SE LE ACABAN LAS FICHAS A LOS CASINOS
Tras reportar pérdidas de más de $130 millones y miles de empleados en la calle, ejecutivos de la industria alertan que operaciones se volverán “insostenibles” si el Gobierno mantiene su cierre
Durante los pasados seis meses el ingreso en los casinos, el cual incide en recursos para la Universidad de Puerto Rico (UPR), la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR) y el Fondo General, ha tenido pérdidas de sobre $130 millones a causa de la crisis provocada por el cierre que el gobierno ha impuesto a estos centros de juegos de azar en su interés por desacelerar los contagios de COVID-19.
A causa de las diversas órdenes ejecutivas firmadas por la gobernadora Wanda Vázquez Garced se han visto inhabilitadas las operaciones de los 16 casinos que hay en la isla y, actualmente, entre el 85% y el 90% de los empleados de estos centros de entretenimiento están desempleados, creando paralelamente a la debacle financiera gubernamental una crisis social cuyo futuro luce desalentador. Este sector fue autorizado en el mes de julio a una reapertura parcial -con limitación de ocupación en sus facilidades y horarios-, pero el permiso apenas se extendió por dos semanas pues, por recomendaciones científicas, el gobierno ordenó nuevamente poner candados a los casinos.
El escenario ha causado pesadumbre entre líderes del gobierno y del sector, quienes lamentaron que los reajustes que han hecho para tratar de atemperarse a las nuevas normas que impone la llegada del novel coronavirus no hayan sido suficientes para que los más de 8,000 ciudadanos que componen la industria -con empleos directos e indirectos- hayan retornado a la fuerza laboral.
Según José Maymó, director ejecutivo de la Comisión de
Juegos de Azar, en el año fiscal 2019-2020 (el cual inició en julio del año pasado y culminó el pasado 30 de junio) el ingreso neto operacional de las máquinas de juegos de azar fue de $207,589,845, una cifra que se quedó corta a las metas proyectadas por el gobierno.
“Esa merma surgida por la pandemia entre marzo y junio provocó que nos quedáramos cortos en las proyecciones por $103 millones”, destacó el funcionario al agregar que los primeros seis meses del año fiscal (entre julio y diciembre de 2019) los recaudos fueron “excelentes”
alcanzando metas promedios mensuales de entre $23 y $26 millones.
Sin embargo, una vez se declaró la pandemia y Puerto Rico inició un “lockdown” de comercios los números se desinflaron dramáticamente, ocasionando un efecto dominó en las arcas gubernamentales y en los fondos de los casinos, quienes han tenido que entre