PELIGRO DISFRAZADO CON LOS DESTELLOS MEDIDAS DE SEGURIDAD
Los empaques de los fuegos artificiales y la pirotecnia, en ocasiones, no reflejan los riesgos de su utilización
Unos lo patrocinan y otros, aunque con algo de temor, también los utilizan.
Se trata de la pirotecnia, esos artículos que tan accesibles se vuelven en estos días de festividades y que pueden marcar la diferencia entre pasar un rato espectacular con familiares, o correr hacia una sala de emergencias con el riesgo de perder una parte del cuerpo.
Este año, además de la pirotecnia legal de base terrestre -que emite destellos como fuente de luz-, también está la ilegal, que sale disparada y explota.
La Ley 153 de Pirotecnia de Puerto Rico establece que, del 1 de junio al 31 de julio, y del 15 de noviembre al 10 de enero son las fechas en las que se puede adquirir la pirotecnia legal (garbanzos, las estrellitas y los “party poppers”).
Pero el inspector Rafael Romero, director de la División de Explosivos y Seguridad Pública, advirtió que se percataron que en la calle se distribuye un empaque de las “Magic Balls” (del mismo tipo de las “cherry bombs” o quenepas, que ahora son verdes) en el que se emite una advertencia para su uso bajo la supervisión de un adulto, porque emite chispas y da vueltas en el piso.
“Si nos dejamos llevar por esto, es legal, pero te puede volar un dedo. Si un niño, pensando que esto es como los buscapiés, que dan vueltas en el piso, lo lanza a los pies de otro niño, va a pasar una detonación y va a ocasionar una desgracia”, detalló Romero.
Las bolas de humo implican otro problema, porque pueden ser tóxicas, más todavía ● Utilice los fuegos al aire libre, alejándose de residencias, de la grama seca y los árboles.
Nunca apunte o arroje este tipo de explosivos hacia otra persona.
Use solamente los fuegos artificiales aprobados por la Ley 153 de Pirotecnia de Puerto Rico, que establece que las que dicen “emit” en su empaque son las legales, y las “shot” ilegales.
No deje la pirotecnia al alcance de los menores.
Nunca intente volver a encender un fuego artificial que no detonó.
para las personas con enfermedades respiratorias. Además, se confunden fácilmente con los “cherry bombs”, por su forma y color.
Por ejemplo, los llamados “Crazy Mario” y el “Crazy Cristian”, supuestamente de base terrestre, pueden romper hasta un bloque con su estallido.
De hecho, la detonación de esta pieza alcanza los 230 decibeles, una amenaza a la pérdida de audición permanente.
Cualquier ruido que supere los 85 decibeles, puede causar daño a la audición.
“Dicen ‘émit’ y, sin embargo, esto tiene la capacidad de coger un bloque y hacerlo pedazos. Estos son los que metemos dentro de la codorniz (durante la demostración anual) y la hace cantos simulando el puño de una persona o de un niño”, dramatizó Romero.
Insistió en que la pirotecnia,
aun en un ambiente controlado, es impredecible.
Todos estos artefactos ilegales o legales no tienen fecha de manufactura, ni control de calidad. Su traslado desde China carece de protocolos y si, por ejemplo, llega en barco pasando por un cambio de temperatura, se afecta el mecanismo interior. Por ello, cuando la persona enciende la mecha, puede ser que haya un retraso en la detonación. Las personas (adultos y niños) pensando que no va a funcionar, se acercan y entonces ocurren las lesiones.
No se deje llevar por las apariencias
Para que tenga una idea, las estrellitas, que son legales y que aparentan ser tan inofensivas para los niños (vienen en tamaño grande, llamada “súper estrella”), pueden alcanzar una temperatura de hasta 1,200 grados Fahrenheit. Están confeccionadas con una varilla de metal que se va calentando, según se va quemando, y el niño -al sentir que su mano se irrita- lo podría lanzar y alcanzar a otro menor, quemándolo.
“Si cae en áreas donde hay material inflamable, se va a quemar. Yo espero que todo el mundo ya tenga energía eléctrica, pero todo el que utilice una planta, que tenga gasolina almacenada… si esto cae en un área donde haya almacenamiento de gasolina, puede ocasionar otra desgracia y bastante grande”, alertó el inspector.
Las “baterías”, luces de bengala, fuegos artificiales o morteros pueden costar entre $65 a $100 como mínimo en el mercado ilegal, depende de su tamaño, anticipó.
Hay que ser considerados
Todos los años, los agentes de la División de Explosivos y Seguridad Pública acuden a una comunidad de Quebradillas donde reside un niño con autismo para orientar a la ciudadanía, ya que por su condición es hipersensible a los ruidos y los estallidos descontrolan sus nervios.
“Nosotros tenemos un caso específico en Quebradillas a donde vamos todos los años a orientar a los vecinos porque se pasaban tirando petardos cerca de la casa y al niño ser hipersensible al sonido cada vez que viene una detonación ese muchacho se metía debajo de la cama. La madre tuvo que comprar unos audífonos especiales y tiene que pasar la Despedida de Año fuera de su casa”, contó el funcionario.
Romero informó que toda persona que sea sorprendida con material pirotécnico en violación a la ley se expone a una multa de $500 hasta $5,000 y penas de seis meses hasta un año de cárcel, a discreción del tribunal. También se expone a que se le radiquen cargos criminales por alteración a la paz, daños a la propiedad y maltrato de animales.
El año pasado, seis personas resultaron heridas por pirotecnia. Sin embargo, hay una cantidad indeterminada de lesionados que no acuden al hospital para evadir a las autoridades, aunque pierdan la uña, una porción de un dedo o se quemen.