COGE UN RESPIRO ABEL NAZARIO
Varios testigos hicieron declaraciones favorables hacia el exalcalde de Yauco
El senador y exalcalde de Yauco, Abel Nazario Quiñones, tuvo un respiro ayer en el quinto día del juicio federal en su contra luego que varios de los testigos presentados por la fiscalía expresaran opiniones a su favor y declararan no creer que hubiesen sido engañados, ni que el municipio les debiera dinero. Uno de ellos llegó, incluso, a decir que se sintió intimidado por una investigadora federal.
Al mismo tiempo, la defensa de Nazario, conformada por María Domínguez, Edgar Vega, Javier Micheo y Carlos Andréu, pareció haber dado un cambio con respecto a días anteriores y adoptar una efectiva estrategia de buscar sembrar dudas sobre los documentos de nóminas que ha presentado la fiscalía para sustentar la acusación en contra de Nazario, si bien los documentos no han sido rechazados y de hecho son parte de la evidencia que ha sido estipulada por ambas partes y no están en controversia.
No obstante, al menos una testigo, al igual que hicieron muchos otros empleados y exempleados la semana pasada, sostuvo con firmeza que fue engañada por Nazario y trabajó durante meses sin paga.
El senador está acusado de haber cometido fraude y haberle mentido al gobierno federal, violando así un acuerdo al que había llegado con el Departamento del Trabajo federal, para pagar las horas voluntarias que habían trabajado un sinnúmero de empleados sin ser remunerados entre 2012 y 2014, práctica que se determinó era contraria a las leyes laborales.
Según ha transcendido por la evidencia mostrada en corte, Nazario, que para entonces era alcalde de Yauco, se habría valido de diferentes estrategias para hacer creer a empleados que el cheque que estaban recibiendo para pagarle por las horas voluntarias, según el acuerdo con el DT federal, era un pago por algún otro concepto, como salario por adelantado, y luego dejaban de emitir sus pagos de nómina regular, o cancelaban los cheques emitidos. Al no saber que el cheque era por las horas voluntarias, los empleados asumían que se les continuaba remunerando
por su trabajo.
Pero a diferencia de las primeras jornadas, ayer la fiscalía federal, representada por los fiscales Miriam Fernández y Scott Anderson, se topó con un grupo de testigos menos responsivos y con opiniones favorables hacia el exalcalde, si bien los documentos de nóminas, cheques y demás, indican que no fueron remunerados como debían.
Entre quienes declararon estuvo Milva I. Rico Rivera, una señora de avanzada edad que laboraba en un centro de envejecientes. Rico apenas pudo recordar nada relacionados a los eventos del pago del cheque por horas voluntarias en 2015. Comentó que Nazario le había dicho que el cheque era por horas compensatorias, y agregó que, aunque trabajaba, “cuando tenía que faltar, faltaba”.
Rico tampoco recordaba mucho sobre el documento conocido como WH-58, que era parte de las exigencias del acuerdo con el DT federal y que debía ser entregado a esa agencia con la firma del empleado y el empleador una vez se entregara el cheque. El documento explica las razones de ese pago, por las horas voluntarias no remuneradas, y además establece que no se puede tomar represalias contra el empleado.
Aunque se le presentó el informe de nómina que mostraba que no le pagaron su sueldo por cuatro meses, la señora insistió en que “a mí lo que me faltaba era el compensatorio y todo eso se me pagó completo. Sabía mis horas, se me pagaba bien”.
Todavía más, al preguntarle la fiscal Fernández su opinión sobre Nazario, aseguró que “para mí es una bella persona, amable, que ayudaba al prójimo. Cuando tenía mi situación desesperada, él fue y me dio la mano...”.
El juicio continúa hoy.
“Para mí es una bella persona, amable, que ayudaba al prójimo. Cuando tenía mi situación desesperada, él fue y me dio la mano” MILVA I. RICO RIVERA / TESTIGO