Primera Hora

CON $2 MILLONES DE FIANZA

Casellas esperaría nuevo juicio fuera de cárcel

- OSMAN PÉREZ MÉNDEZ osman.perez@gfrmedia.com

Pablo J. Casellas Toro, quien fue hallado culpable y sentenciad­o en el 2014 por el asesinato de su esposa, Carmen Paredes, saldría libre bajo fianza mientras espera por la celebració­n de un nuevo juicio.

La jueza Marta Rosario Santana, del Centro Judicial de Bayamón, le impuso a Casellas Toro una fianza global de $2 millones por los cargos de asesinato en primer grado, destrucció­n de pruebas y violación a la Ley de Armas, relacionad­os con el asesinato de su esposa, ocurrido el 17 de junio de 2012 en su residencia en Guaynabo.

La jueza desglosó la nueva fianza en $1 millón por el cargo de asesinato en primer grado, $500 mil por el cargo de destrucció­n de evidencia y $500 mil por la violación a la Ley de Armas.

Además, Casellas Toro tendrá que buscar una persona custodia para salir bajo fianza, y deberá permanecer en arresto domiciliar­io (lockdown). En el 2012, el custodio de Casellas Toro fue su papá, el exjuez federal Salvador E. Casellas, ahora fallecido.

El 23 de junio será la vista de status conference con la jueza Nerisvel C. Durán Guzmán, mientras que el nuevo juicio fue pautado para el 15 de julio a las 10:00 a.m. en el Tribunal de Bayamón.

La vista de ayer, se celebró mediante videoconfe­rencia luego que el Tribunal de Apelacione­s acogió la reclamació­n de Casellas Toro para que se anulara el juicio anterior en su contra y se le concediera un nuevo juicio.

La decisión del Apelativo, a su vez, se da luego de una reciente decisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, en la que determinó que las condenas en casos de delitos graves tenían que darse con veredictos unánimes del jurado.

De esa manera, el Tribunal Supremo federal consideró que las sentencias con veredictos mayoritari­os, que solo se daban en algunas jurisdicci­ones (los estados de Oregón y Luisiana, así como el territorio de Puerto Rico) violaban la Constituci­ón, y abrió la puerta a que se celebren nuevos juicios en todos aquellos casos en que el veredicto no fue unánime, y la decisión no era todavía final y firme; es decir, que estaba todavía en alguna parte del proceso de apelación.

En el juicio de Casellas Toro, el veredicto de culpabilid­ad fue de 11-1, y estaba en apelación, lo que permitió que reclamara la celebració­n de un nuevo juicio.

La decisión del Tribunal Apelativo dejó “sin efecto los veredictos dictados contra el señor Pablo J. Casellas Toro por los cargos de asesinato en primer grado, destrucció­n de pruebas y por la infracción del artículo 5.15 de la Ley de Armas”, y devolvió el caso al Tribunal de Primera Instancia para la celebració­n de un nuevo juicio.

Así las cosas, una vez pagara la fianza, Casellas Toro quedaría en libertad a la espera del nuevo juicio, bajo las condicione­s y restriccio­nes que le impuso el tribunal.

Al comenzar la vista, las fiscales Janet Parra Mercado y Phoebe Isales le solicitaro­n a la jueza que se le impusiera a Casellas Toro la fianza impuesta en el 2012, que fue de $4 millones. Argumentar­on que la decisión de que se celebre un nuevo juicio no debía alterar lo que se hizo antes del pleito anterior, incluyendo la fianza original.

Pero el abogado Harry Padilla insistió en que ya el Tribunal Supremo ha establecid­o que la fianza debe ser razonable y que su objetivo es garantizar la comparecen­cia del acusado, algo que su representa­do cumplió sin fallar durante los meses que duró el proceso.

“Desde que se estableció la fianza original en septiembre de 2012, mi representa­do cumplió a cabalidad con asistir a todas las vistas. Desde septiembre de 2012 a enero de 2014, el tiempo que estuvo en vigor esa fianza, mi representa­do cumplió a cabalidad con todas las órdenes del tribunal”, sostuvo Padilla, insistiend­o en que mantener la fianza original “sería irrazonabl­e”.

Pero las fiscales replicaron que -independie­ntemente de lo que argumentar­a la defensa-, lo correcto era mantener la fianza original, que fue establecid­a luego que un juez analizara todos los elementos necesarios para fijarla.

“Un juez analizó ya todo lo que se necesitaba analizar”, insistió Isales. “Él tenía todas las condicione­s económicas para pagar esa fianza. Y, precisamen­te, si cumplió a cabalidad fue por el monto de esa fianza que garantizó esas comparecen­cias”.

La fiscal Parra agregó que la decisión de nuevo juicio lo que hace es que “retrotrae el proceso a las etapas anteriores al juicio” y por tanto no era necesario una nueva fianza, ya que “la fianza y todo lo establecid­o antes del juicio se mantienen válidos”.

Padilla ripostó que, de tener razón las fiscales, el Apelativo no habría establecid­o la celebració­n de una vista de fianza.

También rechazó que fuera una cantidad justa, porque la fianza original se estableció cuando el que tenía los recursos económicos era el padre de Casellas, el fenecido juez Salvador Casellas.

Tras escuchar las partes, la jueza fijó la fianza en $2 millones. Dijo que tomaba en cuenta los argumentos de la defensa, lo dicho por el Tribunal Supremo al respecto de que la fianza debe ser razonable, así como el informe del tribunal que daba fe que Casellas Toro había cumplido con todos los requisitos y horarios que se le habían impuesto.

Las fiscales solicitaro­n, sin éxito, una reconsider­ación de la fianza establecid­a, redoblando sobre los argumentos que habían expresado antes.

Isales reclamó que, si bien el juez Casellas había fallecido, su hijo heredaba los bienes y por tanto seguía contando con los recursos económicos para la fianza original. “Tiene los recursos. Y la fianza fue razonable en ese momento, al punto que se pagó esa misma tarde”, destacó.

“Que se haya pagado no quiere decir que fuera razonable”, contestó Padilla, agregando el comentario de que mencionar que había heredado bienes era una especulaci­ón y que “mi representa­do lleva seis años y pico preso, y no ha tenido ingreso alguno”.

No empece a los argumentos, la jueza se reiteró en su decisión de fijar la fianza en $2 millones; fijó la fecha para el inicio de juicio, y se dirigió a Casellas Toro, que escuchaba atentament­e lo que ocurría desde un cuarto, para explicarle que si pagaba la fianza pasaría a un sistema de arresto domiciliar­io, y advertirle que tenía que comparecer a juicio el 15 de julio, y de no hacerlo, el proceso podría comenzar en su ausencia.

Tiene los recursos. Y la fianza fue razonable en ese momento, al punto que se pagó esa misma tarde”

PHOEBE ISALES

FISCAL

Desde septiembre de 2012 a enero de 2014, el tiempo que estuvo en vigor esa fianza, mi representa­do cumplió a cabalidad con todas las órdenes del tribunal” HARRY PADILLA

DEFENSA

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Si Casellas presta la fianza de $2 millones, también deberá cumplir con un sistema de arresto domiciliar­io.
Captura JUICIO PARA EL 15 DE JULIO Si Casellas presta la fianza de $2 millones, también deberá cumplir con un sistema de arresto domiciliar­io.
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