NADA FRENA LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Dos mujeres fueron asesinadas ayer por sus exparejas, en eventos en Hato Rey y Bayamón
“‘Maté a Ingrid y me voy a matar’ (diijo el victimario a su hermana)... Cuando regresa, lo encuentra muerto” JOSÉ CRUZ / TENIENTE
Con unas cinco horas de diferencia, dos mujeres fueron asesinadas por sus exparejas, víctimas de la imparable violencia de género.
Una de ellas fue apuñalada en el caserío Manuel A. Pérez en Hato Rey, y la segunda murió baleada en su hogar en las parcelas La Sabana, en el barrio Buena Vista, Bayamón.
Con estos crímenes, en lo que va de año, la cifra de víctimas de la violencia machista asciende a 22, el doble de las reportadas durante todo el 2017, que fue de 11.
La apuñala y se mata
Las autoridades fueron notificadas sobre los sucesos del primer incidente poco antes de las 8:50 a.m. de ayer, cuando José Manuel Rivera Sánchez, de 54 años, acudió a la residencia de su expareja consensual, en el apartamento 104 del edificio E-15 de Manuel A. Pérez.
Allí la apuñaló en varias ocasiones y le hizo una herida profunda en el vientre, dejándola semidesnuda en el piso de su habitación.
Con su cuerpo y ropa ensangrentados, el agresor corrió hasta el apartamento 44 del edificio D-4 del mismo complejo, donde vivía con su hermana, a quien le confesó el crimen.
“Maté a Ingrid y me voy a matar”, fueron las palabras del victimario, según indicó el teniente José Cruz Marrero, director de la División de Homicidios de San Juan, al narrar los datos preliminares que surgieron en la escena.
“Luego surgió un forcejeo (con la hermana), él la empuja y ella sale a buscar ayuda. Cuando regresa, lo encuentra muerto”, dijo Cruz Marrero.
La víctima, identificada como Ingrid García Rivera, de 32 años, se había separado hacía dos meses de Rivera Sánchez.
Ella tenía dos hijas, de 15 y 17 años, producto de otra relación; ambas estaban en la escuela al momento del crimen y quedaron bajo la custodia de los abuelos.
El asesino confeso tenía expediente criminal por cinco casos de violencia de género entre el 2010 y el 2011 con otra pareja; en el 2007 por falsificación de documentos y en el 2014 por apropiación ilegal y escalamiento.
Baleada en su hogar
La segunda víctima, identificada como Sandra Marrero Cañuelas, de 47 años, fue baleada por su expareja ayer, en su hogar de las parcelas La Sabana del barrio Buena Vista en Bayamón.
Maximino Herrera Herrera, de 44 años, quien es guardia de seguridad de la compañía Ranger American, vecino de la urbanización Los Ángeles en Carolina, fue arrestado a eso de las 5:30 p.m. de ayer en Cataño.
Según la información preliminar, a eso de la 1:15 p.m. de ayer, mientras Marrero Cañuelas estaba en compañía por un hombre en su residencia, Herrera Herrera se aproximó a una ventana a la que le rompió la tela metálica y le disparó en seis ocasiones escapando de la escena.
Las autoridades encontraron una querella por violencia de género presentada por la víctima en abril pasado, fecha cuando se separó de Herrera Herrera. Como parte del proceso, el tribunal le expidió una orden de protección con vigencia hasta junio pasado, la cual no renovó. La pareja convivió durante tres años.
La fallecida trabajaba en facturación de planes médicos en su hogar y vivía con un hijo de 13 años, que procreó con otra pareja; también tenía una hija adulta que no residía con ella.
De otro lado, está pendiente la presentación de cargos por la muerte de Nilda Medina Andújar, de 55 años, quien falleció el miércoles de la semana pasada, a consecuencia de una fractura craneal con sangrado interno en medio de una discusión conyugal.
Otro asesinato cuyo móvil no ha sido esclarecido es el de Jaclyn Rochelle Muñiz García, de 41 años, a quien le dispararon el lunes por la noche en su guagua a 500 pies de su residencia en el sector Toño Colón del barrio Caimital en Aguadilla.