Guía práctica sobre el COVID-19
Ahora, más que nunca, las vacunas serán la mejor arma. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), aunque vacunarse contra la influenza no protege del COVID-19, sí reporta beneficios.
Primero, se ha demostrado que las vacunas contra la influenza reducen el riesgo de influenza, hospitalización y muerte a causa de esta enfermedad. Y, segundo, vacunarse contra la influenza permite preservar los recursos de atención médica para atender a pacientes con coronavirus. La vacunación contra la influenza puede reducir el riesgo de hospitalización asociada a la influenza para niños, adultos en edad de trabajar y adultos mayores.
También es una herramienta de prevención importante para las personas con afecciones de salud crónicas, reduce la gravedad de la enfermedad en personas que se vacunaron, pero aún pueden enfermarse, y protege a quienes te rodean, de acuerdo con los CDC.
Para la temporada de influenza 2020-2021, el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP), recomienda que todas las personas de 6 meses en adelante se vacunen anualmente contra la influenza con cualquier vacuna contra la influenza aprobada de acuerdo con su edad y estado de salud, tales como la vacuna contra la influenza inactivada (IIV), la vacuna recombinante (RIV) o la vacuna en atomizador nasal con virus vivos atenuados (LAIV 4), sin preferencia expresa por ninguna. Seguir estas recomendaciones es particularmente importante para quienes pertenecen a grupos de alto riesgo de sufrir complicaciones por la influenza (lo mismo que COVID-19).