A.J. HINCH RECIBE UNA OVACIÓN EN HOUSTON
El otrora piloto de los Astros y ahora dirigente de los Tigers regresó a su vieja casa tras cumplir su suspensión de un año
HOUSTON. De vuelta en el lugar en que recibió tantas aclamaciones durante años, A.J. Hinch obtuvo una más, y se mostró conmovido.
Hinch, quien pasó cinco temporadas en Houston ayudando a que el equipo dejara atrás años de tropiezos durante una reconstrucción penosa hasta ganar la Serie Mundial en el 2017, regresó al parque de lo Astros el lunes en la noche como nuevo dirigente de los Tigers de Detroit.
El equipo de Detroit lo firmó luego de completar un año de suspensión por su responsabilidad vicaria frente al equipo de los Astros que tuvo en acción un sistema de robo de señales durante las temporadas del 2017 y 2018. La suspensión también le ganó su despido como dirigente, a pesar que los Astros ganaron más de 100 juegos en cada una de las últimas tres campañas de Hinch.
En 2019, lograron un récord de la franquicia, con 107 triunfos, pero cayeron ante los Nacionales de Washington en la Serie Mundial.
El público ovacionó a Hinch antes del juego, cuando se le presentó. En las pantallas del parque, se mostró un homenaje en video, al que siguió el mensaje: “Gracias, A.J.”.
Luego, el piloto ingresó en el terreno y se quitó la gorra para agradecer a la multitud, que lo aclamó de nuevo.
“Este lugar es muy especial para mí”, comentó Hinch. “Es la única vez que me he sentido incómodo en este inmueble. Realmente lo aprecio, me conmovió. Yo quería salir, quitarme la gorra y retirarme de inmediato, antes de que mostrara demasiado mis emociones”.
Rob Manfred, el comisionado de las Grandes Ligas, suspendió a Hinch un año, en enero de 2020. El dueño de los Astros, Jim Crane, lo destituyó después, a raíz del ardid en que se infringieron las reglas, al usar una cámara de video para robar las señales de los receptores durante las temporadas de 2017 y 208.
En 2017, Houston ganó la Serie Mundial. Entonces el boricua Alex Cora era coach del banco en Houston. Un año después se fue a los Red Sox pero no quedó excento y también cumplió un año de suspensión por el escándalo.