De luto la música
Fallece el destacado percusionista Ralph Irizarry, tras varias complicaciones de salud
La música tropical lamenta la pérdida de unos de sus instrumentistas, el percusionista neoyorquino Ralph Irizarry, quien falleció en la noche del domingo, por complicaciones en su deteriorado estado de salud. Tenía 67 años.
Fue la hija, Maritza Irizarry, quien dio la noticia a través de un vídeo colgado en su cuenta en Facebook.
“Estoy sentada en su silla favorita de mi papá y es con dolor en el corazón que anuncio su muerte”, dijo la menor de los tres hijos del músico. También le sobrevive la esposa, Elizabeth, y cinco nietos.
“Papi batalló con una bacteria en los pulmones. Peleó como un guerrero y murió en paz, sin dolor”, reveló.
La pérdida fue lamentada de inmediato por varias figuras de la música, especialmente de la salsa, como Rubén Blades y Willie Colón.
Blades lo recordó con una imagen de 1982 de los miembros originales de la orquesta Seis del Solar, entre ellos, el fenecido timbalero.
Willie Colón, por su parte, lamentó desconocer la crisis de salud que enfrentaba Irizarry, así como los problemas económicos que lo colocaron cerca del desalojo de su hogar.
Hace cerca de cinco años Irizarry fue diagnosticado con miositis, una enfermedad progresiva que afecta los músculos del cuerpo debilitando al punto que, en este caso, ya lo había obligado a sostenerse en silla de rueda, según informes de prensa.
El locutor Néstor Galán “El Búho Loco”, asimismo, compartió su pésame a la familia y destacó las aportaciones musicales de Irizarry.
La trayectoria del percusionista, ganador de un premio Grammy, lo ubicó en orquesta figuras legendarias como son Ray Barretto, Larry Harlow y el mismo Rubén Blades. También formó sus propias agrupaciones de jazz latino, Timbalaye y Son Café.
Según datos biográficos, Irizarry, hijo de inmigrantes puertorriqueños, nació y se crió en Nueva York. Autodidacta, escuchaba los discos que vendía su papá en un negocio. Fue a los 16 años que descubrió el sonido de unos timbales que tenía guardados su papá en casa.
Al mudarse a Puerto Rico en el año 1970, pasó tres años adquiriendo entrenamiento musical y experiencia en la ejecución del timbal, y, finalmente trabajó con La Terrífica de Ponce, El Gran Combo y La Sonora Ponceña.
Posteriormente regresa a Nueva York y, luego de trabajar con varios músicos, se une a Ray Barreto.
Tras su retiro de la orquesta de Ray Barretto, estuvo con Rubén Blades y Los Seis del Solar en varias giras y conciertos, así como en las producciones Buscando América, Escenas, Agua de luna, Antecedente, Caminando y Amor y control, entre otras.
Posteriormente, dirigió Timbalaye, su propia banda de jazz latino, y la agrupación salsera Son Café. Su último trabajo fue Los viejos de la salsa