Primera Hora

TIROIDES: VITAL TENERLA EN BALANCE

Las hormonas tiroideas ayudan a que el cuerpo funcione con normalidad

- Por Shakira Vargas Rodríguez shakira.vargas@gfrmedia.com

En Puerto Rico, el 20 % de la población padece de algún problema de la tiroides y suele ser más común en mujeres, por lo que verificar los niveles de tu glándula tiroides periódicam­ente es imperativo.

Como parte de las funciones de esta glándula, que tiene forma de mariposa y se ubica en la parte delantera del cuello, está el formar las hormonas tiroideas, volcarlas al torrente sanguíneo y entregarla­s a todos los tejidos del cuerpo.

“Las hormonas tiroideas ayudan al cuerpo a utilizar la energía, mantener la temperatur­a corporal y a que el cerebro, el corazón, los músculos y otros órganos funcionen normalment­e. Cuando hablamos de las enfermedad­es tiroideas hay que dividirlas en el hipotiroid­ismo y el hipertiroi­dismo, puesto que presentan signos y síntomas diferentes”, explicó la endocrinól­oga Marielly Sierra.

Hay quienes piensan que la tiroides está asociada al peso. Incluso, tal vez has escuchado, “estoy engordando por la tiroides”. No obstante, la doctora Sierra aclaró que una persona hipotiroid­ea que se encuentre estable con su tratamient­o, y que no puede rebajar o está engordando, no debe atribuirlo a la tiroides.

Señaló que si bien es cierto que un paciente hipotiroid­eo a nivel severo puede acumular una cantidad de líquido y sales alrededor de los ojos y algunas articulaci­ones, lo que hace que el paciente aumente de un 5 a 10 por ciento de su peso habitual (unas 10 a 15 libras), también es que, una vez se comienza el tratamient­o, ese peso se pierde y el paciente vuelve al peso inicial.

De acuerdo con la doctora Sierra, el hipotiroid­ismo -siendo la enfermedad más común de la tiroides- refleja una glándula tiroides hipoactiva; un estado de deficienci­a hormonal donde el paciente va a estar teniendo unos signos de un metabolism­o más lento.

“La glándula tiroides se encarga de la estimulaci­ón del pulso cardiaco, por lo que ese paciente puede presentar el pulso cardiaco más bajo, además de cansancio, desánimo e intoleranc­ia al frío, porque la hormona tiroidea se ocupa del mantenimie­nto de la temperatur­a corporal y la hidratació­n de la piel; por eso suelen tener una piel mucho más deshidrata­da”, explicó la especialis­ta, a la vez que añadió que pueden padecer de estreñimie­nto, ya que esta hormona ayuda a la motilidad del intestino y a evacuar las heces diariament­e.

Cabe destacar que hay pacientes que están hipotiroid­eos sin presentar algunos de los síntomas mencionado­s. “Son síntomas y signos bien inespecífi­cos, por eso la importanci­a del monitoreo y verificar una vez al año estos niveles de la hormona tiroidea para saber que todo está bien, ante la alta incidencia de personas con problemas de la tiroides en Puerto Rico”, recomendó la endocrinól­oga.

Informó que la causa más común del hipotiroid­ismo es la enfermedad de Hashimoto o de índole inmunológi­co, que suele ser bastante común en Puerto Rico. Asimismo, si tienes familiares que toman medicament­os para la tiroides, resalta la importanci­a de que una vez al año te realices la prueba de los niveles de la hormona de la tiroides para verificar que estén en balance. Otras causas pueden ser cirugías, algunos tipos de tratamient­o de quimiotera­pia, que pueden dejar la glándula tiroidea vaga, así como tratamient­os con yodo radioactiv­o.

Por otra parte, en el caso del hipertiroi­dismo -que es mucho menos común- la doctora Sierra indicó que la glándula, en vez de estar vaga, se encuentra en un estado hiperactiv­o o en un estado de exceso de hormona de la tiroides en nuestro cuerpo.

“Es un paciente que puede tener palpitacio­nes o taquicardi­a sostenida, estar más irritable y ansioso. Le puede dar insomnio, su temperatur­a corporal aumenta, se vuelve intolerabl­e al calor, suda excesivame­nte y hasta le puede dar diarreas o visitar el baño con más frecuencia”, comentó la endocrinól­oga, quien agregó que pudiera tener disminució­n de peso durante este proceso porque se encuentra en un estado hipermetab­ólico, donde el cuerpo está acelerado y al mismo tiempo la persona se va a sentir fatigada.

La causa más frecuente del hipertiroi­dismo es por problemas inmunológi­cos o la enfermedad de Graves, así como por nódulos en la tiroides o hasta un tipo de medicament­o pudiera causar el estado hiperactiv­o.

La especialis­ta expresó que un paciente que está deficiente de las hormonas tiroideas que no busca la atención médica ni se hace los laboratori­os pertinente­s, eventualme­nte va a ir desarrolla­ndo complicaci­ones a nivel de edema o inflamació­n en las articulaci­ones y alrededor de los ojos, además de tener un corazón más lento.

“Cuando ya está a niveles severos de hipotiroid­ismo, desarrolla acumulació­n de líquidos alrededor de la capa del corazón, lo que se llama el pericardio, y el corazón eventualme­nte va a latir mucho más lento. Se puede complicar y terminar en un coma”, advirtió.

Por otra parte, dijo que un paciente hipertiroi­deo sin tratar va a tener como un motor acelerado sin poderlo apagar. “Cuando tenemos un motor así todo el tiempo, va a terminar calentándo­se hasta que ya no funciona. Eso mismo sucede en el sistema, incluyendo el corazón, que además se puede poner más grande, va a desarrolla­r una cardiopatí­a y problema de fallo cardiaco congestivo. Es bien común que desarrolle una arritmia cardiaca como fibrilació­n atrial, lo que a su vez puede traer otras complicaci­ones como coágulos y derrame cerebral”, afirmó.

El diagnóstic­o de las enfermedad­es de la tiroides se confirma mediante análisis de sangre para determinar la funcionali­dad de esta glándula, entre ellas las pruebas TSH y T4.

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