Satisfechos con la decisión
Residentes de pueblos limítrofes de Carolina acogieron satisfechos ayer la decisión de la gobernadora Wanda Vázquez Garced de imponer un toque de queda para atajar la propagación del COVID-19.
“Muy bien, de verdad que los felicito había que hacerlo porque tenemos que estarnos quietos”, expresó Jasmine Meléndez, residente de Canóvanas mientras hacía la fila para hacer sus compras en una megatienda.
“Nuestro plan familiar es quedarnos en la casa, tener nuestras provisiones y guardarnos. Vamos a estar en aislamiento total”, destacó.
Omar Torres, quien también hacía fila para entrar al atestado establecimiento comercial, dijo que el toque de queda y el cierre de comercios, en algunos horarios, “son medidas necesarias en circunstancias como estas”.
“Ya para el coronavirus estamos ready, más bien esto es para lo usual del diario”, sostuvo Torres.
Una mujer de mayor edad, también residente de Carolina, que estaba cerca en la línea dijo que el toque de queda no era tardío, pero condenó “el que dejaran entrar vuelos de España sin siquiera tomarles la temperatura a la gente”.
“Yo vine aquí a buscar mis medicinas”, sostuvo la carolinense, quien no quiso identificarse. Llevaba una mascarilla, pues dijo que es paciente de asma.
“El distanciamiento es lo más prudente y el toque de queda”, expresó por su parte, Flor González, de Trujillo Alto. “Hay que tratar de mantenerse lo más alejado posible, no salir. Uno no puede estar expuesto… Somos los ciudadanos los que tenemos que prepararnos y poner de nuestra parte”, agregó González.
“Vinimos a rellenar (la alacena) por si acaso viene algo más fuerte”, aseveró Henry Herinozo mientras echaba los artículos en su carro.
Hay que tratar de mantenerse lo más alejado posible, no salir. Uno no puede estar expuesto”
FLOR GONZÁLEZ
VECINO DE TRUJILLO ALTO