TOMARÁN CONTROL DEL SERVICIO ENERGÉTICO
Ciudadanos impulsan su necesario proyecto Cooperativa Hidroeléctrica de la Montaña
CASTAÑER. Miles de residentes en la zona montañosa esperaron aproximadamente un año para recuperar el servicio de energía eléctrica tras el paso del huracán María, experimentando serias limitaciones y pérdida de vidas, por lo que decidieron juntarse y crear una cooperativa para poner el control energético en manos de las comunidades.
Así nació la Cooperativa Hidroeléctrica de la Montaña, un proyecto impulsado por ciudadanos desde Utuado, quienes pretenden recuperar la operación de las hidroeléctricas del lago Dos Bocas y Caonillas en vías de obtener energía limpia, fiable y bajo un modelo costo efectivo que garantice el servicio en medio de un desastre a sectores de Adjuntas, Maricao, Jayuya y Utuado.
De acuerdo con la adjunteña Maribel Hernández Soto, “nosotros somos la primera cooperativa hidroeléctrica en Puerto Rico y también somos los únicos socios puertorriqueños participando en la transformación energética del País”.
“Empezamos con el proyecto de Hidroenergía Renace, con la idea de rehabilitar estas hidroeléctricas para el servicio de nosotros, porque al final del día, Dos Bocas y Caonillas son embalses que tienen agua por Adjuntas, Jayuya, o sea, los ríos de estos pueblos son los tributarios de estos embalses”, explicó la fémina de 66 años.
Mientras esperan que el Gobierno continúe el proceso y facilite la transferencia de las hidroeléctricas a la cooperativa comunitaria, el grupo decidió implementar un segundo proyecto llamado Reenfoco (Resiliencia Energética Fotovoltaica Comunitaria), con el objetivo de instalar sistemas fotovoltaicos en áreas remotas mediante una aportación del Consejo Interestatal de Energía Renovable.
“El proyecto cooperativista es de autogestión comunitaria, realmente. Nosotros estamos recuperando lo que es de nosotros, que es un bien esencial, que es el de servicio de energía y que en este caso sería a través de la hidroeléctrica, combinada con los sistemas fotovoltaicos”, expuso, por su parte, la doctora Diana de la Paz González, quien se hizo voluntaria del movimiento cooperativista.
La dinámica de Reenfoco inició en Castañer, un poblado asentado entre cuatro municipios: Adjuntas, Lares, Maricao y Yauco, a donde “no hubo acceso durante tres semanas debido los deslizamientos y los suministros llegaban por helicóptero; traían diésel y el administrador del hospital le daba un poquito de diésel a la de la panadería pa’ que hiciera un poquito de pan a la comunidad”.
Allí instalaron el primer sistema fotovoltaico para entonces arrancar con tres fases que alcanzarán siete estructuras del casco urbano y luego se extenderán a otros negocios, centros comunales e iglesias de Utuado y Jayuya.
Se trata de El Sartén de Fary, cuyo propietario José A. Farinacci Vera se convirtió en el primer socio dueño de la cooperativa.
“Eso ha sido una bendición para mí y para los comerciantes. Esto es una zona donde la luz se va a cada rato. Antes de tener las placas solares, la luz se iba en un ‘rush’ bien terrible al mediodía, yo tenía que salir corriendo para mi casa, buscar la planta, traerla, conectarla, y perdía fácilmente 45 minutos en instalar ese equipo. Ahora se va la luz y yo no me doy ni cuenta”, resaltó Farinacci Vera, un comerciante ponceño que se mudó a Castañer hace 10 años.
“Cuando hubo el apagón en abril, que se fue la luz en toda la Isla, nosotros estuvimos operando. En esta comunidad somos bien unidos, y Dios quiera que no vuelva a ocurrir otra catástrofe, pero si así fuera, estamos listos para ayudar a la comunidad para que instalen sus equipos médicos, darles hielo, agua fría, porque así somos aquí”, acotó el hombre de 44 años.
Asimismo, la doctora de la Paz González expuso que otro de los beneficios para estos negocios que se unan a la cooperativa es la reducción sustancial en su factura de energía eléctrica.
“Esto es un modelo cooperativista, porque Fary tiene este servicio y en vez de estar pagando el servicio energético a LUMA, lo va a estar pagando a la cooperativa. Se estipuló el costo en 25 centavos el kilovatio hora, o sea, que él va a pagar menos que los comerciantes que están pagando 36 centavos el kilovatio hora y con eso nosotros podemos darle servicio de operación y mantenimiento”, señaló.
“Este negocio abrió en plena pandemia y eso es lo que queremos, apoyar a estos comerciantes valientes, porque aquí él tiene sobre 10 empleados, todos residentes de Castañer. Eso fortalece a la comunidad porque son 10 empleos que llegan a la comunidad. Además, Fary trae un turismo increíble los fines de semana”, expuso.
Por su parte, el ingeniero José Miranda, de la empresa Borintek, resaltó que “el sistema en Castañer se divide en tres microrredes y un sistema individual que tiene potencial de expandir. Se montó este sistema primero para motivar a los que tenían dudas”.
“La segunda microrred la empezaremos a principios de junio y consta de siete estructuras, casas, apartamento, un salón de belleza, barbería, heladería y el correo. Mientras tanto, se radicó la permisología de interconexión con LUMA. El apoyo ha sido bueno, no tenemos ninguna queja con LUMA”, admitió el ingeniero oriundo de Jayuya.
Pero eso no es todo, sino que la cooperativa cuenta con varios diseños conceptuales realizados por estudiantes de Ingeniería de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez en vías de mejorar las subestaciones de estos pueblos de la zona central.
“Este proyecto empezó con esta idea de las líneas, pero el Laboratorio Nacional de Idaho, que es uno de los más prestigiosos de Estados Unidos, se ha unido a nuestro esfuerzo e hizo unos modelos a través de una compañía y nosotros seríamos la única red intermunicipal en todo Puerto Rico de cero emisiones de carbono, cumpliendo con la Ley 17 que dice que tenemos que estar 100% con energía renovable en el 2050 y si logramos este proyecto, el centro de la Isla estaría en cumplimiento con la ley”, mencionó Hernández Soto.
“No solo eso, se hicieron estudios y nosotros, con sistemas fotovoltaicos, podemos bajar la factura hasta un 20% y, utilizando las hidroeléctricas, podríamos tener una reducción hasta casi un 50% o quizás más. De eso es lo que estamos hablando, no solamente de energía fiable, renovable y sin emisiones de carbono, una red que pueda quedarse trabajando cuando caiga la red y también vamos a ser costo efectivos para el centro de la Isla, porque no solo queremos energía fiable sino también fomentar la economía”, subrayó.
No obstante, los representantes del movimiento cooperativista hicieron un llamamiento al Gobierno para que les ceda la hidroeléctrica.