LES FALTA UN TECHO PERO LES SOBRA CONCIENCIA
Deambulantes se someten a pruebas de COVID-19
Decenas de personas sin hogar tuvieron ayer un poco de alivio al recibir en la plaza de Río Piedras servicios de pruebas rápidas de COVID-19 y otras asistencias de equipo de protección como mascarillas y guantes, así como alimento.
“Yo vine a hacerme la prueba. Yo entiendo que todo ciudadano debe de hacer la prueba, que no hay que ir a buscarlo a la casa para esto. Tú tienes que moverte a hacer la prueba. Si saliste a comer, también tienes que salir a hacerte la prueba... El estado no me tiene que coger por la oreja, y decirme ‘tenemos un problema de salud, tienes que hacer esto’. No, póngase pa’ su número y ya está. ¡Dale boricua, que yo creo en ti! ¡Vamos que esto lo acabamos juntos!”, afirmó con júbilo, desde su silla de ruedas, un hombre sin hogar que prefirió no identificarse por nombre, luego de hacerse la prueba, bajo una de las carpas instaladas en los alrededores de la Iglesia Nuestra Señora del Pilar.
Otro de los beneficiados por la iniciativa, Willie, el de la guitarra, agradeció el esfuerzo y que “todo el mundo tenga las mismas oportunidades”, y la tranquilidad que ofrece hacerse una prueba “para uno salir de la duda”, pues quienes están en la calle sin hogar también tienen temor ante la enfermedad. “¿Qué podemos hacer? Protegernos y ampararnos y tratar de que nada nos pase. Eso es algo que nadie puede predecir. Cualquiera puede enfermarse con el virus”, comentó con aire de resignación, aunque agregó que “nosotros estamos acostumbrados a la calle. Nosotros sobrevivimos. No importa si hay terremoto, huracán, pandemia. Las condiciones para nosotros siempre van a ser las mismas. No tenemos luz, no tenemos teléfono, no tenemos agua, tenemos que buscarlo todo y además dormimos en la calle. Si vienes a ver no hay una diferencia grande como tal. Si pues, menos gente, tenemos que caminar más, movernos un poquito más”.
Por su parte, entre los organizadores se percibía la satisfacción de poder ofrecer un servició de tanta relevancia a ese sector que por lo general está relegado.
“Este impacto es el primero que se hace estrictamente para personas sin hogar que están durmiendo en la calle, que son personas que están recibiendo servicios por programas de personas sin hogar o recibiendo servicios en calle. Así que la meta hoy (ayer) es hacer mínimo 100 pruebas, máximo 200, para nosotros
“
Nosotros sobrevivimos. No importa si hay terremoto, huracán, pandemia. Las condiciones para nosotros siempre van a ser las mismas. No tenemos luz, no tenemos teléfono, no tenemos agua, tenemos que buscarlo todo y además dormimos en la calle...”
WILLIE, EL DE LA GUITARRA
CIUDADANO SIN HOGAR
saber cuán propagado está el COVID en nuestra área geográfica”, explicó Belinda Hill, directora ejecutiva de la organización Solo Por Hoy, entidad que “se dedica a tratar de erradicar o reducir la deambulancia”, que montó la iniciativa con la ayuda de otras instituciones y agencias como la Iglesia del Pilar, la Fundación Comunitaria de Puerto Rico, el Departamento de Salud, el Departamento de la Familia, la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca), así como la escuela de tecnólogos médicos.
“Le estamos dando equipo protector, mascarilla, al que lo desee los guantes, le estamos entregando una merienda, agua, y la prueba”, explicó Hill sobre el servicio que estaban ofreciendo. Agregó que después cualquiera de ellos podría obtener copia del resultado de la prueba, para cualquier gestión relacionada a algún proyecto que exija que tengan una prueba hecha para poder entrar al mismo.
Contrario a lo que muchos pudieran pensar, explicó Hill, las personas sin hogar están informadas sobre lo que está ocurriendo y conscientes de los peligros del virus, al punto que algunos rechazan ir a albergues de emergencia, para evitar estar aglomerados con otras personas.
“Por primera vez en todos los años que llevo trabajando esto veo a las personas sin hogar con miedo. Yo siempre los he visto con una necesidad. Pero en estos momentos, es justo decir que viven con miedo. ¿Miedo por qué? Porque no hay cómo protegerlos, no hay para dónde enviarlos”, lamentó Hill, al tiempo que hizo un llamado a la población en general a mostrar más empatía hacia las personas sin hogar que, con todos los cambios que ha suscitado la pandemia, están padeciendo todavía más necesidad de la que padecen usualmente.
“Nosotros salimos a diario y por primera vez uno ve una necesidad mayor. El COVID ha provocado una escasez en la economía subterránea por decir. No estoy diciendo una economía ilegal, sino que nuestras personas sin hogar viven de los donativos, del pesito, de quien trae el almuerzo, quien les da, quien le regala una caseta de campaña, y eso está inexistente ahora. Tú ahora mismo si vas por una avenida, tú no le bajas el cristal a una persona sin hogar, donde históricamente le bajabas la ventana y le dabas un pesito, una merienda. Lo que sea que tú aportabas a esa comunidad, no se está aportando”, subrayó Hill.