Hablemos de Edgar
Con los primeros días de diciembre, empieza a revelarse las papeletas de los cronistas con derecho al voto para seleccionar a los nuevos integrantes del Salón de la Fama del Béisbol de las Grandes Ligas. Los votantes tienen hasta el 31 de diciembre para someter su boleta y no será hasta el 22 de enero próximo, cuando se anuncien los seleccionados. Para lograrlo, se necesita por lo menos el 75% de los votos.
Durante los pasados nueve años, uno de los nuestros, Edgar Martínez, se ha quedado corto de la cifra. Este año es su última oportunidad en la papeleta de candidatos y hasta ahora, entusiasma lo que se ha hecho público. Al momento de escribir estas líneas se han revelado 14 papeletas, lo que representa poco más del 3% del total de papeletas en circulación. Ciertamente, es muy temprano pero, lo que ha salido hasta ahora dibuja una sonrisa.
El muchacho de Dorado aparece en las 14 papeletas. Lo aliciente es que hubo cuatro electores que el año pasado le negaron el voto y este año, marcaron su nombre. Solo el panameño Mariano Rivera iguala su paso y desde el tiro de arranque salía como amplio favorito para ser exaltado en su primer año.
Edgar también contó con el voto de tres periodistas que votaron por vez primera. Si el patrón sigue, debe lograr y superar la meta mínima para llegar a Cooperstown, pueblo que alberga el recinto de los inmortales desde 1936.
El boricua fue un fino bateador que logró dos títulos de bateo, 5 bates de Plata y fue convocado a 7 juegos de Estrellas. Sin embargo, recibió la mirada de desprecio por ser mayormente un bateador designado. Muchos puristas no les gusta eso, pero el juego cambió. Ahora el béisbol se juega de otra manera.
A los lanzadores abridores ya no se les requiere tirar el juego completo. Para ello están los relevistas. Entre ellos están los relevistas largos, los cortos y los cerradores. Es más, ahora se tienen lanzadores que sólo enfrentarán un bateador por juego, esos que le llaman especialistas en zurdos.
Desde que el bateador designado fue aprobado en la Liga Americana, muchos jugadores veteranos alargaron su vida beisbolera en esa posición cuando sus años juveniles habían pasado y con ella, la flexibilidad, velocidad y agilidad. La nueva posición se miró con recelo. Sin embargo, Edgar le dio otra dimensión.
Al igual que el relevista, Edgar hizo de esa posición una especialidad. Fue un out difícil de sacar. Bateó sobre .300 en 11 de sus 18 temporadas y a sus 40 años cerró la temporada bateando .294 para terminar su carrera beisbolera con promedio de .312.
Acabó con los Yankees en las Serie Divisional de 1995, cuando bateó un robusto .571 que incluyeron 3 dobles, 2 cuadrangulares con 10 remolcadas. Simplemente, hizo papillas el pitcheo neoyorquino en esa serie, llevando a sus Marineros a disputar por primera vez en su historia un título de Liga. Lamentablemente, no los pudo llevar a la Serie Mundial, pues los Indios de Cleveland fueron superiores en esa serie.
En la Ligas Menores fue un abusador al batear sobre los .300 en 6 de 8 temporadas. En 1988 cargó con la corona de Campeón Bate de la Liga del Pacifico con un robusto .363 con 120 hits en 331 turnos al bate jugando para el Calgary.
En Puerto Rico, Edgar se destacó de igual forma. Jugando para San Juan, bateó para un robusto .424 en la temporada 89-90 quedando Campeón de Bateo. En la temporada del 93-94 volvió a batear sobre .400 al promediar .418 en 67 turnos oficiales. Jugó béisbol Doble A con los Maceteros de Vega Alta y en 1982 terminó 7mo en bateo en todo Puerto Rico, al promediar .430 producto de 31 hits en 72 turnos oficiales.
Como ven, no hubo Liga aficionada o profesional en la cual Edgar no bateara sobre .300. Era un súper dotado. Paciente en la caja de bateo. En cuatro temporadas consecutivas recibió más de 100 bases por bolas, confirmando su buen ojo y el cuidado con el que le lanzaban.
En fin, Edgar ha sido una persona fina y elegante dentro y fuera del terreno. Hombre íntegro y de familia. No en balde las Grandes Ligas le dieron el nombre de Edgar Martínez al premio del mejor Bateador Designado de la Liga Americana.
Así que todo pinta para que el Año Nuevo comience con el pie derecho y una buena noticia. Que otro de los nuestros ponga en alto el nombre de la Isla.