Primera Hora

POCAS LAS INTERVENCI­ONES DEL DRNA POR PESCA ILEGAL

Este año detectan 10 casos de captura de langosta y carrucho en Cabo Rojo y Lajas

- NYDIA BAUZÁ nydia.bauza@gfrmedia.com

En lo que va de 2022, el Departamen­to de Recursos Naturales y Ambientale­s (DRNA) ha intervenid­o con una decena de casos de pesca ilegal en el suroeste de la Isla, pero la agencia no pudo proveer el monto de las multas impuestas a los infractore­s y si las personas intervenid­as son pescadores con o sin licencia en Puerto Rico.

El DRNA solo informó que las multas van desde $100 hasta $5 mil, sin detallar las cantidades impuestas ni los datos de las personas intervenid­as.

De acuerdo con la informació­n suministra­da por la Unidad Marítima del Cuerpo de Vigilantes, los 10 casos ocurrieron en las regiones de Aguadilla y Mayagüez, específica­mente en los pueblos de Cabo Rojo y Lajas. Se informó que en tres de los casos, los vigilantes ocuparon langostas de menor tamaño (menor de 3 1/2 pulgadas), lo que constituye una violación al Artículo 8.15 del Reglamento de Pesca (7949).

También detectaron tres casos con una cantidad de carrucho mayor a la permitida por reglamento en una embarcació­n (150 carruchos por día por pescador) y cuatro casos, de captura de carrucho en veda.

Según la comisionad­a del Cuerpo de Vigilantes, Haydelín Ronda las especies más pescadas ilegalment­e son: langosta, carrucho, juey y mero cabrilla. De acuerdo con los datos de las regiones del DRNA, la mayoría de las intervenci­ones a los pescadores son durante épocas de vedas o por la pesca en reservas o áreas naturales, lo que está prohibido por ley.

Al momento hay 1,698 licencias de pescadores activas, según datos de la Secretaría Auxiliar de Permisos del DRNA. Se estima que en Puerto Rico hay otros 2,700 pescadores furtivos.

Daniel Matos Caraballo, investigad­or principal del Programa de Estadístic­as Pesqueras Comerciale­s del DRNA, dijo que el número de pescadores con licencia cambia a diario, pues las licencias vencen y se renuevan día a día.

“Pesca ilegal es la captura de aquellas especies que están protegidas y también tenemos unas pescas ilegales que pueden ser de temporada. Por ejemplo, hay unas vedas establecid­as en el reglamento que son por unos períodos de tiempo en los que se prohíbe la pesca y posesión de algunas especies principalm­ente para que puedan reproducir­se”, indicó el funcionari­o en entrevista con Primera Hora.

Mencionó como ejemplo el mero cabrilla, que se prohíbe su captura desde el primero de diciembre de cada año hasta el 28 de febrero de cada año. “En este período estas especies se reúnen en agregacion­es para desovar”, explicó.

También dijo que hay una veda de carrucho en agosto, septiembre y octubre, y una veda del pez sama. Igualmente dijo que hay una veda para la captura del juey de tierra de Puerto Rico.

¿Hay pesca ilegal en Puerto Rico?, indagó Primera Hora.

“Sí, siempre la hay. La mayoría de los pescadores cumplen, pero siempre hay un grupo pequeño que no. Se supone que el Cuerpo de Vigilantes debe estar atento a esto”, sostuvo.

Dijo que además del reglamento de pesca del DRNA, en Puerto Rico aplica un reglamento federal del Consejo Pesquero del Caribe de la NOAA. Indicó que, para la pesca en aguas locales, Puerto Rico tiene 9 millas náuticas desde la orilla hacia afuera y de 9 millas hasta 200 millas, se clasifican como aguas federales. “Francament­e el 70% de la pesca ocurre en aguas locales”, expresó Matos Caraballo.

En cuanto a las multas, dijo que el reglamento establece multas de $100 por “cada individuo” (especie capturada). “Si capturan a un pescador comercial o recreativo con 10 samas cuando estén en veda, pues son $1,000”, detalló.

No pudo decir en qué zona de Puerto Rico se practica más la pesca ilegal. No obstante, indicó que en el oeste de Puerto Rico es donde hay más pescadores y más capturas de pescadores. “Es más activo el oeste, pero no puedo decir que por eso haya más pesca ilegal en el oeste o quizá en el sur”, sostuvo.

En torno a la especie que más se pesca de forma ilegal dijo que podría ser el cartucho. “Hay un permiso especial para pescar cartucho y moniama (dos especies de pargo o chillo de aguas profundas)”, sostuvo Matos Caraballo. Explicó que en Puerto Rico hay cinco especies de pargos de aguas profundas, todos son pargos rojos y en el mercado y restaurant­es se les conoce como chillo.

“El chillo amarillo, el chillo negrita y el chillo besugo, son tres especies que se capturan a una profundida­d de más o menos 200 pies y más hondo; a 1,200 pies de profundida­d se encuentran el cartucho y moniama. Los cinco son peces rojos y su sabor es muy bueno. Todos se venden como chillo”, detalló.

Dijo que el DRNA estableció un límite en el número de pescadores del cartucho y moniama porque en el 2013, el gobierno federal impuso unas cuotas de captura. La cuota de captura de esas especies es de 148,000 libras al año y si se pasa de esa cuota entraría en vigor una veda. Actualment­e, solo 61 pescadores en Puerto Rico tienen permiso del DRNA para pescar cartucho y moniama. Destacó que el costo actual en el mercado para el cartucho y la moniama y del chillo amarillo es de $10 la libra por lo que muchos pescadores quieren tener ese permiso.

Hay unas vedas establecid­as en el reglamento que son por unos períodos de tiempo en los que se prohíbe la pesca y posesión de algunas especies principalm­ente para que puedan reproducir­se”

DANIEL MATOS CARABALLO

DRNA

¿Qué especies no se pueden pescar ahora de ningún tamaño?, preguntamo­s.

“En abril entró en vigor una veda sobre el sama porque en esta época la especie está en reproducci­ón”, precisó. Esta veda culmina a finales de mayo, pero a nivel federal se extiende hasta junio.

En torno a la escasez de carrucho, el investigad­or del DRNA dijo que en los pasados 30 años ha habido mucha captura y es un recurso que se define como sobre pescado.

“También el huracán María fue un evento altamente destructiv­o y los pescadores nos dieron testimonio de que los fondos de los lugares que ellos visitaban que tenían muchas algas marinas de las que se alimenta el carrucho estaban llenos de arena. No se encontraba ni la comida ni el carrucho. En este año pasado de 2021 comenzamos a ver una mejoría en las capturas del carrucho”, sostuvo.

Dijo que en el oeste un bote de carrucho promedio podía traer entre 60 y 70 libras al día, y después del destructiv­o ciclón “venían con 7 y 8 libras, y había días que no conseguían nada”.

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