Primera Hora

GRADUADA A SUS 74 AÑOS

Doña María Luisa logró su meta de ser chef

- OSMAN PÉREZ MÉNDEZ osman.perez@gfrmedia.com

No importa cuantas décadas de vida lleves acumuladas, nunca es tarde para lograr un sueño, aunque sea algo tan complicado como completar estudios universita­rios, si te sobran los deseos y la voluntad para lograrlo.

Y si lo duda, no tiene más que mirar el ejemplo de María Luisa Ríos Ayala -o doña Miriam, como la conocen sus allegados-, que recién acaba de completar sus estudios en artes culinarias en la Universida­d Ana G. Méndez, en Carolina.

Es imposible no contagiars­e con su positiva y juvenil actitud, nada más y nada menos a los 74 años.

“Desde bien joven tenía la ilusión de un grado universita­rio.

Pero la situación en el hogar era difícil. No había las ayudas que hay en estos tiempos”, comentó María Luisa, cuyo deseo inicial era de haber sido trabajador­a social.

“Y me casé a los 27 años después de haber pasado las mil y una. Y ya cuando los niños se fueron al colegio, decidí estudiar. Pero no había terminado nunca. Y después me quedé en la casa, y luego ayudando a mi esposo en el negocio”.

Pero a pesar de los vaivenes, “siempre estaba ese deseo ahí, de poder graduarme”, así que aprovechó el beneficio para estudiar que recibió a través de la Administra­ción de Veteranos por los servicios de su esposo, y se lanzó a la aventura universita­ria.

“Me gusta mucho la cocina. Hubiese querido ser una chef vegetarian­a, pero como aquí no hay una institució­n acreditada para eso, que Veteranos pague esos estudios, pues me decidí por la universida­d Ana

G. Méndez en Carolina”, relató la vivaz madre de tres y abuela de cinco.

Entonces, imagínense la sorpresa que se llevaron en ese salón de clases esos jóvenes, muchos de ellos recién graduados de cuarto año.

“Cuando empecé en la universida­d estaba medio perdida. Era un cambio bien diferente. Una persona mayor, con esos chicos salidos de escuela superior. Pero gracias a Dios, me dieron mucho apoyo, los profesores, en la oficina de apoyo de la universida­d, en la biblioteca, los apuntadore­s.

La universida­d me ayudó mucho, me dio acomodo razonable”, contó.

“Y los estudiante­s, me dieron mucho apoyo. Me respetaban mucho. Me decían que me veían como ejemplo. Y terminé teniendo un montón de nietos adoptados”, aseguró entre risas, agregando que tuvo “dos compañeras que siempre me dieron la mano desde el principio”.

Y como si graduarse no fuera un logro ya lo suficiente­mente notable, lo hizo además Magna Cum Laude.

Tan agradable fue la experienci­a que asegura que, si le dan alguna oportunida­d, “yo creo que me quedo por ahí en la universida­d, ayudando con algo. Si me adoptan como la abuelita, yo me quedo”.

“He conocido tanta gente linda. Me hicieron esos dos años una delicia. Me lo disfruté todo. No falté ni un solo día. Fue un sacrificio, pero me lo disfruté”, insistió.

Su familia no puede estar más orgullosa. “Estamos todos supersatis­fechos y honrados de que sea nuestra mamá, nuestra abuelita”, compartió su hija, Lucy Oliveras.

 ??  ??
 ?? Suministra­da ?? María Luisa Ríos Ayala siempre quiso estudiar, perseveró y se graduó recienteme­nte con la distinción Magna Cum Laude, siendo ejemplo a seguir para todos.
Suministra­da María Luisa Ríos Ayala siempre quiso estudiar, perseveró y se graduó recienteme­nte con la distinción Magna Cum Laude, siendo ejemplo a seguir para todos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico