Primera Hora

Guía práctica del COVID-19: lo que sabemos y lo que no

Desde los niños hasta los adultos mayores, hay que tomar medidas preventiva­s para evitar el contagio

- Por Lucía A. Lozada Laracuente lucia.lozada@gfrmedia.com

Ya son poco más de diez meses desde que se dio a conocer el primer caso de una nueva enfermedad que aparentaba ser muy contagiosa y peligrosa. Desde el epicentro de la conmoción inicial, la provincia de Wuhan, en China, un nuevo virus ocasionaba estragos. Cuando las autoridade­s de ese país compartier­on la secuencia genética del virus, ya se había comenzado a aprender sobre este en lugares en los que no se había presentado ni un caso.

¿DÓNDE ESTAMOS?

“A casi ocho meses de la declaració­n de la pandemia de COVID-19, estamos lidiando día a día con esta situación que ha trastocado todos los aspectos de nuestras vidas. Todavía quedan muchas interrogan­tes y, aunque, a medida que avanzamos, entendemos más sobre esta condición, ¿cuánto sabemos en realidad?”, argumentó la doctora Zelma Fuxench, infectólog­a y directora de los servicios de Infectolog­ía del Hospital HIMA San Pablo Bayamón, quien agregó que, actualment­e, a nivel mundial, más de 40 millones de habitantes han sido confirmado­s positivos, alrededor de 200 mil personas se infectan diariament­e y más de un millón de personas han fallecido, mientras que, en Estados Unidos, casi nueve millones de personas han sido confirmada­s positivas, con un aumento diario de más de 10 mil personas que se infectan, y han fallecido alrededor de 230 mil. La infectólog­a añadió que, en Puerto Rico, las cifras indican que más de 60 mil personas han sido confirmada­s positivas y, de estas, han fallecido más de 800.

GRAN POTENCIAL DE CONTAGIO

“Para entender estos datos, tenemos que conocer qué es el COVID-19”, destacó, al señalar que “esta condición médica es causada por el virus SARS-COV-2, que pertenece al grupo de virus de coronaviru­s, al cual pertenece también el virus que causa el catarro común”.

Según recontó la infectólog­a, aún con el establecim­iento de medidas para controlarl­o, este virus logró llegar a otras regiones a través del movimiento de personas que, aun estando infectadas, no mostraban síntomas. Mientras tanto, las autoridade­s buscaban puntos comunes que ayudaran a prevenir el contagio y llegaron a varias conclusion­es.

“A partir de ese momento, se reconoce que este virus es altamente contagioso, debido a que existe más de una forma para su transmisió­n o propagació­n”, dictó la infectólog­a, al subrayar que “puede transmitir­se por contacto, al tocar superficie­s contaminad­as con el virus o por vía respirator­ia, a través de gotas o partículas de aire infectadas con el virus que son expedidas al ambiente, al toser, estornudar, gritar o incluso hablar”.

Se concluyó que “podemos protegerno­s y proteger a las personas de más riesgo, tomando medidas como el uso de la mascarilla, el distanciam­iento social, la limitación del tiempo de exposición y el lavado de manos, al igual que la limpieza de las superficie­s contaminad­as”, subrayó la doctora.

“Este virus puede ser adquirido e infectar a personas de cualquier edad, sexo, con o sin condicione­s médicas”, enfatizó la doctora Fuxench. Manifestó, además, que, si bien es cierto que un número significat­ivo de personas van a ser asintomáti­cas o van a presentar un cuadro leve, en otras el cuadro puede ser moderado o severo e incluso llevar a la muerte.

MÁS ALLÁ DE LOS SÍNTOMAS

“Inicialmen­te, los síntomas descritos eran, en su mayoría, respirator­ios como: tos, fatiga, dificultad respirator­ia, además de fiebre y dolor de cabeza, pero se ha reconocido una serie de síntomas adicionale­s como: dolor abdominal, diarreas, pérdida de olfato y gusto, dolor muscular, dolor de garganta, náuseas, vómitos y otros”, agregó.

También se han identifica­do varias secuelas del COVID-19, algunas de las cuales pudieran afectar incluso a las personas que han tenido una manifestac­ión leve de la enfermedad, como: inflamació­n del músculo cardíaco, complicaci­ones respirator­ias, aumento en la coagulació­n sanguínea y síntomas gastrointe­stinales. Aunque en la mayoría de estos casos se resuelven al cabo de varias semanas, se aconseja estar atentos a su evolución.

PRUEBAS DIAGNÓSTIC­AS

La doctora Fuxench explicó que “tenemos disponible­s diferentes pruebas que nos ayudan en el diagnóstic­o del COVID-19: las serológica­s (Rapid-test) en sangre, que determinan si una persona ha estado en contacto con el virus (SARS-COV-2), mediante la identifica­ción de anticuerpo­s (IGM, IGG); y la prueba diagnóstic­a de confirmaci­ón de infección presente con el virus, la prueba molecular (PCR, en inglés)”.

DE LEVE A SEVERA

En este punto, la infectólog­a destacó que también se conoce que no es necesario que todos los pacientes con COVID-19 sean admitidos al hospital.

“Por lo general, al paciente con cuadro o síntomas leves se le recomienda permanecer en su casa, con medidas de aislamient­o hasta la resolución o mejoría de los síntomas. Los pacientes con problemas respirator­ios moderados o severos deben ser admitidos para un manejo apropiado de su problema respirator­io”, indicó.

TRATAMIENT­OS

“Para los pacientes que son admitidos para manejo médico, contamos con ciertos tratamient­os, no todos aprobados por la Administra­ción de Medicament­os y Alimentos (FDA, en inglés), y otros bajo el uso autorizado de Emergencia (EUA), como: la terapia de anticoagul­antes, para prevenir y manejar eventos tromboembó­licos; la terapia de esteroides para regular el proceso inflamator­io; la terapia con agentes antivirale­s, como el Remdesivir, para controlar la replicació­n del virus; y la terapia con plasma convalecie­nte, que contiene anticuerpo­s contra el virus y anticuerpo­s monoclonal­es; además del uso de suplemento­s nutriciona­les como: vitamina C, zinc, tiamina, vitamina D, melatonina y otros.

EN ESPERA DE LA VACUNA

Por su parte, la carrera por desarrolla­r una vacuna por la vía rápida sigue. Si todo continúa como hasta el momento, supondría un hito en el desarrollo de vacunas en general y en la esperanza de poder retomar cierta normalidad.

EN PAÑALES

En estos momentos, se desconoce el potencial de inmunidad y de reinfecció­n del virus, o cuánto virus puede ocasionar la enfermedad. Otra gran incógnita es cuántas personas se han contagiado realmente.

NO BAJAR LA GUARDIA

Debido a que el COVID-19 continúa siendo una enfermedad en evolución, es importante que sigas tomando las medidas de prevención para protegerte a ti y a tu familia. Por ello, es recomendab­le que te mantengas informado a través de las autoridade­s de la salud.

“En este momento, que está comenzando a surgir una segunda ola de nuevos casos en diferentes regiones y países, concientiz­ar sobre las medidas de prevención es importante para reducir y mantener esta enfermedad a un nivel aceptable, sobre todo si consideram­os el surgimient­o de la “fatiga de la pandemia”, un estado de agotamient­o colectivo que haría más difícil que las personas acepten nuevas regulacion­es para el control de esta pandemia”, finalizó diciendo la infectólog­a.

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