SANTIAGO BRILLA POR LUZ PROPIA
El hijo del expelotero Benito Santiago ha dado un gran salto en su carrera durante la serie final
ARECIBO. Indistintamente de lo que sucedió anoche en el sexto juego de la serie final del BSN, el nombre de Benito Santiago, hijo, está sonando por ‘luz propia’.
El delantero de los Vaqueros de Bayamón no solo ha jugado en gran nivel en la serie final ante los Capitanes de Arecibo, sino que se quedó jugando de titular en el cuadro del dirigente Nelson Colón.
Adquirido por los Vaqueros vía un cambio con los Atléticos de San Germán en el 2017, Santiago ha elevado su nombre en la final. Ahora bien, su nombre ya era reconocido porque en la Ciudad de las Lomas tuvo dos temporadas de promedio de puntos en doble dígitos, y porque lleva el nombre de su padre, el exreceptor de las Grandes Ligas, Benito Santiago.
“Hice nombre en esta liga en San Germán, que me abrió las puertas. Pero el cambio salió bien porque mira en dónde estamos”, dijo Santiago, de 29 años y quien llegó desde San Germán junto al cubano Ysmael Romero a cambio del canastero nacional Alexander Franklin, Paul Graham y Tyler Polo.
En la final, Santiago ha pre- sentado juegos de estámina con 36 y 37 minutos jugados. También ha tenido juegos productivos, determinantes para las victorias de su equipo, con 15 puntos en 19 minutos.
Benito debutó con Mayagüez en 2013. También jugó para los Maratonistas de Coamo.
Su nombre ha sonado, en fin, con luz propia, sin necesidad de que le recuerden que es hijo del exreceptor de las Grandes Ligas que fue Novato del Año con los Padres de San Diego en el 1987.
De hecho, Santiago contó que al entrar a universidad no pudo pasar desapercibido en el departamento atlético de la Universidad Jacksonville en Texas, a la que fue a jugar becado por baloncesto. Detalló que el dirigente de béisbol de la universidad le invitó a practicar con el equipo por ser solamente hijo del receptor que sacaba corredores sentado.
“¿Quién no conocía a papi?, preguntó Santiago, quien a la larga hizo el equipo de béisbol y por dos años jugó ambas disciplinas, logrando ser seleccionado en el sorteo de novatos de las Grandes Ligas del 2010 por los Cachorros de Chicago en la ronda 31.
“Pero no llegamos a un acuerdo y lo tomé como una señal para seguir jugando baloncesto”, dijo el canastero de 6’5” de estatura que jugó como primera base y jardinero.