FUE UN VIAJE AÉREO DE ENSUEÑO
Un grupo de 18 pacientes especiales disfrutó, por primera vez, de un recorrido por la Isla
“
Esta experiencia es única para ellos porque ocurre en un momento en el que están pasando por un tratamiento médico difícil y largo...”
NYDIA FERNÁNDEZ DIRECTORA EJECUTIVA DE CAP
La carita sonreída de Gaddiel Morales Mercado, de 9 años, se asomaba por la ventanilla de la avioneta. El chico saludaba con su mano a sus progenitores, quienes ayer grababan el inolvidable momento con sus celulares.
Gaddiel, residente en Quebradillas, fue uno de 18 pacientes con diversas condiciones, incluido el cáncer, que llegaron al terminal de la aerolínea Tradewind Aviation, en el aeropuerto Luis Muñoz Marín en Isla Verde, Carolina, para emprender su “Vuelo de ensueño” en tres avionetas Pilatus PC 12.
El grupo es participante de las fundaciones CAP, Hima San Pablo, San Jorge Children’s Hospital y Centros Sor Isolina Ferré.
Y no fue un viaje cualquiera, pues para muchos de ellos, como Gaddiel, representó la primera vez en sus vidas de montarse en un avión y admirar en un recorrido de 40 minutos paisajes de la Isla, como Aguadilla, Loíza, Ceiba y Guayama.
Antes del aviso de salida, muchos pacientes se mostraron ansiosos ante la nueva aventura que vivirían; un rato de esparcimiento y alegría que los desconectaría de sus angustiosos tratamientos.
“Esto ha sido una bendición para Gaddiel. Esta mañana se levantó diciendo: ‘mamá, me siento libre, hoy no me duele nada’”, dijo Verónica Mercado, madre Gaddiel, quien a los 4 años fue diagnosticado con el trastorno alimentario conocido como pica, el cual provoca deseos urgentes de comer cosas no aptas como tierra, madera, pelo, piedras, polvo, hojas, entre otras cosas.
Sin duda, Gaddiel se sintió en libertad en su primer viaje aéreo.
“Allá arriba vi una isla bonita”, expresaba el niño y una y otra vez para describir su experiencia y adelantar a su papá y mamá que ahora quiere ir a Disney World.
Este es el tercer año que se efectúa el “Viaje de ensueño”, una iniciativa que surgió por parte de José A. Vallecillo, gerente general para Puerto Rico y el Caribe de Tradewind, quien dijo a Primera Hora que fueron múltiples los factores que lo motivaron a impulsar este proyecto, entre ellos porque su madre fue paciente de cáncer y le impacta emocionalmente ver sufrir a un niño.
“Los niños son mi debilidad y lograr que un día como hoy se olviden de la enfermedad y pasen un día maravilloso, es mágico”, dijo el empresario, quien desea involucrar a colegios privados cuyos alumnos sean de familias adineradas.