DÍAS DUROS
le dieron los medios de comunicación al tapón que generó el cierre del puente ahuyentó a los comensales.
“Hice reducción de horas. Hubo personal que renunció... Sí, obviamente, al principio impactó bastante el cierre (del Atirantado)”, afirmó Sierra.
Obeth Torres Hernández, dueño del restaurante D’leite, en el barrio Guadiana, también disminuyó horas de trabajo a su personal.
El comerciante contó que abrió en noviembre de 2022, por lo que el cierre de la vía lo impactó en momentos en que intentaba darse a conocer.
Explicó que su restaurante abre durante la semana y la clientela desapareció.
“Ya la gente no estaba llegando ni los miércoles, ni los jueves. Empezaron a llegar solamente los fines de semana, pero un poco, desde que se hizo el cierre. Ahora esperamos que, con la apertura, que ya el tapón mermó, esperamos que este fin de semana sea mejor”, afirmó.
Los entrevistados coincidieron en que el apoyo que recibieron solo fue del municipio. Propuestas de incentivos, préstamos o hasta un proyecto de ley promocionado por el representante popular de distrito, Juan José Santiago, para reducir de 11.5% a 5% el Impuesto de Venta y Uso (IVU) en los comercios de Naranjito quedaron en un tintero.
El alcalde Rolando Ortiz explicó que apoya toda medida para mejorar la situación de su pueblo. Pero, aceptó que la propuesta del IVU requiere la aprobación de la Junta de Supervisión Fiscal.
De su parte, señaló que se encuentra inmerso en una propuesta que hizo el Consorcio de la Montaña que permitiría dar incentivos con fondos federales para pago de nómina u otros asuntos relacionados.
Ortiz, entre tanto, aseguró que el puente no volvería a ser cerrado por largos periodos de tiempo como parte de la construcción. Señaló que se le ha prometido que los trabajos que requieran detener el tránsito, se realizarían fines de semana.
Al indagarle si los cambios que se realizan en la construcción a causa de esta apertura del puente podría generar que no se realicen todas las mejoras que se necesitan, respondió de manera tajante que no permitirá que el puente quede con defectos y que tenga que volver a ser utilizado de manera limitada, como en el pasado.