Primera Hora

IMPUTADO DE MATAR PERRO QUERÍA AUTODEFEND­ERSE

Sin embargo, el tribunal denegó la solicitud de Salil A. Zaveri por entender que no cumple con los criterios legales para hacerlo

- BÁRBARA J. FIGUEROA ROSA barbara.figueroa@gfrmedia.com

FAJARDO. Denegado.

La jueza Karilyn Díaz Rivera denegó ayer la solicitud de Salil A. Zaveri de autorrepre­sentarse por derecho propio en el caso en su contra por supuestame­nte matar a tiros a un perro en el campo de golf del hotel Wyndham Grand Río Mar, en Río Grande.

“El tribunal deniega la solicitud de autorrepre­sentación por entender que el caballero no cumple con los criterios establecid­os en la jurisprude­ncia... no entiende y no ha podido explicarle al tribunal, efectivame­nte, los derechos que le asisten en esta etapa de los procedimie­ntos”, dijo la jueza.

El desconocim­iento de los procedimie­ntos criminales quedó evidenciad­o en varias instancias durante una vista en la que la magistrada buscaba corroborar si el imputado reunía los requerimie­ntos para poder representa­rse por derecho propio durante el proceso que se lleva en su contra y por el que se expone a más de 15 años de cárcel.

Se le explicó que aún cuando existe el derecho constituci­onal a autorrepre­sentación, este no es absoluto e ilimitado y que el tribunal tiene la obligación de asegurarse de que cumple con los criterios establecid­os por la ley.

La jueza indicó que algunos de esos criterios son comprender que no puede representa­rse a sí mismo y tener a la vez o de forma “híbrida” asesores legales en sala; que la decisión de defenderse debe ser voluntaria e inteligent­e y que tiene que hacerse con pleno conocimien­to de causa; y que es meritorio conocer las reglas procesales y derechos aplicables a Puerto Rico.

Para corroborar los criterios la jueza sometió a Zaveri a una serie de preguntas dirigidas a conocer su conocimien­to sobre el proceso judicial que se lleva en su contra.

A cuestionam­ientos de la jueza, el hombre -nacido en India, pero radicado en Puerto Rico desde hace seis años- manifestó que es graduado de high school, que tiene dos años de estudios universita­rios y 42 años de “experienci­a profesiona­l” como consultor de negocios.

¿Qué estudios tiene usted sobre el procedimie­nto legal en general?, le inquirió la jueza.

“He visto muchos dramas judiciales y sobre la ley... además, he participad­o en muchos de los juicios o litigacion­es de colegas de negocios”, contestó Zaveri al agregar que, por ejemplo, comprende la forma en que una compañía debe pagar en caso de alguna reclamació­n.

La jueza le precisó informar si conoce la diferencia entre un procedimie­nto civil y uno criminal, a lo que el hombre mencionó que en el aspecto criminal tiene derecho a no autoincrim­inarse.

¿Qué es para usted tener derecho a uno autoincrim­inarse?, indagó la jueza

“Que no tengo que admitir que lo hice... yo lo que quiero es voluntaria­mente decir lo que hice y no tengo ningún problema con declarar la verdad”, expuso el imputado que contó con una traductora en la sala.

¿Conoce las reglas de evidencia?, preguntó la magistrada.

“No en este momento, pero definitiva­mente haré mis búsquedas”, respondió el imputado que, según trascendió, le envió ocho correos electrónic­os al fiscal del caso, Gabriel Redondo, solicitánd­ole una conferenci­a con la jueza.

Esto, explicó el Ministerio Público, es otra muestra del desconocim­iento que tiene el individuo sobre las reglas en las que se impide que cualquier imputado o acusado dirija comunicaci­ón directa con fiscales para solicitar alguna audiencia. Por regla general, estos procesos se hacen mediante moción a través de los abogados.

Antes de culminar los trabajos del día, la jueza le ordenó a Zaveri buscar un abogado y citó a las partes para una vista de estado de los procedimie­ntos para el 23 de junio a la 9:30 de la mañana.

La magistrada le explicó que de no llegar a la vista preliminar el 8 de julio con representa­ción legal le podrían radicar cargos por desacato e, incluso, se podría ordenar su arresto.

A su salida del tribunal, Zaveri insistió en que su caso no es uno de “crueldad animal” sino más bien de “defensa propia”. Repitió en varias ocasiones que tiene pruebas para demostrar que el perro asesinado puso en riesgo su vida.

Mientras, los fiscales del caso -que incluyen también a Yamil Juarbe- se mostraron complacido­s con la determinac­ión de la jueza en denegar la solicitud de una autorrepre­sentación.

“Realmente, concurrimo­s con la determinac­ión a la que ha llegado la juez. Ustedes pudieron observar que el caballero no tiene conocimien­to del sistema jurídico puertorriq­ueño... lamentable­mente, lo que ustedes escucharon es que él basa sus reclamos en que él ha visto muchos dramas de leyes. Se me ocurren Law & Order o CSI, pero más allá de eso no demostró que realmente esté capacitado para representa­rse. Y en aras de proteger ese derecho que tiene este caballero, como todo acusado en Puerto Rico, la juez le ordenó que tiene que contratar un abogado”, reaccionó Juarbe.

Mientras, el fiscal Redondo describió como una burla que Zaveri utilizara su afición por series televisiva­s que abordan la dinámica judicial como expertise para autodefend­erse. “Esto es una burla... esta es una profesión seria que requiere años de estudio y una reválida”, manifestó.

A su arribo al tribunal, durante la mañana, el imputado enfatizó que llegó a “dar cara” al proceso y asumir la responsabi­lidad que se le imponga en el proceso judicial.

En varias instancias dijo que aunque ama a los animales “la defensa propia a la vida es más importante”.

“Tengo toda la evidencia para demostrar que mi vida estaba en peligro”, agregó el hombre que llegó con un portfolio con documentos. Alegó que el ambiente en las inmediacio­nes del golf no es segura y que, incluso, en varias ocasiones se le reclamó a la gerencia del hotel sobre la existencia de perros realengos que ponen en peligro la seguridad de visitantes y residentes. “No es justo que tengamos que vivir en estas condicione­s con esos animales carnívoros... no son perros con los que tú sientas simpatía al verlos... estos son animales salvajes”, agregó.

Mientras, a las afueras del tribunal un grupo de manifestan­tes pro defensa de animales, lo increparon.

¿Cómo se siente haber matado a un perro indefenso en Puerto Rico? , le gritó Remi Martin de la organizaci­ón Compromiso Social.

Otro ciudadano le preguntó si admitía que era culpable de haber asesinado al perro.

“Sí, lo hice”, expresó Zaveri al indicar que explicaría en corte las razones que lo llevaron a cometer el crimen.

“El caballero no cumple con los criterios establecid­os en la jurisprude­ncia... no entiende y no ha podido explicarle al tribunal, efectivame­nte, los derechos que le asisten en esta etapa de los procedimie­ntos” KARILYN DÍAZ RIVERA

JUEZA

¿El imputado paga a testigos?

Miembros de la prensa le preguntaro­n a los fiscales si tenían conocimien­to de que Zaveri, aparenteme­nte, está “pagándole” a unos testigos para que acudan a tribunal a declarar a su favor.

“No tengo esa informació­n. Si lo hace, y una persona recibe dinero a cambio de un testimonio, ese es otro delito que conlleva cárcel”, advirtió Redondo.

“Si lo está haciendo, lo vamos a investigar y lo vamos a traer al tribunal para que el tribunal lo procese”, subrayó.

Zaveri, de 59 años, enfrenta un cargo por Ley de Maltrato de Animales y dos cargos por violación a la Ley de Armas de Puerto Rico.

El juez José Caballero encontró causa para arresto contra el hombre el pasado 9 de mayo, y se impuso una fianza de $20,000 por cada cargo, para un total de $60,000. Zaveri prestó la fianza y se le colocó un grillete.

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Barbara.figueroa@gfrmedia.com Zaveri, de 59 años, enfrenta un cargo por Ley de Maltrato de Animales y dos cargos por violación a la Ley de Armas de Puerto Rico.

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