ENAMORADO NO CORRESPONDIDO PUDO HABER COMETIDO EL CRIMEN
Autoridades investigan nueva confidencia en el caso de los asesinatos de Aleysha Díaz Vélez y Roberto Varela Montero
La División de Homicidios de Ponce investiga nuevas confidencias que señalan que un individuo que estaba enamorado -sin ser correspondido- pudo haber perpetrado el asesinato de una universitaria y el de su amigo durante la noche del sábado en la carretera PR-386 del barrio Jaguas, cerca del charco La Sopladera, en Peñuelas.
Fuentes aseguraron que la nueva información, cuya veracidad es corroborada por los investigadores, apunta a que el asesino viajaba en el asiento posterior del automóvil marca Toyota Corolla, color verde, del 2005, cuando le disparó por la parte posterior de la cabeza a Aleysha Díaz Vélez, de 22 años, quien se encontraba al volante y, tras un forcejeo, también mató a su amigo.
El auto pertenecía a la progenitora de su amigo Roberto Antonio Varela Montero, de 19 años, vecino de la calle Reina en Ponce, con quien la víctima estuvo compartiendo esa noche y quien fue ultimado a orillas de la carretera.
Hasta el momento, se han observado las cámaras de seguridad de una gasolinera en Ponce, donde se divisa al joven asesinado echando combustible y manejando el automóvil. Se presume que de ahí salieron en ruta hacia Peñuelas.
No se ha precisado en qué lugar se pudieron encontrar con el sospechoso, que se presume que se apropió de los teléfonos celulares de las víctimas.
El domingo fue entrevistado el novio de Díaz Vélez, quien no aportó información que pudiera esclarecer qué fue lo que ocurrió, solamente habló sobre la relación que mantenía con ella.
Durante el día de ayer se continuaría con las entrevistas a los amigos y allegados de la joven en busca de pistas sobre sus últimas horas de vida.
De hecho, un amigo de la joven -identificado como David Guzmán Maldonado- dijo a Primera Hora que horas antes del asesinato, Díaz Vélez avisó que saldría con unas amistades, pero no precisó el destino. “Ella nos dejó saber que iba a estar con él (Varela Montero) y con unas amistades, pero no sabíamos el destino. En ningún momento nos dijo que iba a ir para Peñuelas a hacer nada y tampoco tenía una relación así tan ’close’ (con el occiso)”, afirmó Guzmán Maldonado.
“Estoy en shock, (me tomó) de sorpresa, porque nadie se esperaba que ella muriera y menos de esa forma. Se siente un vacío total porque el espacio que ella llenaba… porque era ella como una persona tan diferente a todas en su forma de hablarle a todo el mundo, sus expresiones, siempre una sonrisa en la cara”, lamentó el joven que asistió el martes a una misa en la capilla de la Pontificia Universidad Católica de Ponce, donde se reunieron compañeros de estudios y amigos de la joven fallecida.