CASO DE FISCALÍA FEDERAL EN UN PUNTO CLAVE
Abogados harán sus argumentos finales y el juez dará instrucciones al jurado
Los últimos testigos en el pleito legal que lleva el exespecialista de inteligencia Francisco J. Reyes Caparrós contra la oficina local de la fiscalía federal en Puerto Rico por un alegado patrón de hostigamiento laboral, terminaron de declarar y se espera que hoy los abogados de las partes presenten sus argumentos finales ante el juez Joseph Laplante, quien luego dará las instrucciones al jurado para que inicie la deliberación.
En la continuación ayer del juicio declararon el exjefe del FBI en Puerto Rico, Carlos Cases, y el agente Joe Rodríguez, quien efectuó la pesqui- sa contra Reyes Caparrós luego que se conociera que quería viajar a Rusia como parte de un intercambio.
Detrás de la organización del viaje, sin embargo, había una persona que el FBI identifica como espía ruso, algo que desconocía Reyes Caparrós.
Ambos declararon en torno a las restricciones impuestas al exespecialista por motivo de la pesquisa del FBI.
Por ello, la fiscalía federal le dio a Reyes Caparrós otras asignaciones y lo trasladó a otro edificio, hasta que el demandante eventualmente renunció en febrero 2014.
La fiscalía federal plantea que las acciones que adoptó contra de Reyes Caparrós fueron siguiendo instrucciones del FBI, aunque el demandante alega que la agencia y la fiscalía actuaron en común acuerdo para mantenerlo bajo una situación de hostilidad en su lugar de trabajo.
Jason Weida, abogado de la parte demandada, preguntó a Rodríguez y a Cases si hubo una solicitud o presión de parte de la fiscalía federal para imponer las restricciones.
Ambos negaron que hubiese presión de la fiscalía y aseguraron que el pedido de la pesquisa llegó desde el FBI en Washington, D.C.
Bamily López, abogada del demandante, le planteó a Rodríguez por qué había ido a la fiscalía federal a informar de una investigación contra Reyes Caparrós el día 2 de octubre de 2013, cuando el documento en que se da por concluida la investigación dice que había comenzado oficialmente el 3 de octubre de 2013.
Rodríguez explicó que el papeleo sobre Reyes Caparrós se completó el 3 de octubre porque inicialmente se trataba de una pesquisa más amplia que abarcaba a varias personas.
A preguntas de la abogada, Cases explicó que la determinación de imponer restricciones a Reyes Caparrós fue un procedimiento estándar cuando se hace una pesquisa.
Sin embargo, Cases admitió que no tomó decisiones en torno a la investigación y tampoco le dio un seguimiento a pesar de que fue extendida en cuatro ocasiones.
“Cuando se pidieron las extensiones, ¿usted verificó antes de otorgarlas?”, preguntó López.
“Yo no me ocupo de eso. Sería el agente a cargo. A mí me reportaban sobre el caso de vez en cuando”, admitió Cases, quien actualmente trabaja como enlace del FBI en México.
La investigación del FBI contra Reyes Caparrós acabó oficialmente en diciembre de 2015, con la determinación de que no cometió acción criminal ni puso en riesgo la seguridad nacional de EE.UU.
Más temprano ayer declaró la exfiscal Vanessa Bonano, sobre la labor de Reyes Caparrós en la recopilación de datos para la iniciativa de lidiar con armas de fuego.
A Reyes Caparrós se le asignó ese trabajo luego que le restringieran sus accesos a raíz de la investigación del FBI por el asunto del viaje a Rusia.
El demandante insiste en que no pudo hacer el trabajo de recopilación de datos porque las estadísticas no estaban correctas, había duplicidad de números en varias bases de datos, y no recibía toda la información necesaria de parte de los fiscales sobre los casos que estaban llevando.
Bonano admitió no haber dado información de detalles específicos de casos, pero señaló que Reyes Caparrós pudo haber conseguido esa información a través de alguna de las bases de datos o que pudo haberla solicitado y se le hubiese suministrado.