“El abuso te arruina la vida”
Jennifer Salinas, exparticipante de “Exatlón”, aún busca sanar lo que sufrió de niña
La dureza física que exhibió la boliviana Jennifer Salinas en la competencia Exatlón es todavía el reflejo de la tragedia que vivió siendo niña.
Madre de cuatro hijos, la boxeadora profesional y músico aficionada fue abusada a la edad de cinco años por dos personas allegadas a su núcleo familiar. Esa herida todavía sangra en su memoria, aunque afortunadamente ya no lo piensa a diario.
“A mí siempre me decían, ‘tienes que hacerle caso a los adultos’, y a mí cuando me pasó lo que me pasó me llevaron como un jueguito y yo confiaba, y pienso en cómo pasaron las cosas y yo confiaba, y en su momento no era un dolor emocional, era un dolor físico. Era un ardor, era como que alguien te ponía fuego y yo confiaba y respetaba; cómo le voy a decir no a un adulto si mi papá me decía ‘le tienes que hacer caso a los adultos’, y se aprovecharon de eso”, compartió la ahora exparticipante de la competencia que transmite Telemundo.
“Yo confié y me hicieron daño. Eso me persiguió toda la vida y uno llega a ser adulto, una mujer hecha y y derecha y sigues atrapada en la niña a la que dañaron”.
Salinas, de 36 años, se refugió en el piano de su casa y posteriormente en el boxeo para desahogar el rencor que creció con ella. “Fue lo que me empezó a sanar de una manera muy rara, porque el boxeo duele. No puedo pasarle los guantes a alguien si siento que me van a noquear”.
Conocida como La Reina Boliviana, la también entrenadora personal y masajista parió a sus cuatro hijos en su casa por temor a que alguien les hiciera daño. Luego, cuando llegaban a los cinco años se remontaba al momento en que violentaron su inocencia.
“Cuando estaba con mi exmarido, en nuestros momentos íntimos, los sonidos que él hacía o a veces me tocaba de alguna manera que eso me recordaba y me daba una rabia, y yo le decía, ‘te tengo asco’. Él fue una víctima secundaria de lo que me pasó... El abuso te arruina la vida, no solo con tu pareja, con tus amistades, con tu familia, todo lo tomas personal”. En la actualidad es una mujer soltera. “Me divorcié hace cuatro años. Me enamoré de una mujer. Terminamos la relación tres meses antes de Exatlón y no estoy en una relación, pero me estoy enamorando de mí misma por primera vez. Siento que soy una mejor persona ahora”, dijo ayer en su encuentro con la prensa local y previo a una visita a un hogar de niñas maltratadas.
Salinas entró a la competencia motivada principalmente por el dinero y poder mantener una estabilidad para sus hijos de seis, 10, 14 y 20 años.
Luego, con el agotamiento físico, el reto mental y la tristeza de estar lejos e incomunicada de sus hijos, el dinero se tornó secundario. “Habían pistas donde llegaba casi desmayando, mi ritmo cardiaco era tan alto que sentía que me faltaba el oxígeno y tenía que tratar de hacer la puntería”, contó.
Estuvo en la competencia durante tres meses, hasta que una fractura en el tobillo izquierdo le impidió continuar. Todavía tiene un yeso, y se apoya de un bastón para caminar.
Mencionó a la puertorriqueña Yarishna Ayala como la rival más fuerte, y prevé un buen resultado en la final para el otro boricua, Tommy Ramos.
De la experiencia, aunque extremadamente dura, le ganó el volver a confiar en la gente y sentarse por primera vez en su vida entre un grupo de amistades.
“Lo haría de nuevo, pasaría por eso 10 mil veces nuevamente para poder vivir los momentos que he vivido y lo que estoy viviendo ahora”.
Digamos que si yo tenía que correr de aquí a allá, en cierto periodo de tiempo, yo llegaba en mi mente a pensar que estaban violando a una de mis hijas y que si no llegaba, qué iba a pasar” JENNIFER SALINAS EXPARTICIPANTE DE “EXATLÓN”