Primera Hora

MURALES DE BOXEADORES INSPIRAN A LOS CHICOS

La obra del artista boricua Don Rimx en un gimnasio en Bayamón ha pintado de colores los sueños de chicos que buscan el camino del bien

- SARA DEL VALLE HERNÁNDEZ sara.delvalle@gfrmedia.com

BAYAMÓN. El gimnasio Monterrey Boxing Club siempre ha contado con una matrícula numerosa de jóvenes que buscan mejorar su condición física y pulir sus destrezas boxísticas mientras sueñan con un futuro glorioso en el deporte de las narices chatas.

Ahora que las paredes de la instalació­n deportiva, ubicada en las inmediacio­nes del residencia­l Villas de Monterrey, han sido adornadas con los rostros de los excampeone­s mundiales Miguel Cotto, Félix “Tito” Trinidad, Héctor “El Macho” Camacho y Wilfred “El Radar” Benítez, los chicos sienten que tienen un incentivo adicional para llegar por las tardes a sudar la gota gorda en sus entrenamie­ntos.

Así lo atestiguó Primera Hora durante una visita al gimnasio en una reciente tarde calurosa. En ese momento un puñado de chicos de entre 12 a 16 años entrenaba con ahínco bajo la tutela del entrenador y gestor del proyecto deportivo, Emilio Lozada. El grupo no era muy grande y todos utilizaban mascarilla­s para protegerse contra el coronaviru­s.

Uno de ellos era Brayan Pérez, vecino de Villas de Monterrey, quien compartió que –tras jugar baloncesto y béisbol– decidió darle una oportunida­d al boxeo.

“Me gusta entrenar aquí porque no se ve como en otros lugares, que está todo separado. Aquí todo el mundo es familia, todos saludan y se ríen contigo. Es como entrenar entre amigos”, apuntó el joven de 16 años.

Pérez, quien solo lleva tres meses acudiendo al gimnasio, calificó de “superhermo­sos” los murales de los cuatro excampeone­s mundiales.

“Son unos ídolos. Todos deben conocerlos. Alguna vez debieron haber visto una pelea de alguno de ellos. Son superhermo­sos”, declaró.

Ian S. Velázquez coincidió con su compañero de entrenamie­nto en que el ambiente en el gimnasio es muy familiar, lo que lo hace sentir a gusto.

El atleta, de 16 años y quien lleva cinco meses entrenando, añadió que siente que ha aprendido mucho durante el tiempo que lleva allí.

En cuanto a los murales, manifestó que cuando guantea ante los rostros de Macho Camacho y “Radar” Benítez, se siente inspirado.

“Cuando veo esos dos boxeadores en la pared, me siento inspirado a ser como ellos. Siento que cuando estoy en el ring, estoy frente a miles de personas. Es un efecto bien especial”, reveló Velázquez con una tímida sonrisa.

El padre de Ian, Luis A. Velázquez, reconoció que en un principio no le agradó la idea de que su hijo practicara boxeo por su naturaleza violenta. Sin embargo, hizo a un lado los prejuicios que sentía y le permitió ir al pabellón de boxeo. Para su asombro, el chico ha mejorado su conducta y se ha comprometi­do a cumplir con las reglas que se le impusieron para poder seguir entrenando.

Los murales fueron una obra que regaló el artista boricua Don Rimx, cuyo nombre oficial es William Sepúlveda. El hombre natural del residencia­l Nemesio R. Canales quiso apoyar la obra que hace Lozada en el lugar, quien hace 13 años rescató la facilidad abandonada para convertirl­a en lo que es hoy. El centro, que originalme­nte era un Head Start, se había convertido en un hospitalil­lo para el uso de drogas.

 ?? Vanessa.serra@gfrmedia.com ?? Esta foto tomada frente a un mural con imágenes de Macho Camacho y Wilfred Benítez muestra a algunos de los jóvenes y adultos que entrenan en el lugar. Todos dicen que desde que Don Rimx trabajó el arte, el ánimo de ir al lugar ha aumentado.
Vanessa.serra@gfrmedia.com Esta foto tomada frente a un mural con imágenes de Macho Camacho y Wilfred Benítez muestra a algunos de los jóvenes y adultos que entrenan en el lugar. Todos dicen que desde que Don Rimx trabajó el arte, el ánimo de ir al lugar ha aumentado.

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