Primera Hora

Atrapados por tres meses en su barrio

Vecinos de Tibes en Ponce se unieron para sobrevivir

- SANDRA TORRES GUZMÁN

“A cuatro años de María, te puedo decir que he sufrido depresión, he llorado en silencio, todavía lo hago”

DON UBALDO LUIS COLLAZO PÉREZ / DAMNIFICAD­O, PONCE

PONCE. Don Ubaldo Luis Collazo Pérez, no sabe exactament­e qué día logró salir de su comunidad que quedó atrapada durante tres meses, a raíz de la furia desatada por el huracán María. Solo se acuerda de la felicidad que sintió al ver el resultado de un trabajo arduo que unió a todo el vecindario.

Fueron duros los momentos que vivieron encerrados en el sector Sonadora del barrio Tibes en Ponce, a donde recobraron el servicio de energía eléctrica un mes antes de cumplirse el primer aniversari­o del ciclón. Otros sectores vieron electricid­ad en sus hogares 15 meses después del desastre que marcó su existencia, pues aquel paraíso montañoso se fue vaciando, tanto por los que murieron en el intento, como por aquellos que se marcharon para sobrevivir a la tragedia.

A cuatro años de María, Ubaldo revive las imágenes que quedaron grabadas en su memoria, pues horas antes del 20 de septiembre de 2017 accedió con su esposa, María Vega Bruno, a quedarse en la casa de su vecino que está construida en cemento.

“Fue nuestro peor error el habernos quedado, porque es triste ver cuando todas tus cosas se van rompiendo y las ves pasando por tus ojos. La brisa, a pesar de que (la casa) era en cemento, se sentía que era bien fuerte. (Fue) una noche que no se durmió y, al otro día, la neblina tapaba el área, miramos a ver lo que había pasado”, recordó el hombre de 56 años mientras contemplab­a la estructura que construyó hace más de tres décadas.

“En la parte de atrás de nuestra casa, el zinc se había enrollado con otras cosas, la ropa estaba trepá en los palos, los vehículos que habíamos dejado se habían guayado. Aquí había ramas de árboles que no existían en esta zona y, cuando empezamos a ver claridad, empezamos a gritar para ver quienes más nos respondían y nos respondier­on en distintos lados”, relató al señalar que el nombre Sonadora “es porque esto hace un eco, cualquiera habla y se repite”.

Pero, al tratar de acceder a los lugares más altos, se percataron de que no había paso, por lo que decidieron, con machete en mano, abrir camino hacia abajo.

Según Collazo Pérez, durante esas largas y agónicas semanas en que no había manera de salir del legendario sector, ni siquiera para adquirir agua o alimentos, “la mayoría de los vecinos, las personas mayores, cocinaban y automática­mente se compartía… uno hacía un sopón, otro hacía arroz, y si aquel lo que tenía era carne, se hacía. Para el agua nos dividíamos, arreglamos una tubería y traíamos agua hasta (el sector) Las 40, de ahí se llenaban los envases y se llevaban a las personas mayores”.

“Así estuvimos por tres meses. La comunidad completa se reunió, ya no éramos dos o tres… era todo el barrio trabajando para intentar salir; se formaron varios grupos por familias que nos dividimos por zoAhora nas hasta que llegamos a un punto intermedio que nos encontramo­s todos”, sostuvo.

Al preguntarl­e qué día lograron acceso hacia el exterior, don Ubaldo confesó que “ese día como tal no puedo decirte, pero sí sé la alegría que sentí al ver que todo el barrio estaba unido; amigos, enemigos, viejos y niños que estaban trabajando por hacer algo con el barrio”.

A don Ubaldo, según indicó, le negaron cinco veces la ayuda solicitada a FEMA. Hasta que se cansó de tocar puertas y acordó con su esposa tomar un préstamo.

Y cuando al fin reconstruy­eron su casita, llegaron los terremotos del 7 de enero de 2020, dejando su hogar nuevamente destruido. vive junto a su esposa en un cuarto de la casa de otro vecino, mientras su hijo se acomodó en un vagón que compró.

Luego de la tragedia, don Ubaldo se convirtió en líder comunitari­o y su satisfacci­ón de ayudar a otros, alivia sus propias angustias. Eso, además de descubrir su talento artesanal para confeccion­ar ditas hechas en higüera, que se pueden adquir a través de Las Ditas de Papá en Facebook.

 ?? Vanessa.serra@gfrmedia.com ?? SIGUE SIN TECHO. Tras el paso de María, don Ubaldo Collazo tomó un préstamo para reconstrui­r su casa, la que los terremotos del 2020 le volvieron a arrebatar.
Vanessa.serra@gfrmedia.com SIGUE SIN TECHO. Tras el paso de María, don Ubaldo Collazo tomó un préstamo para reconstrui­r su casa, la que los terremotos del 2020 le volvieron a arrebatar.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico