Date una taza
Baristas boricuas irán a competencia internacional
Milton Luciano Pérez era un tomador de café casual. Solía tomarlo en su casa, sin exigencias mayores.
Toda su experiencia en torno al fruto del cafeto cambió cuando logró un empleo en el área del café de una librería cristiana. “No sabía lo que era un barista”, comentó de lo que hace cerca de tres años era una técnica desconocida para él.
Posteriormente, ya con algo más de experiencia, entró a formar parte del equipo del Tazón Coffee Shop, en Bayamón. El propietario del negocio, Luis Omar Barbosa, le dio le oportunidad de probarse en el barismo, que ahora es su especialización.
El joven, de 28 años, oriundo de Guaynabo, apenas tomó un curso básico sobre los distintos términos de preparación del café, pero los diseños que hoy día realiza para decorar el producto son el resultado de muchas horas viendo vídeos, practicando y preguntando.
Cisnes, caballitos de mar, rosas y corazones son algunos de los dibujos que ha perfeccionado, y para los que el tipo de leche y el vapor que genera la máquina de café son esenciales.
Luciano Pérez llevará dibujos como estos y alguno representativo de Puerto Rico para su participación en las competencias World Latte Art Championship y World Coffee in God Spirits Championship, los días 7, 8 y 9 de noviembre en Belo Horizonte, en Brasil.
Se enfrentará a otros 36 baristas por el título del mejor del mundo. La competencia se dividirá en tres rondas, de las que 12 participantes serán escogidos para la etapa semifinal. Para ambas competencias, Barbosa será su entrenador.
Luciano Pérez logró la primera posición en el Campeonato Nacional de Baristas 20018, y Barbosa la tercera posición. En segundo lugar resultó George Moreno, quien también formó parte del equipo de Tazón Coffee Shop.
“Voy a llevar el caballito de mar, que me ha tomado mucho tiempo poder perfeccionarlo, y un cisne con una rosa sobre la cabeza, que vienen a ser dos dibujos en una taza”, detalló de sus apuestas para su debut en un evento mundial.
Pero, por más hermosos que se vean los diseños, Luciano Pérez es consciente de que el sabor va por encima.
“Para hacer un buen café hacemos varios ajustes en el molino, le cogemos el peso, la finura del grano, el tiempo y a las onzas a las que queremos llevarlo”.
“Es bien importante el sabor del café, porque el arte es una cosa y el sabor es otra, porque puedes llevarle una buena presentación en la taza al cliente, pero si el café está malo, a la gente no le gusta... o al revés”.