UN DESAFÍO NO TENER AGUA EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS
Residentes de Río Grande muestran preocupación ante racionamiento de la AAA de 9 p.m. a 5 a.m. todos los días
“
Traen agua de otros lados y le suplen a algunos sectores, pero no es suficiente para todo el mundo… a las comunidades como nosotros nunca llega”
DOEL MIRANDA VECINO DEL BARRIO JIMÉNEZ
Estar sin servicio de agua potable en tiempos de coronavirus representa un tormento para miles de residentes de Río Grande que enfrentan la problemática de un racionamiento ante la crítica condición de sequía en la que se encuentra la isla y que ha provocado una merma en el caudal de los ríos que suplen la Planta de Filtros El Yunque.
La disminución de lluvias en el municipio costero ha obligado a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) a establecer un plan de interrupción de servicio que afecta a 8,000 de los 20,000 abonados que tiene el sistema en esa localización, lo que tiene sumido en un angustioso laberinto a los residentes de unos 20 sectores y barrios del pueblo.
“Entendemos lo de la sequía, pero cuando escuchamos el anuncio en los medios que iban a racionar el agua hacía ya tres días que no teníamos el servicio y eso ha ocurrido así por muchos meses…”, dijo doña Carmen Maldonado una anciana de “más de 80 años” que vive junto a su esposo Eliel González en el barrio Jiménez.
La toma de aguas crudas de la planta de filtros El Yunque registró la semana pasada un descenso de 11 pulgadas debido a la falta de precipitación en la región este. Como consecuencia afectó el caudal del Río Espíritu Santo y de la represa ubicada en El Verde que suplen agua a dicha planta.
Toda esta crisis afecta en un periodo en el que las autoridades sanitarias exigen mantener los hábitos de higiene para evitar la propagación del coronavirus.
“Esto ha sido terrible sobre todo porque hablan de cortar el agua por ocho horas, pero en realidad hay semanas completas que estamos sin el servicio… en mi casa hay botellas de agua por todas partes de la casa...”, relató por su parte Carmen Rosado.
“Esto del agua se suma a otras carencias que tenemos desde el huracán María (2017) pues aún estamos con postes de luz que no sirven y mira el deterioro de la carretera”, alertó.
Carmen Rosado también recurre a recoger agua de lluvia o del rocío mañanero para utilizarla en las descargas de los baños o para asear la casa.
Erik Rivera y Doel Miranda, también residentes del barrio Jiménez, explicaron que han tenido que invertir en cisternas adicionales para tratar de mitigar la crisis.
“Tuve que comprar una cisterna luego del huracán María y ahora tuve que incurrir en gastos adicionales para poder suplir la necesidad ante la falta de servicio…”, sostuvo Erik.
De otra parte, Doel -propietario de un guesthouse en el lugartuvo que contratar por $375 un camión cisterna para que le supliera 600 galones de agua. “Pero, con todo esto voy a tener que comprar cisternas adicionales porque esto es recurrente”, dijo.
En entrevista con Primera Hora la directora ejecutiva de la AAA, la ingeniera Doriel Pagán, indicó que el racionamiento en Río Grande continuará y su extensión se evaluará día a día, dependiendo del comportamiento de los caudales de ríos que suplen a las plantas afectadas.
De otra parte, advirtió que hay otras tres plantas de distribución en el área este que están bajo vigilancia y, de no recibir suficiente lluvia en las próximas semanas, podrían iniciar un posible racionamiento. Las plantas bajo la lupa de la AAA son la de Filtros de Humacao (que suple a Las Piedras), la de filtros de Guzmán Arriba (que sirve a abonados en Río Grande) y la planta de Juncos Urbana.
“Esas tres plantas están bajo observación y en las que es posible que se vaya a implantar un plan de racionamiento pues han demostrado una disminución significativa en los caudales”, dijo Pagán.