DRAMÁTICO RELATO EN LA VISTA DEL ACCIDENTE FATAL DE NATALIA NICOLE
El también perjudicado Carlos Adih Sosa describió con detalles el accidente que le costó la vida a su amiga y por el que está imputado Carlos Julián Maldonado
La vista preliminar contra Carlos Julián Maldonado Dávila, imputado de atropellar mortalmente a la joven deportista Natalia Nicole Ayala Rivera, comenzó ayer con el estremecedor interrogatorio al testigo presencial del incidente, Carlos Adih Sosa Bigio, quien declaró en detalle el momento en que la joven y él fueron impactados en San Juan por un vehículo que, posteriormente, huyó de la escena.
Además, otro testimonio clave surgió en el proceso judicial con la declaración del agente municipal de Barceloneta, Gilberto Ayala Valentín, quien explicó las circunstancias en las que la misma madrugada en la que murió Natalia Nicole, el imputado acudió al cuartel de ese municipio para denunciar un accidente que había tenido con un supuesto conductor “trigueño” que había invadido su carril.
El proceso de vista preliminar inició ayer luego que la defensa dejara a discreción del juez del caso, Jimmy Ed Sepúlveda Lavergne del Tribunal de San Juan, decidir si se debía inhibir o no del caso luego que trascendiera que el abuelo paterno de la víctima fue su entrenador deportivo hace más de 25 años. Ayer trascendió por parte de la fiscal Fabiola Acarón que el abuelo paterno de la occisa, identificado como Rafael “Raful” Rodríguez, fue entrenador de voleibol del juez cuando éste tenía entre 11 a 13 años de edad.
Así las cosas, la vista preliminar contra Maldonado Dávila comenzó con la juramentación de más de una decena de testigos del Ministerio Público, incluido Sosa Bigio, de 23 años, quien también resultó herido durante el accidente en el que falleció Natalia.
Durante el interrogatorio, dirigido por el fiscal Ángel García Rodríguez, Sosa Bigio relató que la noche del 4 de enero compartió con Natalia Nicole en el negocio “24 Market Place”, en Hato Rey, donde estuvieron entre 8:00 y 8:30 de la noche hasta que a eso de las 10:50 p.m decidieron irse para que Natalia no llegara tarde a su casa, en Vega Alta.
Sostuvo que concretaron que él escoltaría a la joven hasta cierta área cuando él se desviaría a su hogar. En el camino, la joven cayó en un boquete y uno de sus neumáticos se había dañado, por lo que tuvo que detenerse para cambiar la goma. El desperfecto ocurrió a eso de las 11:05 p.m. luego de la salida del negocio Best Buy (Hato Rey), en la carretera PR-22 en dirección de San Juan a Bayamón.
Se estacionaron al lado izquierdo de la salida, en un paseo y en un área aparentemente iluminada, donde Sosa Bigio estacionó su guagua Pathfinder frente al vehículo de Natalia para ayudarla a cambiar el neumático. El testigo aclaró, a preguntas del fiscal, que los carros se quedaron con las luces intermitentes encendidas.
“Estaba buscando (las herramientas) cuando me percato que tengo un carro encima mío... sentí el motor demasiado cerca. Al virar la cabeza vi las luces y mi reflejo y mi instinto fue brincar, pero ya el carro me había dado”, relató el joven.
“Caigo encima del bonete del carro de Natalia y luego caigo al piso boca abajo... gracias a Dios no perdí la conciencia y cuando subo mi cabeza a ver dónde está Natalia es que me percato que ella está en el piso y que el otro carro siguió su destino”, agregó el muchacho al describir como un “BMW color azul”
“Caigo encima del bonete del carro de Natalia y luego caigo al piso boca abajo... gracias a Dios no perdí la conciencia y cuando subo mi cabeza a ver dónde está Natalia es que me percato que ella está en el piso y que el otro carro siguió su destino”
CARLOS A. SOSA BIGIO TESTIGO
el vehículo que provocó el accidente y se fue a la huida. “Siguió su destino sin intención de parar”, acotó y agregó que el carro que provocó el incidente también golpeó la parte derecha lateral del de Natalia.
Sosa Bigio dijo que al incorporarse vio que Natalia estaba bocarriba con los pies debajo de la goma de repuesta de la Pathfinder. “Al acercarme noto que estaba inconsciente y respirando por la boca... decido ponerla sobre mi muslo para que no se ahogara”, declaró.
Inmediatamente, llamó al Sistema de Emergencias 9-1-1 y como la ambulancia se tardó más de cinco minutos decidió montar a Natalia en los asientos traseros de su guagua y transportarla hasta el Centro Médico, en Río Piedras.
En el hospital Natalia Nicole tuvo que ser intervenida quirúrgicamente. Mientras, Sosa Bigio fue sometido a análisis donde se descartó que tuviera fracturas. Según el joven militar, fue a eso de las 2:42 de la madrugada del 5 de enero la hermana de Natalia Nicole lo llamó por teléfono y le notificó que la joven había fallecido.
En el contrainterrogatorio, el testigo fue confrontado respecto a la iluminación del área del accidente. El joven sostuvo en todo momento que la zona estaba alumbrada e insistió en identificar como un BMW azul oscuro el auto que ocasionó el accidente.
Trascendió en la vista preliminar que tanto Sosa Bigio como los padres de Natalia Nicole, incoaron una demanda civil por daños y perjuicios contra el imputado. Aparentemente, según explicó el licenciado Sanabria, en ese pleito civil también figuran como demandados la Autoridad de Carreteras, Metropistas y el Departamento de Transportación y Obras Públicas. El abogado sostuvo que en esa demanda civil se alude a una falta de iluminación y mantenimiento del área como causa del accidente fatal en el que murió Natalia Nicole.
Dio otra versión
La vista preliminar continuó en la tarde con otros cinco testigos, incluyendo el padre de la víctima, Rolando Ayala Colón, quien declaró que sabía que su hija saldría con unas amistades la noche del accidente y que la última comunicación que tuvo con su hija fue por un mensaje de texto en el que ella le dijo que había tenido un desperfecto con una goma.
En cambio, un testigo clave es el agente Ayala Valentín, quien explicó que atendió una querella sobre el accidente que había tenido “Carlitos”, en referencia a Maldonado Dávila, a quien conoce desde el 2017. El imputado fue director de Turismo del municipio y con anterioridad había trabajado como fotógrafo del ayuntamiento.
Fue a eso de las 12:15 a.m. -casi una hora después de ocurrido el accidente en San Juanque el imputado llegó al cuartel y dijo que un conductor “trigueño y con una gorra hasta las cejas” había invadido su carril y lo chocó. Según el testigo, el imputado dijo que el accidente había ocurrido en el sector La Boca de Barceloneta. Alegó, además, que la intención de aquel conductor “trigueño” pudo haber sido realizar un carjacking.
Durante la entrevista, Maldonado Dávila manifestó al policía que venía de hacer ejercicios en un gimnasio, lo que levantó suspicacia del agente -quien tiene 17 años de servicio y ha investigado unos 400 accidentes de tránsito- porque en el área no hay gimnasios.
Otra cosa que llamó la atención del policía fue que la declaración de “Carlitos” no era compatible con las abolladuras que tenía el auto. Explicó que el carro tenía roto el foco del conductor, el retrovisor no estaba completo y había un rayazo en el bonete.
“Ese impacto es más compatible con que hubiese atropellado a una persona o un animal”, sostuvo Ayala Valentín, quien le preguntó directamente a Maldonado Dávila si era eso lo que había ocurrido, a lo que el imputado respondió categóricamente que no.
La vista preliminar continúa hoy a las 9:00 a.m. con otro puñado de testigos de la Fiscalía.
El imputado enfrenta tres cargos: uno menos grave y dos al amparo del Artículo 5.07 de la Ley 22 del 2000 conocida como Ley de Vehículos y Tránsito de Puerto Rico, por causarle la muerte a la víctima y lesiones físicas a Sosa Bigio. El hombre está libre bajo fianza luego de prestar una fianza diferida de $100,000.