de la Ley y que se usen las escuelas públicas por la tarde para darle clases a los desempleados para que puedan crear oficios.
Según la OECD, el 14 por ciento de los trabajos de hoy van a desaparecer y el 32% de los trabajos van a sufrir enormes cambios y reducciones de plazas cuando la inteligencia artificial y automatización se optimicen pronto. El estudio http://www.oecd.org/employment/future-of-work/Automation-policy-brief-2018.pdf establece la necesidad de empezar a readiestrar a empleados en otras áreas que no sean tan vulnerables a la automatización. Empleos en comida, construcción, agricultura, y muchas otras cosas que hoy hacemos humanos, pronto algoritmos y computadoras los harán. En seguimiento, la OECD publicó http://www.oecd.org/els/soc/Future-of-social-protection.pdf que gran parte de la educación debe ser cambiada para alistar a la gente y cambiar los medios educativos para estar listos para este futuro cercano.
En vez de los legisladores y el gobernador pedir esos millones para preparar a nuestros jóvenes, readiestrar a la gente en empleos de energía renovable, programación, codificación y automatización, los pidieron para seguir con sus gastos y contratos de los amigos del alma. La Junta de Control fiscal permite estos gastos que no tienen sentido a cambio de un ajuste en la ley actual para supuestamente el año que viene venir con recortes y redirección de fondos.
La Junta de Control fiscal hasta ahora ha reducido el 87% del pago de la deuda, según los propios bonistas en sus demandas, y eso se aplaude; pero, si en esta pelea se entregaron a los gustitos políticos, cuando vengan otras diferencias no me imagino lo que pasará.
Quizás nos hace falta que venga la Junta de Trump que llega pronto o que la jueza nos quite la protección contra los buitres que permite el Capítulo III de PROMESA. Quizás así maduramos.
“Ellos juran que los patronos van a crear un montón de eficiencia cuando empleados no tengan la protección de una mesada en caso de despido sin justificación”