COLOMBIA NO PUDO EVITAR EL DOLOR
BOGOTÁ. La derrota ante Japón, considerado el oponente más débil en el Grupo H del Mundial, no estaba en el cálculo ni del colombiano más pesimista. El 2-1 de ayer en Saransk enmudeció, paralizó a millones de hinchas con la camiseta amarilla del combinado nacional.
El encuentro se abrió en un ambiente triunfalista, de carnaval en las calles y casas de Colombia, pero el mazazo fue demasiado severo y terminó con aire fúnebre.
Antes del partido, el presidente Juan Manuel Santos le envió un mensaje de aliento al plantel comandado por los astros Radamel Falcao y James Rodríguez.
“Colombia tiene que ganar”, afirmó y pronosticó un 2-0.
Colombia quedó en cambio en una situación comprometida. Enfrentará a Polonia el domingo y a Senegal el 28 de junio con la necesidad de ganar para aspirar a los octavos de final.
Los hinchas dejaron atrás el resultado de los comicios del domingo para elegir nuevo presidente de Colombia y volcaron su atención y entusiasmo en el duelo de la selección. Atrasaron el arribo a los sitios de trabajo, colegios y universidades para seguir el cotejo que terminó en una inmensa frustración.
Los medios ahora tratan de reactivar el entusiasmo de los tristes hinchas.