OPTIMISTAS AL ABRIR SUS PUERTAS
Preparados los comerciantes para recibir hoy a los clientes con los nuevos protocolos y la esperanza de poder recuperar la salud económica de sus negocios, devastada por la pandemia
Tras más de 70 días de un cierre obligado por el gobierno como medida cautelar para desacelerar los contagios de la COVID-19, hoy decenas de miles de comercios alrededor de la Isla reabrirán sus puertas a clientes, una acción que algunos patronos enfrentan con la incertidumbre de saber si realmente los clientes volverán a sus establecimientos con el ímpetu que había antes de la pandemia.
Al menos, ese fue el sentir de un puñado de comerciantes ubicados en la calle Loíza, en Santurce, donde muchos preparaban sus locales para la segunda fase de reapertura económica -bajo estrictas medidas de salud y seguridad- que autorizó mediante orden ejecutiva (OE-2020-041) la gobernadora Wanda Vázquez.
Entre el grupo se destaca Vanessa Díaz, propietaria junto al chef Manuel Collazo del restaurante de comida vegana Cocobana, un local que abrió sus puertas hace ocho años y que confrontó la peor de sus crisis económicas en los pasados meses tras el cierre forzoso de sus facilidades. La cuarentena obligó a los patronos a dejar temporalmente desempleados a las 11 personas que conformaban su plantilla.
En cambio, las nuevas directrices gubernamentales levantan esperanza de que el mercado pueda ir recuperando poco a poco en un horario especial y con menos de la mitad de sus empleados.
“El cambio fue crítico, inesperado para todos. Obviamente, el efecto o daño más grande fue el económico. La clientela de un día para otro desapareció. No fue algo paulatino, sino de momento… eso trajo consigo otras preocupaciones, porque como patrono uno tiene responsabilidad con sus empleados y el no poder ofrecer ese espacio para poder trabajar se nos hizo bien difícil”, destacó Díaz al agregar que el negocio reabrió hace poco más de dos semanas atendiendo pedidos especiales de almuerzo por teléfono y en servicio “to go”.
“El cambio de horarios fue drástico porque los clientes no saben si estamos abiertos y, precisamente, ese es el reto que tenemos: volver a capturar a los clientes. Y no es un asunto de la calidad de la comida o del servicio. Es saber si realmente el cliente se atreverá a salir a la calle para entrar a este espacio y disfrutar la comida que tanto les encanta”, cuestionó.
La quinta orden de toque de queda inicia hoy con flexibilidad en las operaciones de algunos negocios, incluyendo los restaurantes, los cuales pueden abrir sus comedores a comensales siempre que mantenga la capacidad de ocupación en un 25%.
En el caso de Cocobana sólo se colocarán 5 mesas y el cliente tendrá la opción de sentarse en el comedor o de pedir la comida para llevar.
En días recientes, Ramón Leal, expresidente de la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico (ASORE), expresó a Primera Hora que no debe haber dudas de que las pérdidas en la industria son gigantescas. “En un censo realizado la semana pasada, y en el que participaron 166 empresas, el consenso del grupo es que las pérdidas de ingresos desde que empezó el ‘lockdown’ hasta este momento supera el 75%. Así que llegó la hora de empatar la pelea poco a poco, porque restablecer la industria de restaurantes durará meses”, advirtió.
En el mismo renglón de flexibilidad de apertura están algunas tiendas de artículos al detal y más de una decena de estas han tenido un buen desarrollo en la calle Loíza, donde visitantes pueden encontrar desde negocios de telas y ropa de niños hasta floristerías, vestidos de mujer y artículos de segunda mano como lo es Viceversa.
Vivian Ramírez de Arellano, la propietaria de esta tienda -instalada hace dos años-, también se cuestionaba cuál sería el flujo de clientela que a partir de hoy saldrá del confinamiento en sus hogares.
“No sabemos si llegarán pocos o muchos… nosotros estamos preparándonos”, dijo la empresaria al destacar que están recurriendo a los “especiales” de mercancía para atraer a la clientela.
Mientras tanto, ayer Ramírez de Arellano y dos compañeras de trabajo dedicaron gran parte del día a imprimir letreros con instrucciones particulares a los clientes y a colocar antibacterial en diversas áreas del establecimiento.
“Vamos a ver qué pasa… el impacto que tuvimos los pasados dos meses y medio fue fatal. Sin venta, básicamente. Intentamos vender por internet, pero no es tan fácil por el tipo de tienda. Aquí la gente viene a ver qué encuentra”, sostuvo.
Agregó que recurrió a solici
“El cambio de horarios fue drástico porque los clientes no saben si estamos abiertos y, precisamente, ese es el reto que tenemos: volver a capturar a los clientes”
VANESSA DÍAZ RESTAURANTE COCOBANA
“No sabemos si llegarán pocos o muchos (clientes)… nosotros estamos preparándonos VIVIAN RAMÍREZ
DE ARELLANO PROPIETARIA DE VICEVERSA
tar un préstamo federal dirigido a patronos que buscaban garantizar la nómina de empleados durante la pandemia. “De momento sí (tuvimos que salir de empleados), pero ahora conseguimos el préstamo para volver a traerlos y empezar por ahí poco a poco”, explicó.
Según Jorge Argüelles, presidente del Centro Unido de Detallistas (CUD), la segunda fase de reapertura -incluyendo a pequeños y medianos comercianteses un proceso importante porque hay gran preocupación de que entre un 20% a 25% de los negocios cerrados en la Isla no vuelvan a abrir. Se estima que en Puerto Rico hay 45,000 establecimientos de pequeños y medianos comerciantes, sostuvo.
Entre las que sufrió un gran golpe económico, pero apostó al optimismo de que “todo volverá a ser como antes” se encuentra María Solino, propietaria de Gemileo, una tienda especializada en la venta de souvenirs, lociones de aromaterapia y jabones.
“El impacto se hizo sentir.
Pero nada, aquí estamos positivos. Si sobrevivimos a María (huracán que afectó a Puerto Rico en 2017), también vamos a sobrepasar esto”, indicó.
Solino dijo que tuvo que dar cesantías temporeras a los seis empleados que tenía en el negocio. “A puertas cerradas, sin producir nada, imagínate… ahora lo que habrá que ver es si los clientes llegan porque nuestro mercado es mayormente de turistas”, indicó.
La tienda Double Cake, dirigida a la repostería, nunca cerró operaciones y optó por las entregas a domicilio o recogido en el establecimiento de sus productos.
Ahora que surge la oportunidad de que puedan abrir al público con el 25% de su ocupación, sus dueños, Orlando Santiago y Yaritza Lozanos, prefieren mantener la dinámica
que adoptaron desde el comienzo de la cuarentena.
“Estuvimos abiertos desde el principio y los primeros días sí estuvo lento… pero empezamos a sacar bizcochos de cumpleaños a través de la aplicación UVA y vimos que esa demanda existía porque muchas personas cumplieron años en la cuarentena y no tenían dónde comprar su bizcocho. Cogimos ese boom y aprovechamos esa necesidad... En ese sentido preferimos seguir operando así...”, determinó Santiago.
Lanza advertencia
Tras suscitarse varios incidentes de conducta irresponsable este fin de semana cuando se autorizó la visita a playas con las debidas precauciones de distanciamiento social, la gobernadora lanzó una fuerte advertencia a quienes incumplan con las medidas para evitar el contagio del coronavirus.
“La responsabilidad ciudadana es crucial para la reapertura del comercio y las actividades sociales. La salud de nuestro pueblo es primero”, publicó en Twitter. “La conducta e irresponsabilidad social de varios ciudadanos demuestra no tener claras las consecuencias de su comportamiento en la playas, ríos, establecimientos y hasta en las vías públicas. Estamos atentos y de convertirse esta en la norma, tomaremos medidas más restrictivas. Cada ciudadano tiene que ser responsable y no puede poner en riesgo la salud de todos”, advirtió.