Crecen los misterios del apéndice
Descubren vínculo entre esta extensión del intestino y el párkinson
Haber sufrido la extirpación del apéndice podría proporcionar cierta protección frente al párkinson, una enfermedad que afecta a unas 6.3 millones de personas en el mundo, reveló Gregorio Benítez Peralta, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La clave de esto es que el apéndice contiene gran cantidad de la proteína alfa-sinucleína, característica patológica de esta enfermedad y la cual está estrechamente relacionada con su inicio y progresión.
Es por ello que la extirpación de este órgano podría prevenir que se desarrolle la enfermedad, detalló Benítez Peralta.
Sin embargo, aseguró que no es recomendable quitarlo como forma preventiva, pues en todo caso solo retrasaría la presencia del párkinson.
Detalló que la alfa-sinucleína forma los cuerpos de Lewy (depósitos de proteínas que se forman en células nerviosas de las regiones cerebrales vinculadas al pensamiento, memoria y movimiento) en el párkinson y en la demencia.
Mientras que la apendicitis, que es la razón más común de extirpación de dicho órgano, es la inflamación de esa porción del intestino por diferentes orígenes: infección por bacterias, acumulación de heces, parásitos, torsión del apéndice e incluso tumores.
Se clasifica en etapas de acuerdo con su evolución: catarral, cuando se obstruye; flegmonosa, cuando tiene una inflamación leve; y úlcero-flegmonosa, cuando está supurado, gangrenoso o perforado.
Las bacterias más comunes son Escherichia coli, Streptococcus viridans y bacteroides.
La apendicitis aguda representa la patología quirúrgica más común en la infancia y se presenta en uno o dos casos por cada 10,000 niños menores de cuatro años, y 25 casos por cada 10,000 de cuatro a 17 años.