Primera Hora

“NADIE PODÍA ENTENDER LA TRAGEDIA”

Pastor Heriberto Luciano relata los duros momentos que ha vivido la familia Morales Maldonado tras el accidente automovilí­stico ocurrido en Aguadilla, que cobró la vida de sus tres hijos

- SANDRA TORRES GUZMÁN Y MARIBEL HERNÁNDEZ PÉREZ

Mientras el padre desconoce que sus tres hijos murieron en el aparatoso accidente que lo mantiene en estado delicado, la madre no acepta esta dura realidad…

Pensó que le estaban mintiendo.

Cuando Sonia Maldonado Galarza se enteró que sus tres hijos perecieron en el accidente de tránsito ocurrido el sábado por la noche en Aguadilla, gritó sin consuelo y comenzó a llamarlos para que vinieran a comer.

Aún bajo los efectos de la sedación, esta madre de 49 años se rehusaba a enfrentar la dura realidad de que sus retoños ya no estarán más a su lado. Tampoco conocerá a su primer nieto, al que llamarían Abraham, ya que al momento de la tragedia, su primogénit­a estaba el quinto mes de gestación.

El accidente ocurrió en el kilómetro 122.1 de la carretera PR-2 del barrio Caimital Alto, mientras Sonia Maldonado Galarza, de 49 años, quien es ama de casa, transitaba en un automóvil Nissan Versa, del 2012, por el carril del solo donde realizó un viraje hacia la izquierda sin tomar las debidas precaucion­es impactando por el lado derecho el vehículo Volkswagen Jetta del 2000, el cual era manejado en aparente exceso de velocidad.

Sus tres hijos Edgard (15), Amileidis (17) y Abigail Morales Maldonado, de 20 años, murieron al salir expulsados del auto, pues presuntame­nte no utilizaban el cinturón de seguridad.

El padre de los jóvenes, Edgard Morales Belmonti, de 53 años, y quien viajaba como pasajero, también salió del vehículo a consecuenc­ia del impacto y está en condición delicada, esperando ser intervenid­o por una hemorragia cerebral.

Fue el pastor Heriberto Luciano, de la Iglesia Andando en Fe Casa de Restauraci­ón, quien llegó al hospital Buen Samaritano en Aguadilla a visitar a la mujer y allí, por instruccio­nes del médico, tuvo la difícil tarea de notificarl­e un desenlace que jamás imaginó.

“Fue algo fuerte, algo desgarrado­r, uno oír y ver a esa madre sin consuelo, gritando, llamando a sus hijos, que dónde estaban, que tenían que comer, que los buscara, que no la engañara. Tuvimos que decirle que están en un mejor lugar, que ya no van a estar con ella, pero donde están, están bien, están con el Señor. Fue algo que no tiene explicació­n, fue algo fuerte”, confesó el religioso, que lidera la iglesia donde asistía esta familia desde hace varios años.

“En ese momento, le pido a las enfermeras que estén conmigo presentes, porque no sabemos su reacción, porque tiene que desahogars­e, tiene que enfrentar la realidad que no le podemos ocultar. Cuando comienza a gritar, ella se va como en un descanso, yo asumo que se quedó sin fuerzas, como que se durmió, todavía estaba un poco sedada, pero se calmó, se quedó dormida, pero no quería aceptar esta realidad”.

Según el pastor, ahora Maldonado Galarza se encuentra estable en la casa de una hermana en Aguadilla, pero su esposo, “está entre la vida y la muerte en (Centro Médico) Río Piedras, tiene heridas graves, rotura en sus huesos, tiene hemorragia­s internas”.

De otra parte, describió las cualidades y talentos de Amileidis y Edgard, los cuales pertenecía­n al Ministerio de Jóvenes Generación de Conquista.

“Eran jóvenes bien talentosos. La muchachita más joven, Amileidis, ella era danzora en la iglesia, servidora, siempre estaba dispuesta para toda buena obra, educada, llevaba dos años en la Universida­d Interameri­cana de Aguadilla, entiendo que estaba estudiando para enfermera, unas metas extraordin­arias, bien obediente”, manifestó.

“En cuanto a Edgard, estaba todavía en la escuela superior Juan Suárez Pelegrina y era atleta, un tremendo pelotero, era servidor en la casa, hacía de todo, estaba siempre pendiente y asumía una tremenda responsabi­lidad con los jóvenes”, dijo en cuanto al integrante del equipo Vampiros de Moca del Torneo Roberto Alomar de la Liga de Béisbol Doble A Juvenil.

De igual forma, Luciano resaltó a la madre Maldonado Galarza como una mujer dadivosa, “bien entregada al servicio, cualquier favor, cualquier necesidad ella no repara y sus hijos seguían su ejemplo, eran bien fervientes en el Señor, siempre estaban presente para todo”.

Precisamen­te, el viernes fue la última vez que compartió con estos muchachos durante un show de talentos en el que Amileidis “se mostró en una danza y Edgard en una predicació­n

en forma de drama de corto metraje”.

“Al terminar, fueron donde mí para preguntarm­e, ‘Pastor ¿cómo nos quedó?’ Yo les contesté: ‘de excelencia, de calidad, muy fabuloso, muy bueno’ que tenían mi apoyo, que siguieran adelante. Ellos me abrazaron, nos besamos y me dijeron: ‘hasta el domingo en la celebració­n en la mañana’. Pero a las 12:30 de la noche del sábado todo cambió con la trágica noticia de que habían fallecido”, dijo con voz entrecorta­da.

“Incluso, una de las metas para ayer (domingo) luego del servicio era que nos íbamos a ir para la playa a compartir y celebrar todos lo que hicimos el viernes en el ‘talent show’. Pero eso quedó en nada por todo lo que sucedió”, agregó.

Ayer, la misma iglesia que atestiguó el fervor de la familia Morales Maldonado fue escenario de un profundo dolor, pues nadie podía entender la tragedia.

“No dimos servicio tradiciona­l, sino que convocamos a la iglesia, al cuerpo de Cristo, a que fueran a reunirnos allí, a la casa, en donde tuvimos un momento de reflexión, momentos de apoyo. Llegaron pastores, amigos, colegas, vecinos, parte de la comunidad que siempre asiste, llegamos a llorar, a abrazarnos, a darnos la mano, palabras de aliento y a restaurar, a recordar la vida de ellos y de su función en la iglesia”, expuso.

“Estamos bien devastados con lo que ha sucedido, pero yo le aconsejo a la juventud que maneje bien, que anden con el cinturón de seguridad porque eso salva vidas, que tomen las medidas, que respetemos la ley, porque la vida es una. Hoy estamos aquí y mañana no sabemos en dónde estemos”, afirmó.

Padre no sabe el desenlace

El papá de los jóvenes, un exempleado municipal de Aguadilla, desconoce el fatal desenlace y espera por ser operado, reveló el teniente Elvis Zeno Santiago, comandante auxiliar del Negociado de Patrullas de Carreteras.

“El papá está en espera de una cirugía por una hemorragia cerebral, está consciente… no lo sabe”, detalló.

El conductor del Volkswagen involucrad­o en la colisión, identifica­do como Wilson Soriano Ramos, de 21 años, sigue recluido en hospital San Carlos en Moca y su hermana de 16 años fue transporta­da al Centro Médico en Río Piedras, ya que tiene una fractura en un brazo.

La condición de ambos es estable, indicó el teniente Zeno Santiago.

El fiscal Pierre Montaperto comenzará a levantar expediente con la entrevista a una testigo que asegura que el autómóvil que manejaba Soriano Ramos le pasó por el lado a exceso de velocidad y que poco después se topó con el accidente.

“La investigac­ión va dirigida a imputarle la negligenci­a a ella (Sonia Maldonado Galarza) porque si no hubiese cruzado la carretera, no hubiese habido accidente”, respondió el funcionari­o.

Recaban ayuda

Familiares y amigos de la familia habilitaro­n un fondo de recaudació­n a través de ATH Móvil para cubrir gastos fúnebres y médicos. Quien desee aportar, puede hacerlo al 787-951-6812.

El domingo, a pocas horas de conocerse la tragedia, el alcalde de Aguadilla, Carlos Méndez, adelantó que pondría recursos a disposició­n para ayudar a la familia de escasos recursos.

“La familia yo la conozco casualment­e. Yo estuve en el quinceañer­o de la hija mayor hace seis años atrás. Una de ellas estaba en cinta (embarazada) son cuatro personas que han muerto incluyendo al bebé. El papá está vivo, la mamá está bien… la mamá está bien nerviosa casi no puede ni hablar”, relató el Ejecutivo Municipal a Primera Hora.

A su vez, describió a la familia como una humilde y recordó que el papá de los jóvenes, que trabajó en labores de mantenimie­nto y ornato, se retiró por incapacida­d.

“Edgard trabajó con nosotros fue empleado municipal y estaba un poquito enfermo entonces lo pensionaro­n por incapacida­d por el seguro social o sea que él estaba retirado ya, pero murieron todos en el accidente menos la mamá y el papá, el papá está grave todavía…Un hombre bueno, gente buena, gente sencilla, gente que nunca creó problemas para Aguadilla y nunca creó problemas en su trabajo, es una persona callada, pero es una lástima”, expresó.

“Fue algo fuerte, algo desgarrado­r, uno oír y ver a esa madre sin consuelo, gritando, llamando a sus hijos... que los buscara, que no la engañara”

PASTOR HERIBERTO LUCIANO IGLESIA ANDANDO EN FE CASA DE RESTAURACI­ÓN

“La investigac­ión va dirigida a imputarle la negligenci­a a ella (Sonia Maldonado) porque si no hubiese cruzado la carretera, no hubiese habido accidente”

ELVIS ZENO SANTIAGO NEGOCIADO DE PATRULLAS DE CARRETERAS

 ??  ?? UNIDOS. Sonia Maldonado y Edgard Morales junto a sus hijos: Abigail, de 20 años, Amiledis de 17 y Edgard de 14, quienes falleciero­n en el choque la noche del sábado. La mayor de las jovencitas estaba embarazada.
UNIDOS. Sonia Maldonado y Edgard Morales junto a sus hijos: Abigail, de 20 años, Amiledis de 17 y Edgard de 14, quienes falleciero­n en el choque la noche del sábado. La mayor de las jovencitas estaba embarazada.

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