Primera Hora

JAN LUIS AYUDÓ A JESENIA A CRECER COMO PERSONA

El joven de casi 17 años, que nació con hipoplasia pontocereb­elosa, ha superado los pronóstico­s médicos

- BÁRBARA J. FIGUEROA ROSA barbara.figueroa@gfrmedia.com

Con el nacimiento de Jan Luis llegó el reto más grande en la vida de Yesenia Espino Rodríguez: el pequeño que esperaba con ansias, su primogénit­o, nació con una condición neurológic­a que cambió el plan de crianza que tenía en ese momento, pero que se fortaleció en ese amor profundo e innato que sienten las madres.

La inesperada noticia llegó hace casi 17 años cuando poco después del nacimiento de Jan Luis, los médicos le dijeron a Yesenia que su niño tenía hipoplasia pontocereb­elosa, una condición neurológic­a en la que se confirma una reducción del tamaño del cerebelo. Los pacientes con esta condición presentan retrasos en el desarrollo de moderado a grave, entre otras complicaci­ones.

Al momento del diagnóstic­o a Yesenia se le volcó el mundo, en particular porque los pronóstico­s médicos estimaban que su niño viviría unos 12 años.

“Nos reúnen y nos dicen que sus probabilid­ades de vida no son de muchos años... realmente, estos son niños que requieren mucha entrega y terapia para tratar de llevarlos a su máximo y eso fue lo que comenzamos a hacer. Nunca fallamos a las citas con subespecia­listas y mejorar su calidad de vida”, destacó la abnegada madre que, en el camino, un recorrido en el que ha estado acompañada de su mamá y otros familiares, logró romper con todos los pronóstico­s médicos.

Fue así que el pequeño Jan Luis -un jovencito que siempre está sonriendo- logró estimular sus músculos a través de terapias en SER de Puerto Rico. Posteriorm­ente, estuvo en la escuelita y ahora toma clases en el hogar.

“Hemos superado las expectativ­as en todo. Yo nunca pensé en que sería un niño con poco tiempo de vida. Solo pensé en llevármelo a mi casa y luchar por él. Dije: ‘vamos a orar y de aquí en adelante a seguir dándole calidad de vida y mucho amor’. Y siempre con mi mente positiva y con el plan de sacar a mi hijo adelante. No camina, no habla mucho, pero celebro esa una que otra palabrita que dice, como ‘ma’ o el ‘Ay, Dios mío’ que dice tan clarito cuando algo le molesta”, relata la joven madre que tuvo al nene cuando tenía 18 años.

En un viaje retrospect­ivo y a días de la celebració­n del Día de Madres, Yesenia describe su labor como una de constante aprendizaj­e.

“Las barreras las ha roto él y eso ha sido de gran aprendizaj­e para mí. A pesar de que lo tuve jovencita, mi hijo me enseñó a crecer un montón como persona. He sacado una enseñanza en cada etapa. Soy madre, enfermera, maestra, terapista. Y cercano al Día de Madres doy muchas gracias a Dios de tenerlo en mi vida, aun cuando hemos tenido complicaci­ones. Mi hijo nunca fue ni será una carga, más bien fue un regalo que abrió puertas a mi crecimient­o personal y espiritual. Han sido casi 17 años de aventura en la que el amor ha sido nuestro gran motor”, describió nostálgica la madre soltera.

Ahora el próximo paso en la crianza de Jan Luis es lograr darle un hogar sin barreras arquitectó­nicas y con las comodidade­s que requiere para sus terapias y desarrollo. Sin embargo, de manera inmediata se necesita una guagua con rampa en la que se pueda transporta­r al niño. Cualquier ayuda para que Jan Luis pueda tener un mejor medio de transporte, se canalizará a través del 939579-2462.

Yo nunca pensé en que sería un niño con poco tiempo de vida. Solo pensé en llevármelo a mi casa y luchar por él...”

YESENIA ESPINO RODRÍGUEZ MADRE DE JAN LUIS, PACIENTE DE HIPOPLASIA PONTOCEREB­ELOSA

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