SEQUÍA AFECTA OPERACIÓN EN EL CANAL DE PANAMÁ
Las alternativas que pueden considerar los navieros encarecen los precios de los productos que transportan
CIUDAD DE PANAMÁ. La carestía de agua por el Canal de Panamá, que ha forzado una reducción de 38 a 24 el número los tránsitos en la actualidad, tendrá un impacto económico adverso mucho más fuerte que el previsto meses atrás.
Su administrador Ricaurte Vásquez dijo el miércoles ante la prensa que durante el primer trimestre del actual año fiscal, que corre de octubre hasta septiembre del 2025, pasaron 791 barcos menos y un 20% de carga menos respecto a igual periodo anterior.
“Es una reducción importante”, señaló y estimó que debido a ello se dejaron de percibir unos 100 millones de dólares al mes sólo en concepto de peajes.
Los resultados desfavorables son una muestra del duro impacto que sigue generando una de las sequías más severas en la ruta marítima panameña, que ha puesto en entredicho su confiabilidad ante la comunidad naviera, con clientes importantes que han cancelado tránsitos buscando otras rutas alternas, aunque más largas, para poder llevar su carga a puertos. Según expertos, eso aumenta el costo y se traduce probablemente en productos más caros para el consumidor final.
Vásquez dijo que, gracias a un manejo más “eficiente” del recurso hídrico en la operación y a una importante cantidad de lluvias en noviembre sobre la llamada cuenca hidrográfica del canal —tras el octubre más seco en la historia de la vía desde que se llevan registros—, se ha podido “estirar” o asegurar el tránsito de 24 buques diarios al menos hasta fines de abril, cuando se espera el inicio de la nueva temporada lluviosa.
Esa cifra representa, sin embargo, un 36% menos respecto a los 36-38 tránsitos en tiempos normales. El canal se había planteado, incluso, la posibilidad de limitar los tránsitos a 18 diario en febrero tras la sequía de octubre.
Las autoridades del canal atribuyen la sequía al fenómeno meteorológico de El Niño y al cambio climático, en tanto que advierten sobre la urgencia que el país centroamericano tome una decisión que agilice la búsqueda y concreción de nuevas fuentes de agua para la operación del canal y consumo humano, incluida la posibilidad de construir nuevos embalses.
Los lagos artificiales —Gatún, principalmente, y Alajuela— que generan el agua dulce para el paso de los barcos a través de un sistema de esclusas también producen el líquido para consumo de más del 50% de la población del país de más de cuatro millones, que según Vásquez demanda cada vez más el recurso vital.
“El tema del agua es una tema nacional. No es un tema del canal solamente”, subrayó. “Es un tema que hay que afrontar a lo largo de todo el país para el suministro de agua potable si vemos las proyecciones de población que vamos a encontrar para las próximas dos, tres décadas”.