Javier reitera la prevención
“
Esas son las preocupaciones... transmitirle la enfermedad a las personas que uno quiere”
JAVIER ROSA QUINTANA
ENFERMERO, 30 AÑOS
Javier Rosa Quintana es enfermero, trabaja en la Administración de Servicios Contra la Adicción y Salud Mental (Assmca), y reside con su esposa en Guaynabo.
Con la cuarentena, se ha tenido que acostumbrar a salir con mascarilla y a hacer filas largas, con distancia prudente, para comprar alimentos y artículos de primera necesidad buscando “la manera de uno no contagiarse”.
“Ya no se puede compartir como antes, las fiestas familiares que antes se hacían”, indicó el joven de 30 años que son algunas de las cosas que más ha extrañado en el período de la cuarentena por el coronavirus.
“Lo más difícil ha sido el no poder compartir con las amistades”, dijo Rosa Quintana, quien indicó que durante la emergencia ha aprendido a tener paciencia para hacer las cosas y a considerar a las demás personas para evitar los contagios.
“Siempre está la preocupación de llegar a tu casa y de no contagiar a tus familiares”, sostuvo el enfermero, quien expresó que de vez en cuando, recibe en su casa a su señora madre. “Esas son las preocupaciones de cuando uno sale a la calle de transmitirle la enfermedad a las personas que uno quiere. Eso no es fácil”, relató el joven. Relató que en su trabajo se sigue un estricto protocolo de distanciamiento social.
“Ya no es como antes que podíamos dialogar más de cerca. Ya todo es distancia, pero con el tiempo se aprende y uno se tiene que acostumbrar a las cosas para no ser perjudicado”, dijo.
Confesó que también ha tenido que acostumbrarse a salir a la calle con mascarilla. “A veces molesta, pero para la protección de uno hay que ponérsela. Ya no me bajo del carro sin la mascarilla. Poco a poco, uno se adapta”, agregó.