DOÑA GELIA ES UNA DURA
A sus 84 años, logra graduarse de cuarto año con Alto Honor y perseguir su sueño de ser maestra
No hay una edad límite para superarse. Y eso lo sabe muy bien doña Rogelia Vázquez Otero, de 84 años de edad, quien ayer logró graduarse de cuarto año de escuela superior, lo que era uno de sus anhelos.
Doña “Gelia”, como le llaman, formó parte de un grupo de graduandos de cuarto año del Programa Alternativa Educativa del municipio de Morovis. Un desempeño sobresaliente le mereció la distinción de Alto Honor a la octogenaria, quien siempre quiso ser maestra.
“Yo tuve 10 hijos con mi esposo, Neftalí ‘Goto’ Rivera, en nuestros 60 años de casados, así que usted sabrá si me gusta la educación infantil”, reveló la graduanda, cuya jovialidad no ha disminuido con el tiempo.
La mujer, natural del sector El Tambor del barrio en Montellano de Morovis, rememoró su niñez cuando quería ser educadora, pero la situación económica de aquellos años
De niña estudié solamente hasta el tercer grado. Lloré mucho cuando me sacaron de la escuela” ROGELIA VÁZQUEZ OTERO 84 AÑOS
impuso otras obligaciones.
“Éramos seis hermanos y mi mamá, María Otero, trabajaba como despalilladora de tabaco y, pues, yo tuve que encargarme del cuidado de mis hermanos. De niña estudié solamente hasta el tercer grado. Lloré mucho cuando me sacaron de la escuela”, confesó con un dejo de tristeza.
Pero su deseo de convertirse en maestra continuaba, por lo que su hija Nelly, que es educadora, “me impulsó a venir y terminar mis estudios”.
El conmovedor relato se dio en la casa alcaldía, donde estuvo junto a sus hijos y la primera ejecutiva municipal, Carmen Maldonado González.
“Aun operada de la espalda, con cuatro tornillos en sus huesos, venía a clases. Cuando el huracán (María) cerraron las facilidades del Programa por falta de energía eléctrica, pero ella estuvo pendiente hasta que regresó en febrero para terminar”, contó su hija Nelly.
Durante la colación de grados, la alcaldesa felicitó a los graduandos, a quienes describió como como ejemplos para la juventud.
“‘Gelia’ estudió hasta tercer grado... La vocación del magisterio es una de las más hermosas que puede atesorar un ser humano, porque se encarga de la formación de las nuevas generaciones, de combatir la ignorancia y traer luz a la sociedad”, indicó Maldonado.