MUNDO DAN HALÓN DE OREJAS A LA FAA
WASHINGTON. Senadores increparon ayer a directivos de la Administración Federal de Aviación (FAA), a quienes acusaron de ser demasiado sumisos con Boeing al haber aprobado los polémicos aviones 737 Max.
Los miembros de una subcomisión del Senado citaron informes periodísticos según los cuales hubo falta de supervisión en el desarrollo de los programas informáticos de control de vuelo llamados MCAS. El programa, que hace descender la trompa del avión para evitar un freno aerodinámico, ha sido implicado en dos mortíferas caídas de naves.
Jack Reed, senador demócrata por Rhode Island, preguntó a las autoridades federales si era cierto que la FAA permitió a Boeing instalar sólo una reparación temporal tras la caída de un Air Max de la aerolínea indonesia Lion Air en octubre, a pesar de que un análisis reveló que la emergencia podía repetirse. La agencia se limitó a notificar a los pilotos sobre la manera de desconectar el MCAS y esperar que Boeing enviara una versión más segura del software.
Tras la caída del avión de Lion Air en marzo, sobrevino la de un Max de Ethiopian Airlines. Ambos siniestros provocaron la muerte de un total de 346 personas.
El subadministrador de la FAA, a cargo de seguridad en la aviación, Ali Bahrami, dijo que en efecto, la reparación temporera después de la caída del Lion Air fue revisada por ingenieros de la agencia y que correspondía con las prácticas habituales.
En la caída en Indonesia tu
vieron mucho que ver las acciones de los pilotos, por lo que era apremiante enseñarles la manera correcta de desconectar el MCAS, dijo Bahrami.
Sin embargo, según Reed, no se habló de las mejoras necesarias del MCAS, con lo cual se daba a entender que no había problemas a largo plazo con el programa. Esa falta de transparencia no me parece apropiada”, dijo.
Bahrami dijo a la subcomisión de Transportes del Senado
que hay un equilibrio delicado entre revelar información que los investigadores quieren mantener confidencial y tomar las medidas adecuadas de seguridad.
“Desde el punto de vista de la seguridad, me parece que hicimos lo adecuado, de acuerdo con las discusiones con las aerolíneas y los datos recolectados en el momento”, dijo Bahrami. “No obstante, con lo que se sabe ahora, la FAA tal vez deba volver sobre esa decisión”, añadió.