LOGRO DE OBREROS NO DE ESTRELLAS
La clasificación al Mundial se alcanzó con una actitud de humildad y entrega total
El Equipo Nacional de Baloncesto de Puerto Rico, clasificado para jugar por 14ta ocasión en una Copa del Mundo FIBA, forjó durante su proceso clasificatorio hacia China 2019 características que le crean una identidad diferente a sus previas versiones mundialistas del pasado.
Varios expertos del baloncesto y seguidores de la Selección Nacional vieron características saludables en el equipo que dirige de Eddie Casiano durante las ventanas clasificatorias para el Mundial, las que concluyeron el lunes cuando Puerto Rico ponchó su boleto con un triunfo ante su gente frente a Uruguay.
Casiano, quien jugó entre las décadas de 1990 y 2000 en varias ediciones de la Selección Nacional de calidad mundial, ha bajado a su grupo a la tierra al decir –y repetirles– que como selección ya “no somos una potencia” a nivel mundial.
Su evaluación hace recordar muy bien la realista frase “somos lo que somos” que hace cuatro años pronunció el entonces técnico del seleccionado, el español Paco Olmos.
Uno de los expertos que vio al equipo de Casiano lograr ciertas evoluciones fue el exdirigente nacional Carlos Morales.
Preguntado si vio una se- lección con los pies en la tierra, Morales afirmó que los actuales jugadores han entendido que carecen de superhéroes o jugadores dominantes, como lo fueron en el pasado José ‘Piculín’ Ortiz, Jerome Mincy, Raymond Dalmau, Carlos Arroyo y el mismo Casiano en diferentes épocas.
Y agregó que vio al equipo trabajar para superar la imagen del pasado y crear su propia identidad.
“Eso es verdad”, dijo Morales quien vio al equipo de Casiano jugar en las ventanas. “Se convirtieron en obreros de la cancha. Esa idea se la compraron bien a Eddie”.
La selección de Casiano jugó su última ventana sin su estrella, José Juan Barea, quien además de lesionado no hubiese podido jugar por sus compromisos con los Mavericks de Dallas en la NBA. También careció del hombre grande Tyler Davis, que muchos pensaron que sería de gran ayuda.
El equipo, en cambio, tuvo a obreros como Ramón Clemente y Carlos‘ Ya o’ López, quienes aportaron grandes labores en la defensa, en los rebotes. Fue un equipo en que cada jugador asumió un rol para alcanzar un propósito colectivo.
Esa manera de jugar, aunque todavía repleta de debilidades y sobretodo de capacidad para cerrar juegos importantes, fue también evidenciada en las labores de jugadores como el veterano armador Carlos Rivera, quien salió del banco para aportar puntos e intentar poner control del ritmo de juego.
El exintegrante del cuerpo técnico de la selección, Leonel Arill, también considera que en el proceso de las ventanas ha habido crecimiento.
“Todo el mundo ha acep-
tado estar listo para jugar. Un ejemplo de eso es ‘Yao’. Estuvo listo para tirar adelante”, mencionó Arill. “Hay que darle el crédito a Eddie y a los jugadores que se la compraron”.
Al tiempo en que Casiano ha puesto los pies de su selección –y también de sus fanáticos– sobre la tierra, el técnico tampoco esconde que todavía hay camino por recorrer. Como en todo desarrollo de un programa, la selección sufrirá dolores de crecimiento aprendiendo a jugar como colectivo para esconder sus limitaciones en talento y fuerza.
Pero tampoco deja de agradecer la entrega, el deseo de superación y la aceptación de roles.
Morales, por su parte, aseguró que Casiano ha implantado una filosofía que siempre es necesaria en las selecciones, y que incluso existía en los años en que él era jugador, aunque tal vez sobraba más talento.
“En los equipos nacionales eso es así”, dijo Morales.
Y añadió que los ‘héroes con capa’ en el equipo, que han sido señalados por Casiano, hacen falta en ciertos momentos.
“Si Holland no mete el triple... si Clavell no mete el triple... tienen que surgir los héroes con capa en esos momentos”, dijo sobre los jugadores que se vistieron de héroes en la última ventana al meter triples que le dieron las victorias en la ventana final.