“EL GALLERO NO SE QUITA”
Se tiran a la calle para defender el “deporte de los caballeros” frente al tribunal federal
Un gallo fino que cae de rodillas se levanta para ganar.
Esa imagen sirve como analogía para los galleros boricuas, quienes luchan contra el reloj para mantener vivo su deporte, industria y modo de vida.
“No nos quitamos. El gallero de corazón no se quita”, dijo José Ramos, de Guayama, durante la marcha que realizó ayer la Asociación Cultural y Deportiva de Gallos Finos de Pelea desde el Estadio Hiram Bithorn hasta el Tribunal Federal en la Avenida Chardón. Llegaron hasta allí porque recientemente dicho tribunal falló en contra de ellos en un caso que llevaron que buscaba que la ley fuera declarada inconstitucional para ser ejercida en Puerto Rico.
Con el reloj en su contra, ahora más que nunca los galleros tienen que demostrar su
casta dentro de la ‘valla política’ porque tiene poco más de un mes para hacer que el gobierno de Estados Unidos extienda la moratoria que le dio a Puerto Rico para hacer valer la ley, le otorgue a la Isla una excepción permanente o elimine la ley en su totalidad. De no suceder eso, a partir del 20 de diciembre las peleas de gallos serían un evento prohibido por ley.
Al momento, la industria ha recibido dos ‘navajazos’: la firma de la propia ley en el 2018 y el ‘no ha lugar’ de hace dos semanas por el Tribunal Federal de San Juan.
Mientras, al acercarse la fecha que constituiría las peleas como algo ilegal, los galleros no han visto que el gobierno federal mueva un dedo ante sus pedidos y acciones.
“De verdad que hay un poco de preocupación. La fecha es al día 20 de diciembre. Es algo que nos da un poco de angustía”, dijo Jaime Cruz Maldonado, de Manatí, y gallero de tercera generación.
“Pero estamos confiados de que esto prevalezca porque es un sustento de miles de familias. Por eso estamos aquí”, agregó Cruz Maldonado.
Los manifestantes de ayer, que eran varios miles y provenientes de una diversidad de pueblos y de diversas edades, hicieron mención al poco tiempo que resta para luchar contra la ley.
También hicieron un llamado a la unidad, en el momento de la verdad, a los sectores de la industria que no se han hecho sentir en el movimiento.
“Aquí hace falta la unión del gobierno. Dan cara, pero no se comprometen. Es lo que ha faltado aquí, a parte del compromiso de los distribuidores de alimentos (de gallos); el único que ha estado ahí es Panamerican Grain. Pero las ferreterías y los centros agrícolas no se han comprometidos y ellos son de los que más se van a ver afectados”, dijo Eric Méndez, de Aibonito.
Mientras el reloj corre y en caso de que se haga inminente la prohibición, algunos galleros comenzaron a hacer ajustes con sus animales.
“Mi ajuste principal es que estoy aguantado en castar gallos. No me puedo seguir arriesgando a base de lo que está pasando. Pero seguiré jugando los gallos que tengo”, dijo un gallero en la marcha.
La tema de hacer peleas en la clandestinidad volvió a sonar en la marcha como alternativa a una posible prohibición por ley.