“UPR A la Junta y al propio Gobernador les conviene promover la y no quitar exenciones y subir costos como siguen proponiendo”
No voy a usar los tradicionales argumentos para defender la UPR, porque es muy mangó bajito decir que la educación es el futuro, que es la herramienta de desarrollo económico y que nos quitan la educación para que el pueblo se embrutezca.
Todos eso es cierto, pero hoy soy abogado del diablo y como abogado del otro lado voy a decirles que, a los bonistas, a los buitres, a la Junta y al propio Gobernador les conviene promover la UPR y no quitar exenciones y subir costos como siguen proponiendo.
Contrario a la filosofía de la Junta, las universidades del Norte no están haciendo lo que ahora ellos empujan. El brutal incremento del costo de la educación en los Estados Unidos llegó en las décadas de 1980 y 1990, y los muchachos de la Junta y el Gobe están convirtiéndose en ochentosos probando teorías que ya andan descartadas.
Mientras universidades de los estados están buscando bajar sus costos, bajar matrículas, abaratar costos a base de clases en línea, enfocarse en becas y pedirles a sus alumnos que se queden en el estado a cambio de no tener que pagar su educación, en Puerto Rico estamos haciendo lo contrario.
La crisis de préstamos estudiantiles en los estados ha preocupado tanto que han empezado a buscar abandonar el modelo de educación carísima que solo se puede pagar si eres rico o endeudando hasta los choznos.
El doctor y catedrático Carlos Colón de Armas, quien no es en lo absoluto enemigo de los bonistas y dice que puede pagarse toda la deuda, ha planteado muchas veces que pretender copiar ese modelo es “ceguera ideológica” porque esa filosofía es locura en una Isla que se vacía.
Mientras en NYU buscan darles gratis acceso a los estudiantes de medicina, aquí vamos al revés.
El asunto se logró de forma creativa con donativos y participación de la empresa privada. Y es que investigaciones recientes han demostrado que personas con aptitud para ciertas profesiones, han tenido que irse a estudiar otra cosa porque lo que querían estudiar no paga lo suficiente como para vivir y cubrir los préstamos estudiantiles.
Un ejemplo es Columbia University que está eliminando los préstamos a todos los estudiantes de medicina que califiquen para ayuda económica, porque se entiende que estudiar medicina es extremadamente caro y muchos estudiantes le dan espalda a la profesión médica por sus altos costos.
En la Universidad de California están dando 300 becas a estudiantes sobresalientes para evitar dicho problema.
En Clevelend Clinic , el Wall St. Journal reportó recientemente que están dando educación gratis en áreas de investigación y quienes quieren terminar como profesores. El mismo artículo menciona que los estudiantes de medicina están saliendo con deudas de 200 mil billetes al terminar de estudiar y muchos con mucho más, porque ese es el promedio solamente. Obviamente, estas son poderosas instituciones que reciben considerables donativos que permiten dar estos beneficios.
Ahora nosotros tenemos que buscar creativamente hacer lo propio. En una Isla que se queda sin jóvenes y se vacía, hay que encontrar incentivos para quedarse aquí. Subir los costos solo empuja a que más jóvenes se vayan y por tanto aún peor estará la economía para todos incluyendo para los bonistas que sin jóvenes aquí cobrarán mucho menos aún.
Entendiendo que van a decir que los chavos no dan, pues lo que tiene que hacer la Junta y el Gobernador es buscar cuáles son las áreas de estudio que necesitamos incentivar porque van a permitir el desarrollo y cambiar las exenciones e incentivos para esas áreas, en vez de castigar a quien busca echar adelante.
Puerto Rico tiene necesidades particulares ahora, por lo que se justifica hacer esto a la vez que metemos al Título III de PROMESA para bajar la deuda de la UPR porque lo que paga a bonistas de la UPR es la matrícula que pagan los estudiantes.
Obviamente, poner métricas de estricto cumplimiento, calidad y hasta exámenes para recibir los beneficios queda a discreción gerencial, pero no se justifica subir el costo de la matrícula y eliminar incentivos a menos que la estrategia sea vaciar la Isla y que no haya profesionales que la sostengan.