SURGE PREOCUPACIÓN ENTRE GUARDIAS PENALES
Denuncian no estar preparados para administrar medicamento a confinados con sobredosis de opiáceos
Guardias penales de la cárcel Las Cucharas en Ponce pusieron el grito en el cielo cuando se enteraron de la nueva orden del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), que les exige administrar el medicamento Naloxona a confinados que aparenten tener una sobredosis de opioides.
Se trata de la orden administrativa DCR-2019-06, aprobada el pasado 4 de octubre por el secretario Eduardo J. Rivera Juanatey, cuyo objetivo es “brindar una respuesta rápida a aquellos miembros de la población correccional que aparentan encontrarse en riesgo de tener una sobredosis relacionada con opiáceos”.
Esto para tratar de eliminar el riesgo de muerte en reclusos por intoxicación con opioides, especialmente el fentanilo, situación que ha aumentado la crisis en las cárceles del país.
Aunque el documento establece que el personal del DCR será debidamente adiestrado en cuanto al uso de este medicamento intranasal, varios oficiales de custodia en Ponce se quejaron de no haber recibido una orientación satisfactoria que despejara sus dudas.
“Fue algo pésimo, allí nadie entendió, allí se quedaron con dudas los compañeros. Otros decían ‘¿cómo voy a usar esto a la hora de la verdad?’ No hay problema en
que yo tenga el medicamento, pero enséñame cómo usarlo. Nosotros no somos expertos en esa área”, expuso un oficial de custodia que prefirió mantenerse bajo anonimato por temor a represalias.
“La persona que estaba dando la charla nunca me contestó las preguntas, porque yo no soy doctor ni enfermero, lo mío es seguridad y le pregunté qué puede pasar. Lo único que contestó fue que, si el oficial se rehúsa, se
está negando porque si a un preso le pasa cualquier cosa y nosotros no cogemos el adiestramiento, me imagino que administrativamente vas a ser sancionado”, denunció.
El guardia penal resaltó que se limitaron a entregarles un papel en el que se explica la manera de intervenir con el confinado del cual, se sospeche, esté bajo los efectos de una sobredosis de opiáceos.
Por su parte, el senador Carlos Rodríguez Mateo, quien recientemente anunció el inicio de una investigación sobre la corrupción en el sistema penal del País, calificó la medida como necesaria, pero criticó la manera de implementarla.
“El medicamento es seguro, es una buena medida, pero a lo mejor no alcanza lo que se persigue, porque la implementación no es adecuada. Lo peor que puede tener una persona es la duda, porque pudiéramos estar ante un caso de una sobredosis y no actuar y si es una sobredosis el paciente va a morir”, estableció Rodríguez Mateo, médico de profesión.
“No es ir a darle una charla y explicarle ‘este es el medicamento, estos son los síntomas y cuando lo veas se lo aplicas’ porque así no es que funciona la medicina. Nadie se hace enfermera o médico por una simple charla”, explicó.
Además, cuestionó si la medida del DCR es para responder a la presión pública o cuenta con el presupuesto para darle continuidad al programa.
“Hay que ir a la raíz del problema, porque no debe haber una intoxicación por opioides en un centro correccional si ese opioide no entra. Tenemos que buscar cómo rehabilitar a pacientes usuarios de opioides porque si lo que estamos anunciando es que vamos a eliminar el riesgo de muerte, no estamos resolviendo el problema de fondo que es acabar con la adicción de esos usuarios”, apuntó el senador.