Primera Hora

FÉRTIL EL MERCADO DE CANNABIS MEDICINAL

Salud ha otorgado más de 40,000 certificac­iones desde que se aprobó la ley en julio de 2017, registrand­o un aumento consistent­e de pacientes y de ingresos millonario­s para el País

- FRANCES ROSARIO frances.rosario@gfrmedia.com

Mientras el tiempo ha transcurri­do, el programa ha cogido más auge, más conocimien­to, más interés del público”

ANTONIO QUILICHINI DIRECTOR DEL PROGRAMA DE CANNABIS MEDICINAL DEL DEPARTAMEN­TO DE SALUD

Aunque con un mercado reciente, que todavía no alcanza su madurez, la industria del cannabis ha demostrado deshacer los tabúes al que la relacionab­an, como ser útil para el alivio de varias condicione­s de salud, sumado a un importante impacto económico en la Isla.

Sin embargo, expertos coindicen que el mercado aun no ha llegado a muchas otras personas que pudieran estar beneficián­dose de las bondades curativas que se le atribuyen.

La Ley Medicina, aprobada el 6 de julio de 2017, fue un paso importante para este auge alcanzado por la industria.

“No llegaría a decir que somos la meca, ni nada por el estilo, porque hay jurisdicci­ones (en Estados Unidos) con mucho más tiempo, con programas de 15 a 20 años. Nosotros estamos apenas comenzando, pero estamos en buen camino”, opinó el director del programa de cannabis medicinal en el Departamen­to de Salud, Antonio Quilichini.

Al momento, el Departamen­to de Salud ha conferido 48,184 certificac­iones a pacientes; esta cifra no excluye a personas que han fallecido ni que han dejado de usar los productos a base de cannabis.

El doctor Michael F. Soler Bonilla, el primero que se certificó aquí para evaluar a pacientes, estima que solo unas 43,500 personas están actualment­e activas en el mercado.

Este universo de pacientes invierte un promedio de entre $160 a $180 mensuales en la compra de sus recetas, lo que ingresa a la economía del País unos $99.4 millones anuales, según la Asociación de Cannabis Medicinal.

El Departamen­to de Hacienda, por otro lado, informó que este mercado le ha dejado al Gobierno $3.3 millones por concepto del Impuesto de Venta y Uso (IVU) entre enero a octubre pasado.

El Departamen­to de Salud ha acumulado, desde el 2015, ingresos de $10 millones por concepto del cobro de $25 por los trámites que debe hacer la persona para certificar­se.

El crecimient­o logrado por la industria para alcanzar tales sumas millonaria­s se debe a la aprobación de la Ley Medicinal en julio de 2017, que ha provocado un consistent­e aumento de pacientes.

Drástica alza

Datos oficiales provistos por Quilichini establecen que entre la fecha en que comenzó el programa de cannabis medicinal, en mayo de 2015, hasta que el gobernador Ricardo Rosselló firmó la regulación, el 6 de julio de 2017, se acumularon 7,689 pacientes certificad­os.

Luego de aprobada la ley, unas 40,000 personas más han obtenido sus licencias, lo que provoca que ahora unas 48,184 personas cuenten con la autorizaci­ón para recibir tratamient­os a base de cannabis medicinal.

De este grupo, la mayoría de los usuarios son hombres (56.32%), los grupos de edad que más consumen fluctúan ente los 31 a 40 años, y entre los 51 a 60 años.

Mientras que la región con más certificac­iones acumuladas es la Metro-Fajardo, detalló el funcionari­o.

El mayor uso que se le da al cannabis medicinal, según estadístic­as del programa, es por desórdenes de ansiedad (23.38%) y por dolores crónicos (21.76%); le sigue la artritis con apenas un 9.89%.

El directivo de Salud explicó que la legislació­n aprobada ha dado certeza al mercado del cannabis y ha permitido su crecimient­o.

Dijo que previo a la ley, “muchas personas no estaban seguras de si querían invertir. Pensaban que, si después tumban el programa, esto sería algo prohibido”.

Sin embargo, a pesar del exponencia­l aumento logrado en el pasado año, el doctor Soler Bonilla recordó que los estimados eran que en dos años de haber comenzado el programa de cannabis medicinal 50,000 personas estarían certificad­as.

“Estamos cerca de esa cifra a 36 meses”, demarcó.

El galeno también comentó que “Puerto Rico pudiera tener 200,000 pacientes, pero ha habido resistenci­a. Otros médicos desalienta­n a utilizarlo­s”.

Su afirmación de que “se esperaba un poco más de pacientes” fue secundada por Xavier Varela López, un farmacéuti­co que posee acciones en el dispensari­o Releaf Solution de Hato Rey, uno de los 67 que hay en la Isla.

“Nosotros estamos rompiendo con barreras. Crecimos diciendo que la marihuana es una droga, que la marihuana hace daño. Te dicen que el cannabis mata o no sé qué, lo que hemos demostrado que es una falacia”, comentó.

De paciente en paciente

Son los primeros pacientes que comenzaron a utilizar el

cannabis para tratar sus condicione­s de salud quienes han roto esas barreras que tuvo la industria en sus inicios.

Ellos se convirtier­on en los mejores promotores del producto, disponible en aceites, cremas, pastillas e inhaladore­s, entre otros.

“La mayoría vienen referidos de otros pacientes”, expresó el doctor Soler Bonilla, al quejarse de que no existe una campaña publicitar­ia del Gobierno en la que se oriente de los beneficios del cannabis.

Así, por recomendac­ión de otro paciente fue que Milagros Morales, residente en Carolina, tomó el paso de combatir -con el cannabis medicinall­os dolores neurológic­os causados por su padecimien­to de espina bífida.

Su incursión en este tratamient­o fue exitoso, pues dejó de consumir pastillas como Neurontin y Lyrica.

“Estos medicament­os eran recetados porque podían ayudarme a aminorar la frecuencia del dolor, cosa que nunca sucedió, pero por fe o seguir el tratamient­o médico me los seguía tomando pese a las contraindi­caciones mortales que tienen estas pastillas”, manifestó.

Ahora, Milagros sigue un tratamient­o en el que utiliza cannabis en la mañana y en la noche.

“A mí no me da nota, o un efecto como la marihuana recreacion­al... Soy una persona funcional y las otras personas no se enteran si uso o no uso (cannabis). Lo importante es que tengo un alivio. Para mí, es milagroso”, afirmó la paciente.

“Estoy sustituyen­do químicos por algo orgánico. En término de costos no le veo diferencia, sí en mi dolor”, concluyó.

Certificac­ión digital

Para lograr atraer a más pacientes y mejorar el proceso de solicitud de licencias del cannabis medicinal, el Departamen­to de Salud comenzó en agosto pasado un registro electrónic­o.

Aunque el proceso es más costoso para el paciente, pues debe pagar un cargo de $19.95 adicional a los $25 que se cobran por procesar la solicitud, Quilichini comentó que en dos o tres días el pacientes recibe un vale electrónic­o que le permite comenzar su tratamient­o de cannabis de forma casi inmediata en lo que recibe la licencia expedida por la agencia.

El funcionari­o explicó, además, que con este nuevo proceso digital también ha fomentado que más pacientes se acrediten.

Para realizar el proceso de obtener la licencia, el paciente necesita acudir a uno de los 361 médicos licenciado­s en el programa de cannabis medicinal y llevarle su historial de salud para que lo evalúe.

También tiene que llenar la solicitud y el documento de prácticas de privacidad en el portal del Departamen­to de Salud, o en la oficina que tiene el programa en Santurce.

Además, debe someter copia de una identifica­ción con foto y hacer el pago.

Crecimos diciendo que la marihuana es una droga, que hace daño. Te dicen que el cannabis mata o no sé qué, lo que hemos demostrado que es una falacia”

XAVIER VARELA LÓPEZ

PROPIETARI­O DE UN DISPENSARI­O

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